Say Something |Manuel Neuer - Mats Hummels|

28 de julio del 2014

Gwen se dio la vuelta en la cama, mientras enredaba su cuerpo en las sábanas. Aspiró el aroma que las sábanas emanaban y sonrió, ya que olían al perfume que Manuel solía usar. Refregó sus ojos al tiempo que bostezaba y estiraba su cuerpo. Recostó su cuerpo en el barrote de las camas y miró la hora en el reloj que Manuel tenía en su mesada de luz. 07:00, él aun tendría que estar en casa, y luego en media hora, salir rumbo al entrenamiento en el Allianz Arena Tour, para el partido del fin de semana.

Se puso de pie, y se estiró, haciendo que se remera se estire por su cuerpo, revelando su plano y trabajado vientre en el gimnasio. Entró al baño, y cerró la puerta lentamente. Hizo sus necesidades, y luego se cepillo los dientes. Mientras que se hacía buches de menta, higienizo sus manos. Escupió el líquido verde mentolado, y se sonrió en el espejo.

Abrió la puerta de la habitación y un dulce aroma a chocolate se impregno en su olfato. Salió de allí con una gran sonrisa, y apresuró su paso para llegar a la cocina. Su novio le estaba dando la espalda. Tenía los pants grises de adidas, y aun no se había puesto una remera. Tenía el volumen de la radio al máximo, y cantaba la canción de Helena Fischer, una de sus cantantes alemanas favoritas.

- Buenos días amor. - susurro al acercarse a él.

Sus manos se encajaron perfectamente en la cintura del chico, y le beso los lunares de la espalda. Deposito suaves besos, y se puso en puntas de pie, para ascender con sus besos, y llegar a besarle la nuca. Él, sonrió, mientras acariciaba las manos de su novia, y volteó su rostro. Capto los labios de su novia, y la tomo entre sus brazos, depositándola en la mesada. Gwen sonrió, y acaricio el torso desnudo de su chico, mientras rodeaba su cintura con sus piernas. Manuel sonrió en el beso, y se separó de ella.

- Que hermosa manera de despertarme. - murmuró Manuel con una sonrisa, mientras le acariciaba el cabello. - Es tan hermoso tenerte aquí conmigo. -

Ella sonrió, sintiendo como se avergonzaba ante las palabras de su novio. - Gracias a ti por dejarme vivir contigo, y darme el placer de despertar todos los días a tu lado. -

Manuel la bajo de la mesada suavemente, y siguió elaborando el desayuno, mientras ella ponía la mesa. Trabajaban en equipo, cuando uno cocinaba el otro ponía la mesa, si uno levantaba la mesa, el otro lavaba, y estaba bien para ambos.

- Hoy recuerda que tengo doble entrenamiento. - susurró Manuel mientras dejaba su bolso en el baúl del automóvil. Gwen asintió con la cabeza y sonrió. - Nos vemos tarde bebe. - murmuró y la abrazó a él besando sus labios.

Gwen se despidió de Manuel con una sonrisa, y espero que el automóvil se perdiera de vista para volver a entrar al departamento. Su celular vibro mientras estaba en el ascensor.

Mats Hummels: "Estoy camino a Múnich, ¿Almorzamos juntos?

Gwen: "Claro que sí Hummels. Avisa cuando llegues a Múnich y vienes a buscarme :)"

Mats Hummels: "De acuerdo. Nos vemos en unas pocas horas."

Gwen dejo su celular en la mesada de café, mientras se tiraba en el sofá, y encendía la televisión. Puso el canal de las noticias, mientras tomaba la pequeña manta que siempre dejaban allí, y se acomodó entre los almohadones. Tomo su celular nuevamente, y activo la alarma para dentro de unas horas, y volvió a acostarse, tapándose.

Mats Hummels: "Ve preparándote. En media hora voy por ti"

Gwen terminó de leer el mensaje, y se puso de pie rápidamente. Verifico la hora, once treinta de la mañana. No tenía tiempo para ducharse, por lo que busco algo lindo que ponserse. Opto por un jean gris claro con algunas roturas en sus piernas, unos borcegos negros con tachas, una remera de mangas cortas negras, y sobre la remera un sweater verde claro. Se maquillo un poco, y arreglo su cabello, dejándolo suelto. Eligió una cartera blanca pequeña, ya que llevaría pocas pertenencias, y se puso un gorro de lana blanca sobre sus cabellos. Escucho el timbre del apartamento, y salió de allí mientras bajaba el interruptor de la luz, y la estancia quedaba en penumbras. Bajo las escaleras trotando, y cuando llego al primer piso, respiró profundamente, y luego soltó todo el aire.