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Sus brazos lo sujetaron con fuerza en un abrazo que ella mas que nadie necesitaba en ese momento. Los brazos de Sam la rodearon de regreso. Belha estaba mas que asustada de perder a alguien en estos momentos. Su alegría de que Sam estuviera, ahora bien, se empaño cuando su dolor y preocupación invadieron su cuerpo.

- Estas muriendo – dijo casi en un susurro para ella misma, pero Sam logro escucharla –

- Estaré bien – respondió a su sobrina, a la que no había tenido tiempo y disposición para abrazar antes.

- Claro que lo estarás – dijo Belha apartándose de el un poco. Una lagrima rebelde se escapó y rodo por su mejilla, pero ella rápidamente la limpio con rabia y decisión – yo no dejare que te pase nada.

Sam frunció el ceño y Belha coloco su mano derecha sobre el cuello de Sam. Una especie de calor comenzó a sentirse sobre la palma de la mano de Belha, causando un poco de dolor en las partes mas gruesas de su cuello negro. Una luz apareció. Una luz brillante comenzó a salir de la palma de Belha y comenzó a desaparecer las manchas de oscuridad que estaban dejando a Sam Winchester sin vida poco a poco.

Un pequeño grito salió de la garganta de Sam cuando las puntas de las últimas líneas negras desaparecieron al convertirse en luz. Alivio. Eso fue lo que sintió el menor de los Winchester cuando su sobrina retiro su mano.

Un suspiro. Los ojos de Sam estaban abiertos de la impresión, enserio ella lo había curado del todo solo con un toque de sus manos? ¿De qué iba todo esto?

- ¿Qué paso? – pregunto Sam cuando recupero por completo el aliento. - que acaba de pasar?

- No... no lo sé – tartamudeo un poco Belha - yo solo quería que todo tu dolor desapareciera por completo. No quería que murieras. – la chica miro sus manos, esas manos que minutos antes habían salvado una vida, de nuevo. Si es que la vida de Reagan contaba, ya que ella solo había estado en coma. Las luces del hospital parpadearon un par de veces, Belha y Sam se miraron a los ojos un poco, como preguntándose que estaba pasando.

El corazón de Belha dio un latido mas fuerte de lo normal. Una punzada en su pecho era una señal, por lo que ahora ella podía ver. Camino hacia una de las ventanas del lugar para ver hacia afuera. Las nubes de nuevo. Las nubes negras y aterradoras del principio ahora estaban allí de nuevo. Se aproximaban a paso seguro hacia la ciudad.

- Que está pasando ahora – dijo Sam asombrado de ver la oscuridad de nuevo.

La respiración de Belha se aceleró al ver todas esas almas corriendo hacia dentro de la ciudad, aterradas, atemorizadas por esas nubes. Gritaban, corrían y sus expresiones de horror las hacían ver como si aun estuvieran vivas.

Sin pensarlo un ni un segundo, Belha se transporto hacia la entrada, su vestido blanco cayendo detrás y dejando ver sus tacones blancos aparecieron de nuevo, la guadaña se encontraba entre sus manos y miraba con furia hacia las nubes que ahora se acercaban con rapidez hacía en donde ella se encontraba.

Con sus dos manos hizo girar la guadaña y la coloco con fuerza frente a ella, golpeando el piso con intensidad y haciendo que una enorme barrera invisible apareciera frente a ella, y sobre toda la ciudad.

Sam solo logro salir del hospital cuando su vista capto como la barrera se hacia mas grande y se extendía hacia el otro extremo de la ciudad. La alarma de un auto se activo cerca de Sam, y las luces comenzaron a prender y apagar.

La oscuridad golpeo con fuerza, haciendo que un pequeño gemido saliera de la boca de Belha y se inclinara un poco hacia enfrente, haciendo mas fuerza para mantener la guadaña erguida frente a aquella maldad pura que estaba enfrente de ella. "necesito resistir" se dijo a si misma mientras cerraba sus ojos y pensaba en todas esas almas en pena que aún no sabían lo que pasaba realmente y no sabían que estaban muertas. Pensó en su madre, y el nudo en su pecho apareció y se agrando al máximo, causándole que una lagrima rodara por su mejilla.

"Deja que el sol brille de nuevo" escucho la voz de muerte en su mente. Y se imagino que ella era un sol, un sol apagado, que poco a poco comenzaba a brillar y brillar hasta que era un enorme sol ardiente y lleno de luz. Abrió sus ojos y miro con furia de nuevo a la oscuridad... se desvanecía, la oscuridad desvanecía poco a poco... hasta que ya no quedo nada.

Aun sujetando la guadaña, callo de rodillas. Su respiración era agitada, como si hubiera recorrido kilómetros y kilómetros en una maratón. Recargo su frente en el metal frio de su ahora guadaña y el alivio la invadió.

- Nos has salvado - dijo una voz detrás de ella. Ella podía sentirlos. Todos estaban allí detrás de ella.

De manera lenta se volvió a poner de pie, para luego girar y ver a todos esos muertos allí. Unos la miraban con asombro, mientras otros aun la miraban con un poco de temor.

- Necesitar pasar hacia la luz – les dijo en un hilo de voz de dolor y desesperación – sé que es doloroso, pero, sé que ustedes ya tienen una sospecha de lo que está pasando acá.

Los ojos le escocían y los cerro con fuerza haciendo que las lagrimas comenzaran a caer. La niña que había aparecido frente a ella en la carretera apareció allí, frente a ella, la miraba con admiración y agradecimiento.

- Lo haremos - dijo aquella pequeña – nos iremos hacia la luz - todos detrás de ella asintieron mientras le regalaban una pequeña sonrisa – gracias.

Esas fueron las palabras que hicieron que el corazón de Belha se detuviera y cerrara sus ojos. No fue como ella imaginaba que seria. Ahora no había una vida entera de esas personas pasando frente a sus ojos. Ahora solo había una pequeña brisa y todos se habían ido para siempre.

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⏰ Última actualización: Mar 16, 2019 ⏰

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3º Libro: The DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora