Sentimientos

339 13 3
                                    

Eran más de las diez de la noche y como era de costumbre Dimitri se dirigió a la biblioteca para buscar información confidencial que necesitaba. Sabia que la bibliotecas siempre estaba sola a esa hora pero esta noche era distinta, cuando llegó se encontró con  alguien que descansaba entre libros y hojas rayadas con notas

- ¿Profesora?

Ella desperto con esfuerzo al escuchar su voz.

- ¿Dimitri? - dijo aún soñolienta

- ¿Se encuentra bien?

- Ah, si - sonrió - No te preocupes, solo me quede dormida.

- Menos mal - supiró - ¿Quiere que la acompañe a su habitación?

- No es necesario, no tengo intenciones que ir a dormir aún.

- ¿Eh? Pero mañana tenemos una misión importante. Debe estar descansada.

- Es exactamente lo que te iba a decir - suspiró - Deberías estar durmiendo.

- Bueno, dormir no es algo que resulte realmente placentero - desvió la mirada - Asi que salí a caminar y me encontré con que las velas de la biblioteca estaban encendidas y me he encontrado con usted.

- Entonces si tampoco tienes intenciones de dormir ven y siéntate aquí - tocó el asiento de la silla a su lado - Quiza me puedas ayudar con algo - sonrió

No pudo negarse a su sonrisa así que aceptó sin pensarlo su invitación. No podía negar que estaba nervioso pues estaba a solas con la profesora y además muy cerca de ella.

- ¿Que es exactamente lo que estamos buscando?  - preguntó con curiosidad

- He estado buscando información sobre El Sagrado Sepulcro pero no he tenido éxito. Solo algunas páginas rotas y algunos párrafos cortos que lo mencionan.

- La iglesia tienede a esconder cosas sobre esas a muchos de nosotros, es normal que no encuentres nada relacionado a eso. Además Lady Rhea dijo que solo era una ceremonia, no creo que haya algo de que preocuparse, Profesora.

- La ceremonia es exactamente lo que me preocupa - dijo en un tono serio.

- ¿La ceremonia? - dijó sorprendido

- No sé lo que pretende hacer ella conmigo - suspiró- Hay muchas cosas de mi que no sabes, Dimitri - lo miró

Él correspondió a su mirada y de alguna manera fría respondó a su comentario.

- Todos tenemos cosas que ocultamos a los demás y tenemos razones para hacerlo, profesora. De igual manera si algo llegara a ocurrir yo siempre estaré dispuesto a dar mi vida por usted.

- Gracias, Dimitri. Sé que siempre puedo contar contigo.

- No soportaría perderla... nosotros en general.

Ella sonrió a las palabras del chico. Esa sonrisa lo iluminaba cada vez que ella la mostraba. Últimamente la profesora había cambiado mucho, era mucho más expresiva y su sonrisa estaba presente por más tiempo. A Dimitri no le molestaba en nada, pues verla sonreír era de sus cosas favoritas.

- Ya se hizo más tarde y no encontramos nada importante.

- Es una pena, Profesora - agregó el chico - Es mejor que se vaya a dormir se nota cansada.

- Tienes razón.

- Déjeme y la acompaño, no podemos descartar que el enemigo este por ahí merodeando.

Los dos salieron de la biblioteca y se dirigieron hacia los dormitorios que estaban a una distancia bastante larga. Hacia una noche hermosa pero fría al mismo tiempo, al menos para Byleth que le fue imposible evitar temblar. Dimitri notó inmediatamente que su profesora estaba pasando un mal momento y la cubrió con capa.

- Dimitri...

- No se preocupe, ya estoy acostumbrado al frio - dio una sonrisa.

Ella lo miró y sonrió en muestra de agradecimiento. Habia un silencio incómodo entre los dos chicos que de vez en cuando rozaban sus manos durante el camino.

- Ya pronto se acaba el año - habló Byleth.

- La graduación cada vez esta más cerca - afirmó.

- Pronto te convertirás en rey - lo miró

- Asi es - supiró - Y tendre mucha carga pesada sobre los hombros.

- Eres fuerte, se que vas a poder con ello - rio

- ¿Que hay de ti? ¿Seguirás dando clases o volverás a la vida de mercenario?

- No lo sé. No quiero quedarme en el monasterio toda mi vida como profesora. Tampoco quiero seguir siendo una mercenaria sin mi padre...

Byleth agachó la mirada al recordar a su padre. Su alumno notó inmediatamente su baja de ánimo.

- Podrias venir conmigo al Reino. Cuando ya sea rey podría darte un buen puesto - colocó su mano en su barbilla - Como en la guardia real o algo más importante.

- ¿Más importante? ¿Como qué?

- Tal vez... como reina - la miró

Byleth se sonrojo levemente, lo miró y un silencio incómodo invadió el lugar.

- Fue una broma - rio

- Tus bromas no son graciosas, Dimitri - respondió enojada - No puedes ir por ahí diciedole eso a una chica en son de broma.

- Lo siento, siempre digo cosas tontas sin pensarlo. - agachó la cabeza - aunque no es una mala idea ¿no? Mantenerte cerca de mi

Ambos se detuvieron. El ambiente se volvía cada vez más incómodo para ambos. ¿Que estaba pasando? ¿Se supone que son profesora y alumno? ¿Acaso ambos sentían lo mismo?

- De verdad quiero que cuando todo termine vengas conmigo al Reino - la miró

- Lo haré - respondió sonriendo - No podría dejarte solo. No importa que papel me des en tu vida, estaré feliz de estar en ella.

- Byleth...

¿Byleth? ¿Ya no había más títulos entre ellos? Dimitri siempre se había dirigido a ella con su titulo de profesora, lo que tomó por sorpresa a la chica al escuchar su nombre de su boca. Ambos tenían claro que habían madurado con el tiempo, no solo ellos si no también la relación entre ellos. Habia algo más, siempre hubo algo más ya era imposible negarse de sus sentimientos. El príncipe se acercó a Byleth y con delicadeza fue acariciando su cara con su mano.

- Realmente eres muy importante para mi. Me das las fuerzas que necesito para seguir viviendo... de alguna manera me haces volver a sentirme vivo - sonrió- Te amo

Los ojos de Byleth se iluminaron al escuchar tales palabras.

- Dimitri - miró fijamente - yo también te amo.

El sonrió levemente mientras apreciaba la belleza de su amada.

- Tus ojos son hermosos, podria perderme en ellos durante horas.

- ¿Que dices? - rio sonrojada - Yo me podría perder en los tuyos tan prundis y azules como el mar.

Ambos rieron y se miraron fijamente cada uno perdido en los ojos del otro. Poco a poco y con la mayor delicadeza del mundo se fueron acercando para culminar en un tierno pero pasional beso. Dimitri la miró y se dio cuenta de lo que habían hecho, si alguien los veía podrían causar problemas.

- No debimos hacer esto - dijo apenado - sería mejor si lo olvidaramos por ahora.

Byleth se acercó a él y le acaricio el rostro.

- ¿y si no? - dijo tiernamente - conservemoslo para nosotros.

- Si eso deseas lo haré.

Y de nuevo un beso se interpuso entre ellos. Estaban felices muy felices. Ambos se habían sincerado de sus sentimientos que mantuvieron cautivos durante mucho tiempo. Ojalá todo hubiera seguido así, pero ninguno se esperaba que ese día llegaría, ese día tan amargo y espantoso día que llegaría mañana.




Oneshots Dimileth - Fire Emblem Three Houses (Dimitri x Byleth) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora