Debajo De Nuestros Pies

SêïS

    Caminamos bastante, bajando por unas escaleras, por un pasillo totalmente iluminado.
    Aun escuchaba esa voz que me llamaba desde el final del túnel, si no es que desde mas haya aún.

   Por un momento pensé que estabamos bajando al mismo infierno, por pinturas rupestres que encontrábamos en las paredes cada ciertos metros, y las criaturas que estaban dibujadas ahí no parecían muy bonitas, ni mucho menos amistosas, podriamos decir por lo que hacen con las personas a su lado...

    Algunas parecían gigantes con complejo de árbol, que parecían las mas amistosas. En otras había lo que parecían perros gigantes, como bestias, mucho mas violentas, pero con poca inteligencia. Pero había uno mas que parecía ser mucho más peligroso, tenía forma de un humano, pero parecía hasta un dios bajado de las mismas estrellas.

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    Seguimos nuestro camino, y noté algo más, tomando en cuenta que ya estábamos a demasiados kilómetros de profundidad, ya tendríamos que estar a una temperatura realmente alta, incluso ya podríamos habernos deshidratado, pero no era así, y también había suficiente aire fresco, el ambiente no se sentía como una caverna, mas bien como si estuviéramos en un campo lejos de la ciudad, con aire fresco y una brisa agradable.

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    Ya fatigados, después de haber caminado algunas horas mas, llegamos a lo que parecía la parte de enfrente de un templo.
    Era una caverna de de unos 100 metros de alto, con pilares desde el techo hasta el piso alrededor y en el centro de la camara. Todo era color gris. En el centro de la camara habia una especie de sala, ppr asi decirlo, dos hileras de 5 pilares de unos 50 metros de altura, con unos 10 metros entre cada hilera y unos 5 entre cada pilar, con una gran plataforma sobre los pilares. En el centro habia una mesa rectangular, de unos 5×15 metros, bastante grande, con el continente americano dibujado en el centro de la mesa. La verdad parecía ser bastante antiguo,  pero también que había sido usado recientemente.
    Empezamos a buscar pistas para salir de ahí, o de por lo menos para buscar una explicación, porque no creo que sea normal encontrar un templo a tantos kilómetros bajo tierra.
    Tras unos minutos de haber buscado, esuché un estruendo bastante alto, como si una roca gigante hubiera caído desde muy alto y se haya roto. Seguido a este, se sintieron varios golpes mas pequeños, como si un gigante estuviera viniendo hacia aquí, y no me equivocaba...

   De la nada apareció el camarón de mi hermana, siendo perseguido por un perro gigante,justo como el de las pinturas...