Capitulo 1: El viaje

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    Primer entrega, Valentina.

  Hoy es el día... El esperado día ha llegado, dentro de un par de horas partimos de Buenos Aires hacia mi sueño; conocer la nieve.  La mejor parte de esto es que mis amigas  y  los chicos que nos gustan nos acompañaran... como compañeros, pero no importa, al menos van a ir.

  Estoy ansiosa y un tanto nerviosa, al terminar mi maleta, nuestro pequeño grupo se reunirá en la estación de autobús. Junto a la profesora, mis doce compañeros y yo partiremos a Bariloche... Antes de salir de mi casa, una de mis mejores amigas-Milagros- me envía un mensaje, pedía que la pasara a buscar, ya que se le dificultaba llegar al punto de encuentro.

  Accediendo a su petición, pedí un favor a mis padres y fuimos por ella. Mili me esperaba en la entrada de su casa, ya dispuesta a salir, traía unos bolsos (los cuales acerque a mi camioneta para ayudarla). Al subir mis mochilas le trababan el paso, por ello intento moverlas.

  -Val, ¿que se supone que traes acá? ¡esto es muy pesado! ademas son demasiadas cosas- me decía asombrada.

  -Una chica siempre debe estar lista para todo- dije con una sonrisa en el rostro.

  -Pero... nos vamos un dos semanas, no diez años...- dijo mientras me entregaba un bolso.

  -Mili...shh.. no importa, vamos

  Después de hablar y hablar, llegamos a la estación, no había mucha gente, pero logramos ver a nuestras amigas, Ángeles y Milagros. Si, mis dos mejores amigas se llaman Milagros. También nos topamos con la profe Mariela. Ella nos dijo a todos -como grupo- lo que debíamos hacer a continuación, debíamos subir nuestras cosas al deposito del autobús.

 Luego de cumplir el objetivo, llego la despedida y todos los padres, hermanos, etc saludaron a sus pequeñas aves en vuelo, yo, claramente no fui la excepción, y después de mimarme, llorar un poco y enorgullecerse de mi, mis padres decidieron dejarme ir.

 Formando una fila comenzamos a subir, mis amigas se mezclaron entre mis compañeros y me termine separando de ellas, a tal punto de no verlas, todos se apuraban por tener un buen asiento y empujaban al resto. Pero entre ese desorden vi una cara familiar, era Mateo, uno de los chicos del grupo, con su enorme altura... ¿intento "protegerme"? ¿mis ojos me engañan? me cubría con sus brazos, sin tocarme, asegurándose de que abordara en orden. 

 El termino detrás mía en lo que simulaba ser una fila. Me adueñe del primer asiento doble que vi y -sin opción- Mateo tuvo que disfrutar de sentarse a mi par, gozando de cada cosa que pase en el viaje. Oh por cierto es ironía, por si no se logra entender...

 Me disgustaba tenerlo a mi lado, durante el viaje quería ir con Ángeles, no toleraba mucho el silencio que había entre el y yo, me incomodaba y muchas otras cosas mas. Creo incluso que el también sintió la tensión en el aire.  mas la incomodidad aumento en el momento en que me dieron ganas de ir al baño... luego de varias horas sentada era lógico que pase y apenas íbamos 3 de 22 horas...

 Iba hacia el pequeño y sucio baño integrado en el autobús, cuando vi a mis amigas al pasar, sentadas las tres cerca, haciendo señas y formulando como seria la boda entre los dos, teniendo dos hijos y un gato. Las odiaba en silencio. El viaje de ida era insoportable y aburrido sin ellas, asique opte por dormir lo que quedaba del camino.  

 En un determinado momento, Mateo me despertó, con el pretexto de que pronto íbamos a hacer una parada para recordar que teníamos piernas o que existía un mundo ademas de ese bus. Al final de cuentas...era real. Por unos minutos salimos a caminar, siempre estando cerca así podríamos regresar.

Crimen Imperfecto: BarilocheWhere stories live. Discover now