-Buenos días, cielo.- entro mamá a mi habitación.
Yo la mire.
-¿Dormiste bien?.- se acerco y yo moví la cabeza negando.- Tranquila corazoncito, te prometo estar contigo en esto.- me abrazo.
Juntas bajamos a desayunar, mientras veíamos la televisión.
Todo el día fue normal, ella pidió esta semana en el trabajo y yo me negué a ir a la escuela.
Después de dos días, el viernes había llegado y con el, las ocho de la mañana con mi madre.
-Te juro que ese estúpido profesor me va a escuchar.- dijo mientras manejaba.
Yo me mantenía en silencio, como los últimos días.
Al llegar a la escuela, bajamos y me mire en el vidrio del auto de a lado. Daba pena.
No le moleste en arreglar mi cabello, solo lo cepille al salir de bañar, estaba muy palida, tenia ojeras más grades que mis uñas que he dejado crecer y ningún color iluminaba mi rostro. Todo lo contrario a lo que era una semana atrás.
Es increible lo mucho que aquellos chicos pudieron arrebatarme en una madrugada. La sociedad es una mierda.
Entramos a la escuela y muchos en el pasillo nos veian, era obvio, mi mamá parecía una loca recién salida del manicomio en busca del director y yo una muerta que saco de una tumba.
Al encontrar la oficina del director, entro sin tocar y conmigo atrás.-Señor...- la secretaria intentó detenerla.
-Dejala.- dijo el director y la secretaria salio de la oficina cerrando la puerta.- Buenos días, un gusto verte de nuevo Holly.- nos saludo a ambas.- ¿A qué se debe su inesperada visita?.
-Dejemos los saludos cordiales para después.- respondió tajante mamá.- Se lo pedí, le pedí al profesor aquel que dejara de hacer que mi hija salga tarde de la escuela y no entendió.
-Señora, no estoy entendiendo, sea más explicita.- miro serio a mi mamá.
-El lunes, el profesor volvio a retener a mi hija.- se estaba empezando a molestar.- ¡SU HORA DE SALIDA ES A LAS SIETE, NO A LAS JODIDAS DIEZ DE LA NOCHE!¡¿LO ENTIENDE?!
-Yo me encargaré de que no vuelva a suceder.- me miro.- ¿Eres a la única que deja?
Yo moví la cabeza afirmando.
-¿Él...alguna vez te ha...tocado inapropiadamente?.- pregunto.
Miente.
Afirme y el director soltó un fuerte suspiro.
-¿Cuántas veces ha sido?- no podía hacerlo. Levante un dedo.
-Señor Lee, creo que no es de su incumbencia saberlo, pero es necesario.- mi mamá hablo más bajito.- Fue víctima de un secuestro exprés y usted debe imaginarse lo más que paso mi hija, por salir tarde de la escuela, porque no paso el bus.
-¿Es...es en serio Holly?
Yo asentí.
El director se levantó de golpe y camino a la puerta. Salimos los tres rumbo a los salones.
Entramos a la sala de video donde estaba el profesor.
-Director.- saludo poniendo pausa al video.
-Buenos días jovenes.- saludo a los alumnos y ellos devolvieron el gesto.
-¿Qué ocurre?.- pregunto el profesor, miro la puerta.- ¿Holly?.
-Salga un momento.- nos fuimos al pasillo.- Creí haber sido claro cuando le pedí no retener a Holly después de su periodo escolar.
-La ultima ves fue el lunes.- se defendio.- Y fue para que pudiera corregir su examen, le ayude un poco porque salio realmente mal y podía reprobar.
Yo jale el brazo de mi mamá negando repetidas veces. Saque mi teléfono.
"Él dijo que tenia que hablarme de unos temas".
-Ella dice que no es así.- defendió mi mamá y les enseño lo que escribí.
"Me hablo de lo mal que esta yendo su matrimonio ahora mismo y tenía más de dos meses sin tener relaciones con su esposa"
-Pero...¿qué...- mi mamá leyó y le mostro al director.
-¿Eso es cierto?.- preguntó el director al profesor.
-Bueno,puede que se lo haya comentado pero...- mi mamá lo interrumpió.
-¿Tardo tres horas en corregir un estúpido examen?.- desafío.
-Señora, no se altere.- dijo el director.- Usted, termine de dar las clases de este día y pase a firmar su renuncia a mi oficina.
-No me van a despedir sólo por esta niña ¿o si?.- se molesto.
-Sabemos que no es la única y si lo dejo, no será la ultima.- dijo el director.
Al parecer, otras chicas se quejaban del profesor.
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I miss you.- Jackson Wang.
Fanfiction¿Fue una casualidad? No, las casualidades no existen, todo es parte del destino, el me puso en el lugar y a la hora perfecta, lo sé.