El aire que respiramos

Capítulo 3

Ya tengo traducidos los capítulos posteriores, ahora solo queda esperar a que el autor original suba el capitulo 6 para seguir traduciendo esta magnifica historia.

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Cuando Adora finalmente se recupera, con la cabeza palpitante y los ojos parpadeando lentamente contra la baja iluminación de la Horda, siente la presión de una mano en su muñeca. Sus nervios se dispararon mientras la mano rozaba su manga, casi tímidamente, empujándola ligeramente hacia arriba. Ella quiere apartar la muñeca o decirle a quienquiera que sea alguna bordearía, pero su boca se siente confusa y está convencida de que su cabeza puede estallar en cualquier momento, además, no sabe si puede abrir los ojos apropiadamente todavía.

"Catra" alguien llama, aunque Adora no puede precisar la voz, no puede precisar nada más que su dolorida cabeza, que se siente como si alguien hubiera tomado un taladro y hubiera empezado literalmente a perforar un agujero. "¿Qué estás haciendo?" sigue, Adora parpadea perezosa, visión borrosa, de modo que la persona que está de pie ante ella es sólo una gran silueta borrosa.

"¡Nada!"

A pesar de su estado comatoso, es una voz que reconocería en cualquier parte. Es una voz que hace que su corazón se acelere ridículamente. La mano en su muñeca la separa abruptamente, pero no puede darse cuenta, ya sintiendo que vuelve a caer en la inconsciencia, con la visión borrosa en los bordes. Su última imagen, antes de desmayarse, es la de la expresión culpable de Catra mirándola fijamente, con los ojos muy abiertos y tristes.

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Adora se despierta unas horas más tarde con el crujido de la puerta de la habitación. Se pone de pie, mira a su alrededor y se da cuenta de que claramente ha sido trasladada a una especie de celda. Muros de hormigón, un techo bajo, con una puerta, y sin luz natural, lo que significa que debe estar encerrada en lo más profundo del territorio de la Horda, en algún lugar subterráneo donde nadie pueda alcanzarla.

No hay salida.

Ella trata de calmar su expresión para no entrar en un total y absoluto estado de pánico, pero probablemente fracasa. Definitivamente fracasa. Una botella de agua y un sándwich envuelto son lanzados a la habitación y luego la puerta se cierra con un suave clic. De repente, deshidratada más allá de lo creíble, agarra el agua y abre la tapa, tomando el trago más largo de su vida. Luego, mientras mordisquea el sándwich, lleva a cabo una extensa exploración de la habitación, tratando de buscar cualquier grieta visible en las paredes, o formas de comunicarse con alguien, con cualquier persona, pero no hay nada.

Las próximas horas son de agonía.

Nadie viene por ella. Ni siquiera sus captores. Ni siquiera Catra.

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El día siguiente es muy parecido al primero. Adora se despierta cuando se abre la puerta de la celda, y de nuevo se pone de pie, de pie tan cerca de la pared como puede cuando entra su secuestrador.

Es Kyle, moviéndose por la puerta con otro sándwich y una botella de agua.

"Oye", dice, colocando suavemente la comida en el suelo. Se tambalea torpemente por un segundo, frotándose la nuca con la mano.

"¿Por qué estoy aquí?" pregunta Adora.

"Órdenes de Shadow Weaver".

Por supuesto. Por supuesto que lo es. Se mofa a carcajadas y se recuesta contra la pared de piedra. "No puedes tenerme prisionera el resto de mi vida".