Capitulo III

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Omnisciente

JeongHan pasó los últimos dos días confinado en su habitación.

Casi todo el tiempo dormía, extrañamente, se sentía más cansado desde que había llegado a ese palacio de ensueño, probablemente era por que comía casi o nada, o tal vez porque la luz solar no bañaba su rostro como cada día o no sentía el aire fresco recorrer cada fibra de su cabello.

JeongHan quería morir.

Pasar el resto de sus días encerrado no era el plan de vida que tenía en mente. Él planeaba casarse con una linda niña, tener un par de hijos y tal vez continuar con el legado de su padre en alguna otra parte.

La cara caliente de JeongHan se hundió aún más en la cama, se estaba ahogando pero la sensación de la delicada seda de la sábana era realmente agradable en su rostro.
Escuchó de fondo como la puerta de su habitación se habría lentamente, para después escuchar la bandeja de plata caer delicadamente en el alfombrado suelo, la puerta se cerró nuevamente.

JeongHan ni siquiera tuvo que levantar la cabeza para saber que se trataba del desayuno, o del almuerzo... o la cena, en realidad no tenía idea en que momento del día se encontraba. Tampoco sabía quién traía la comida, en un principio pensó que se trataba de la bestia, pero cuando noto que no se escuchaban sus pasos ruidosos o su respiración continua, descartó la idea, por lo que empezó a decir que esa comida "venia-de-ninguna-parte".

¿Pero a quién se supone que le diría eso?

Bueno, tal vez a su subconsciente, pero parecía que este tampoco lo acompañaba, se encontraba tristemente sólo.

Casi por inercia, se levantó de la cama muy adolorido por permanecer mucho tiempo en una misma posición, recorrió desde su cama hasta la puerta y recogió la bandeja de plata con exquisitos platillos en ella, realmente se esmeraba quien quiera que sea en su alimentación.

Junto a la bandeja, se dirigió hacia su cama y colocó la bandeja en sus muslos, empezó a comer.

《...》

Cuando termino un poco menos de la mitad de la comida, devolvió la bandeja a su lugar frente a la puerta.

Para distraerse un poco, recorrió su habitación por quinta vez consecutiva en esos dos días.
Era realmente espaciosa, era más grande que su casa en el campo, ¡incluso más grande que su habitación en su antigua mansión!. La habitación era muy elegante, casi en su totalidad de color purpura y liliáceo.

Casi se sentía como un rey.

El gran cuarto se encontraba decorado de cuadros de distintos artistas famosos, cada uno con una personalidad distinta, con algo que contar en sus lienzos.

¿Sir* Yoon JeongHan?

Alguien llamo en alguna parte, acaso... ¿Se habrá vuelto loco? probablemente, durante esos dos días de confinamiento voluntario, jamás había escuchado un solo murmullo.

¿Sir Yoon JeongHan?—volvieron a llamarlo, tal vez si se había vuelto loco, porque con la voz ronca respondió temeroso.

—¿Si?

Mi lord Choi solicita su presciencia en el comedor principal, la cena será servida en diez minutos.

《...》

Lord... por dios santo, era un lord.

JeongHan esperaba que se tratara de un rey o incluso un príncipe, era de esperase que se tratara de un lord en lugar de un rey o un príncipe, la mayoría de personas pertenecientes a la monarquía habían sido masacrados, era mucho más conveniente y seguro mantener un perfil bajo, pero lo suficientemente alto para ser considerados de "primera clase".

Garden; JeongCheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora