Capitulo 4: Son cosas que nos pasan

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   Cuarta entrega, Mil

 Todos nos preguntábamos que había sucedido con Ángeles, de un día a otro ella estaba en uno de los cuartos de la caseta, encerrada y cuidada, como en un estado de rehabilitación. 

 Las cosas que Valentina ideaba ahora eran peores, no podía creer que una de mis amigas fuese a decir una mentira de ese tamaño. Me preocupaba por su paranoia, ella decía que lo que mato a Camila fue por ella también, por eso se queda en la puerta de ese cuarto, esperando a su mejor amiga. Por otra parte, parecía como si me ignoraban, ellas olvidaron el momento en el cual me encerraron con Franco...

 En una determinada hora teníamos permitido entrar a verla, llevarle cosas o simplemente intentar que despertara. En ese horario siempre eramos los mismos, la profe, Mili, Valen, ah y como olvidar a su enamorado alexis quien sin falta le llevaba flores que crecían por el campo seco.

 En especifico este día tiene un toque... aterrador, la neblina cubre todos los alrededores y la gente estaba nerviosa, por momentos se sentían inseguros y los escuche decirlo, decir que las mentiras de Val eran reales, es imposible que haya un asesino o algo similar.

 Ahora mismo me canse de todos, de los rumores y de la ignorancia... Incluso la cabaña se ve mas triste sin Ángeles, todo es mas aburrido y ni siquiera puedo satisfacer mis deseos, como cuando ella estaba conmigo. Luego de aburrirme en un sueño profundo, llego la hora de ver a mi amiga.

  -Me cuesta verla así... débil...- dijo Alex sentándose al lado de ella.

  -¿Pero que fue lo que le paso?- pregunte.

  -Ella lo vio... vio a quien mato a Camila... estoy segura de que esa cosa lo causo...

  -Valentina, ¿crees que estamos como para esas tonterías?

  -Mili, no seas dura...

  -¿Que? es la realidad, Camila no esta muerta, la escuchaste a la profe, esta haciendo tareas por desobedecer- dije mientras observaba la mirada enejada y reprobadora de Val.

  -CHICAS... este no es el lugar para pelear -Gritando, nos detuvo Alex. Ahora Val no era la única que me miraba mal, pero saben que en el fondo tengo razón.

   -Bien, quería ver a mi amiga pero se ve que no puedo estar con ella tranquilamente, sin que me molesten con estupideces.

 Me fui de ahí, no toleraba que ellos me trataran así. Por poco corriendo fui al bosque, es decir, al lugar mas poblado de arboles, porque creo que al tener un bosque nadie entraría ahí.   Necesitaba pensar, a fin y a cabo nadie se preocupaba por mi asique que problema tenia si me iba sola a dar un paseo, el tema fue que en un segundo me di cuenta de que alguien me seguía, oía ruidos, no, mas bien eran como pasos indiscretos que lentamente se acercaba.      

  Por un micro segundo pensé; ¿y si val tiene razón? y escuchando mi propia mente intente volver a mi realidad, pero a decir verdad la paranoia brotaba de mi, debía seguir caminando pero me daba un poco de miedo, por eso tome un camino distinto y detrás de un árbol me oculte para ver quien me seguía, mire a los lados, hacia atrás y delante, y no se veía nadie...

  -¿A quien buscas?

 Creo que mis gritos se lograron oír hasta en  el sur de África, Franco al parecer me seguía... Así para burlarse asustándome, resumiendo como es El, insoportable.  CON LA TENDENCIA DE MOLESTARME...paso un rato hasta que la paranoia bajo completamente y me tranquilice, era desagradable pero prefería que fuera Franco y no alguien mas...

  -Que frágil... eso fue algo simple para que te estés sentando del miedo, dramática.

  -¿DRAMÁTICA?¿YO? ¡APARECISTE EN FRENTE MIO Y ME SEGUÍAS!-dije gritándole, entre nervios y miedo.

Crimen Imperfecto: BarilocheWhere stories live. Discover now