911 - ChangLix

16.

Sentía mi cuerpo pesado. No podía moverme. Abrí mis ojos lentamente y arrugué mi nariz, había mucha luz y estaba acostumbrándome a ella.

Miré a mi alrededor y lo poco que pude visualizar a mi derecha fue una inmensa ventana. La luz aún me molestaba.

Intente levantarme varias veces y con mucho esfuerzo lo logré, cuando lo hice fui directamente hacia la ventana. Pude ver a varias personas en una especie de patio o sitio de recreación, todas llevaban batas. Me miré reflejado en aquella ventana y también tenía una puesta, tenía puesta una bata. Estaba descalzo y mis manos estaban un poco moradas por el aire acondicionado quizás.

Estaba en un hospital.

― Tienes que despertar ―esa voz me hizo saltar ahí mismo donde me encontraba. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al escucharla, volteé mi cuerpo y mirada hasta donde estaba la cama.

Ahí estaba yo... Allí estaba Felix tomándome de la mano.

¿Cómo? Se supone que estoy despierto ¿Qué está pasando?

Me acerqué hasta donde se suponía que yo estaba, me veía tan real, tan débil. Tan destrozado.

Toqué uno de mis pies con mi dedo índice, podía sentirlo ¿Qué se supone que pasa? Podía sentir el tacto en la punta de mi dedo índice, pero también en mi pie.

Felix se encontraba sentado en una silla a mi izquierda, tomando mi mano, me acerqué hasta donde él y toqué si hombro ¿No lo sintió? Eso creo, porque no se movió para nada.

― Por favor, yo... Solo despierta.

Me acerqué a su rostro, él estaba llorando.

― Si tan solo hubiera llegado antes... ―murmuró Felix y besó mi mano.

¿Felix llevó a los policías?

Alguien más entró a la habitación.

― Lo siento joven, tiene que salir... ―Felix cayó al suelo y entre lágrimas dijo lo siguiente: «Sálvelo porfavor»

Pude ver como unos médicos llevaban mi cuerpo a otra recámara con prisa. Me empecé a sentir mareado y cerré mía ojos. Cerré mis ojos con la esperanza de volver a abrirlos.

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― No lo volveré a hacer, te lo prometo.

Me levanté del escritorio de lo computadora al escuchar esas palabras; era mi mamá.

Bajé las escaleras y mi papá le estaba gritando a ella por ello insignificante: solo por agregarle cebolla a los huevos revueltos.

― Mami ¿Qué pasa? ―pregunté.tenia tan solo 6 años, no entendía porque mi papá se enojaba tanto ¿Estaba cansado?

― Nada cariño, ve arriba y sigue jugando ―mi papá la tomó del brazo y la llevó hasta las escaleras donde yo estaba.

― Mira, pequeño, tu mamá hizo algo mal y por eso hay que castigarla. Solo eso pasa. ―agarró su rostro y le dio una cachetada, todo frente a mi.― Los hombres de verdad no dejan que las mujeres hagan lo que quieren, hijo.

Esa fue mi primera experiencia horrorosa, al ver como golpeaban a la mujer que me dio la vida.

Pasaron los años y mi papá se fue calmando, aunque ahora tomaba mucho y se drogaba.

Tenía 14 años de edad. Mi papá perdió el trabajo, estábamos en la quiebra, apenas conseguíamos para comer.

Fue un  tiempo difícil y mi papá no lo resistió. Se fue de la casa y nos dejó solos, mi hermana, mi madre y yo estábamos ahora metidos en problemas. El problema era encontrar de donde sobrevivir.

Yo busqué trabajo a medio tiempo, como vender y ayudar en tiendas pequeñas. Mi mamá empezó a hacer arreglos florales y le fue tan bien que abrió un pequeño local. Una florería.

Nos recuperamos lentamente y todo empezó a volver a la normalidad.

18 años...

Mi papá regresó, pidió disculpas miserables a mi mamá, me duele decirlo pero ella como una ingenua se las aceptó. Mi hermana también, aunque a ella la comprendo, no vivió una terrible experiencia junto a él. Yo también traté de aceptarlas pero no pude y eso le enojó a toda la familia.

Mi mamá pensaba que el perdón era algo que lo podía resolver todo, algo que te hace sentir bien, limpio y puro contigo mismo. Pero aún si yo lo hubiera perdonado, no me hubiera sentido bien.

No podía. No debía. No lo hice.

Las cosas se volvieron «normales» mi papá no trabajaba, pero se estaba acoplando bien.

Siempre por las noches intentaba hablar con mi mamá sobre lo que pensaba, pero ella evadió el tema diciendo que mi papá se tenía que recuperar primero. Me parecían palabras tontas ¿De qué se tenía que recuperar con exactitud? ¿De ser un patán?

Aun así, las cosas estaban tranquilas, hasta que una noche escuché gritos provenientes del cuarto de mi mamá.

― Oh ¡¿En serio?! ¡¿Y cuándo pensabas decírmelo?!

― No seas paranoica, solo es un bebé.

Entré a la habitación.

― ¿Qué está pasando?

― Esta es una conversación entre tu mamá y yo, hijo. ―se acercó a mi y yo solo corrí a mi habitación, tomé el teléfono y marqué al 911. Sabía que algo malo estaba por ocurrir.

― 911 ¿Cuál es su emergencia? ―no sabía qué contestar, estaba nervioso.

Mi papá abrió la puerta y apuntó un arma a mi cabeza.

― Dí cualquier estupidez ―me exigió y yo solamente obedecí a su orden.

«La persona de la que estoy enamorado no sabe que existo»

Ahí empezó todo, mi mamá se puso mal y la tienda cerró.

Mi padre volvió a los golpes y yo siempre intentaba hablar sobre eso a la otra persona en la línea de emergencia, pero... Simplemente no podía. Estaba bajo amenaza.

Siempre que hablaba con él le cortaba la llamada, porque quizá mi mamá estaba siendo golpeada y yo me entrometía en la pelea.

Hablar con él me sacaba de la rutina, siempre lo buscaba para conversar sobre otra cosa que no fuera mi papá. Felix era mi escape.

Ahora tengo que esperar para ver si el destino quiere que lo siga siendo...

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Bueno solo quiero informarles que quedan pocos capítulos para el final :'c

Y también.... QUIERO AGRADECER A LAS PERSONAS QUE ME SIGUEN LEYENDO LES AMO EN VERDAD NO LAS MEREZCO 😭💕💕💕

HEMOS LLEGADO A LOS 1K DE LECTURAS Y YO SIENTO QUE ME MUERO PROMETO QUE ME PONDRÉ MÁS AL CORRIENTE CON MIS ACTUALIZACIONES LO JUROSKI.  😁

I lobius my babystays 😀😢