Me estaba sintiendo épico.

Ocho días antes

Es jueves, el último día que voy a la universidad y ya voy de camino a mi casa, abordo el transporte público. Espero a que arranque y en ese momento sube mi hermano, le sonrió y le hago espacio para que se siente conmigo, hablamos animadamente de como nos has ido en la primera etapa a la universidad, amo verlo feliz. Tiene un ademán que hace cuando está feliz, coloca sus manos detrás de la cabeza y las mueve rápidamente lo que significa que está eufórico y feliz, está contento en donde está y siempre que lo hace me saca más que una sonrisa. En ese momento me pregunta si tengo hambre a lo que respondo que sí, son casi las 6 de la tarde, he de aceptar que también he estado ahorrando para el viaje que tengo en dos días, quiero comprar algo de alcohol y darme unos gustitos; él sale y dice que ya vuelve, regresa en un par de minutos con comida, bueno más bien mecato, trae pasabocas y bebidas, aquel niño con el que he crecido acaba de tener un detalle conmigo, a lo mejor parece insignificante pero para mí es demasiado y todo lo que viene de él para conmigo es simplemente significativo. Es más, a él es a quién le debo mi vida, aún recuerdo esa época donde todo para mí era oscuro...

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Era díficil para mí aceptar todo lo que estaba pasando en mi vida, resulta que ahora me gustan los chicos y no solo es eso, ahora tengo pareja y no es que me disgustara, simplemente fue complicado aceptarme a mi mismo, un cambio tan brusco trae consigo consecuencias igual de fuertes.
Mi chico y yo llevábamos 4 meses viendonos a escondidas, solo sus amigos sabían, fue algo difícil salir del clóset con mi círculo social, pero en ese entonces mis amigos fueron tan cálidos conmigo, nunca hubo una gota de rechazo y eso me hizo sentir muy bien, me sentía en gran parte respaldado.

Una noche estaba acostado en la cama de mi hermano con él, era tarde de la noche y los dos estábamos pegados al celular, yo hablaba con mi chico y en ese momento el me suelta:

-¿Ese es tu novio? -. Me dijo con tono frío.

Yo me quedé callado, lo miré a los ojos y lo ví con mirada de negación, quería decirle que no, que estaba equivocado, me aterraba que mi hermano me rechazara, decepciónar a alguien que amas se siente horrible y no quería eso para mí, sin embargo él antes de que yo pudiese responder dijo.

- Vi en tu celular que decía "amor" y tenía la foto de un chico -. Masculló mientras tomó mi celular y entró a la foto de perfil de la conversación en la que estaba.

- Sí, es mi novio -. Dije finalmente, después de un par de segundos, admito que quería que el mundo me tragara, quería desaparecer, apesar de mi pensar mi hermano reaccionó de una manera muy diferente.

- Lo sabía desde hace un tiempo y no me importa, siempre te amaré, sin importar como seas, lo que te guste o a quién ames, siempre serás mi hermanito -. Me lo dijo mientras me miró directamente entre la oscuridad, me abrazó y la única reacción que logré tener fue soltar un par de lágrimas, en su momento no supe porque eran pero a lo mejor eran de felicidad. No tienen idea de cómo el vínculo que mi hermano y yo teníamos se fortaleció, no me daba miedo hablarle de mis cosas, poco a poco a falta de amigos mi hermano se volvió en mi mejor amigo y confidente.

Meses después mi relación con mi novio se fortaleció mucho, conocí a su familia, ellos no sabían que yo era su pareja pero era un progreso. Aunque nos veíamos a escondidas, parecíamos una pareja normal, nos besábamos en publico, nos tomábamos tantas fotos como fueran posibles, yo las publicaba en mis redes pues mi imagen ya no me importaba, nunca me imaginé que eso iba a ser usado en mi contra.

Una tarde mientras en mi casa había visita, siempre ha sido muy normal la visita de mi tía alba, mi madrina y quién siempre mostró una faceta relajada y abierta al diálogo. Pues ella a unos minutos antes de irse con mi mamá se acercó a mí en el cuarto de mi hermano con él en su cama recostado.