Dead Voice |Ashton Irwin|

Capitulo cuatro: Muda.

Intento asimilar todo lo que vi. Anell puede que sea muda…

Ahora entiendo porque Eller decía que me hacía falta oxígeno en el cerebro o que para la teoría era un genio pero para la práctica un asco. ¿Cómo no me di cuenta antes? Llevo una semana en Sidney y no podía deducir que Anell no me hablaba porque era muda… pero, ¿Por qué con Alfred no hablaba tampoco? Supongo que él debe de comunicarse con ella de alguna u otra forma, debe de saber hablar por las manos, o por lo menos entenderlo.

Respire hondo y vi a Anell subir en el autobús. Bestia tal y como lo hacía siempre, una blusa manga tres cuartos de distinto color, sus vaqueros negros y sus típicos tenis de piso negras. Se veía tan cansada, como si un hubiera dormido en toda la noche. <<Pobre, quisiera saber qué es lo que pasa por su cabeza>>.

Su cabeza abajo no dejo que me mirara y se sentó en el mismo asiento que se había sentado el martes pasado. ¿Me levanto y me siento con ella? ¿La dejo allí?

No volví a preguntármelo y me levante para ir con ella y sentarme a su lado. Creo que no fue buena idea.

¿Alguna vez han visto una película donde una persona se estrella contra el vidrio del autobús por alguna vuelta exagerada o un freno muy brusco? Pues heme aquí tirado en el pequeño pasillo del autobús con una pulsación enorme en mi cabeza.

Anell pareció haber visto mi desgarrador accidente y se levantó de su asiento para brindarme ayuda, y por brindarme ayuda es extender su mano para volverme a ponerme de pie y ya. Cuanto me hice de pie, la mire a sus lindos ojos verdes. Bueno no había podido contemplarlos tan de cerca, pero son hermosos. Estos últimos mostraban tristeza, angustia, preocupación y tantas más cosas que no podía entender.

Otro giro brusco lleno el espacio y fuimos a dar en uno de los asientos con Anell arriba de mí, mientras la sujetaba de la cintura. Me miro directo a los ojos, se sonrojo y se sentó en el asiento de al lado.

***

-¿Por qué no me habías dicho que Anell era muda?

-Bueno, supongo que era muy obvio y que podías adivinarlo tú mismo, querido amigo.-Dijo Alfred comiendo de su fruta picada.-No entiendo que hayas tenido que verla con tus ojos para saber que era muda.

Baje la cabeza y la estrelle con la mesa de la cafetería. Alfred y yo decidimos ir a comer, ya que las chicas, que parecían inseparables, se fueran a no sé dónde. Quería saber si Anell era muda por sus cuerdas vocales o es algo relacionado con su vida…

-Freddie.

-¿Si?

-¿Anell es muda por algún problema en sus cuerdas vocales?

Alfred abrió ligeramente sus ojos como si lo que le pregunte fuera de miedo y no quisiera ver lo que pasa después.

-Amm… Ash, yo no soy a quien debes preguntárselo.-Tomo su fruta y su mochila saliendo por la puerta de la cafetería.