Capitulo cinco, parte uno: Demons.

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-Sigo sin entender cómo conseguiste que cediera.

-Vamos, no es tan malo, solo me acompañas a una academia de danza.-Siseo Eller.

-Y si es solo eso, ¿Por qué rayos tengo que ir?-Hice un puchero.

-Porque no quiero ir sola, además haz estado muy apagado desde ayer, no he oído tus risas de ardilla en un día entero.

-Ya, Eller, olvídalo.-Dije restándole importancia al asunto.

-Oye, que Anell sea muda no es el fin del mundo.-Me miro con sus ojos castaños adivinando mis pensamientos <<Maldita>>.

No conteste y seguí caminando sin querer hablar del tema.

-¿Falta mucho?-Cuestione con mis pies cansados de andar.

-Nop, allí esta.-Dijo caminando más rápido mientras señalaba a un “edificio” color beige, que parecía más una casa algo grande.

Entremos al lugar y nos encontramos con el recibidor, en la pared de enfrente estaba un letrero gigante con el nombre de la academia y algunas fotos de sus alumnas bailando o en presentaciones en teatros de la ciudad, la mayoría eran niñas pequeñas. Eller bailaba desde niña pero sigo sin entender que afán de seguir bailando, aunque desde un punto de vista distinto, Eller era una gran bailarina de ballet clásico y había ganado algunos premios a nivel nacional en Irlanda, pero no veo esto como un futuro.

Del lado derecho del lugar había un pasillo algo largo con tres puerta de cristal, una a cada lado y la tercera al final de este; del otro lado estaba un escritorio con la que supongo es la encargada del lugar. Eller comenzó a hablar con ella pidiéndole información.

Camine por el pasillo; en la puerta de la derecha bailaban tap al ritmo de melodías totalmente desconocidas, y para ser sinceros el tap no es precisamente mi baile favorito. A la izquierda estaban dando clases de hip hop al son de canciones un poco más conocidas en la sociedad. Seguí caminando y más adelante casi al final del pasillo había unas escaleras en espiral que llevaban al segundo piso y por último la puerta del fondo.

El salón en cierta forma se veía vacío, solo podía ver a una chica con unas mayas hasta la mitad de sus pantorrillas, una blusa blanca que cubría tres partes de su espalda y por ultimo unas zapatillas de ballet perfectamente ajustadas. Estaba para de espaldas a mí y no podía ver su reflejo del espejo que cubría toda la pared de enfrente. Segundos después comenzó una canción que reconozco de aquí a cinco kilómetros de distancia; Demons.

Inicio su rutina en la parte tan tranquila del inicio de la canción, todo era calmado a pesar de la energía con lo que lo expresaba, y no era precisamente ballet clásico, sino un ballet alternativo o contemporáneo. Todo continúo bien, hasta que llego el coro donde todos los pasos explotaron llenándose de fuerza y más energía. Saltaba, daba giros perfectos, inclusive golpeaba el suelo con fiereza y sus líneas eran aún más perfectas. En un giro quedo de frente a mi pero sus ojos estaban cerrados y sus mejillas al igual que sus parpados y su nariz estaban rojas…

-Ashton… Ashton… Ash, ya podemos irnos.-La voz de Eller se oía tan lejana. Pude oír sus paso acercándose igual de lejos.-Ashton, te dije que…-La voz de Eller paro al ver la rutina de la chica.-Dios… pero que bien baila esa…-La voz de Eller volvió a cortarse al ver a la bailarina.-¿Anell?

Me sorprendió tanto verla bailando… e mi vida hubiera pensado que Anell fuese una bailarina y para ser sinceros lo hace muy bien.

Lo que me preocupaba era el hecho de que llorara junto con la canción, como si le recordara o representaba algo demasiado doloroso.

La canción termino y Anell cayó en el suelo tapando su cara para llorar silenciosamente.

Un estrujón en el pecho se me hizo presente…

Dead Voice |Ashton Irwin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora