La salida

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Las cuatro de la tarde se dieron y yo continuaba en el metro, ya que hubo un supuesto accidente más adelante.

Llegue al centro de la ciudad media hora despues.

Entre la multitud vi aún chico rubio, mirando su celular y con una mueca en su rostro.

Me paré detrás de el y sonrei un poco.

Su loción me encantaba.

-Mueve tu culo y camina a comprarme un nuevo celular- Dio un pequeño salto y se levanto, bloqueando su celular al instante y sonrió con su pulso agitado y sus mejillas sonrojadas.

-Pensé que me habías plantado- Dijo y me abrazo de un momento a otro.

Las células de mi piel se movieron y la sensación de felicidad brotando de mis venas y un cosquilleo en mi estomago.

El contacto físico no estaba en mi sangre y desde hace mucho no me abrazaban.

Triste, lo se.

Todo en mi vida era triste.

-¿Un IPhone? ¿Un Xperia? ¿Un Galaxy?- Le sonreí.

-Talvez un IPhone- Me sonrió y entrelazo nuestras manos arrastrandome entre la multitud.

-Primero, ¡Comeremos un Helado!

Oh oh.

Eso no sonaba bien.

-Sabes, comí algo hace unos momentos, no creo que...

-¡Por favor!-Rogo y negué.

-No quiero, en serio, gracias.

-Pero Sophie, ¡Es un helado gratis! ¡Y conmigo!- Hizo un puchero y yo rodé mis ojos.

-No quiero, no quiero el maldito helado, ¡Menos si es contigo!- Espete y el me miro triste, sus sonrisa desapareció de su rostro.

-Vamos a comprar tu celular- Mencionó molesto.

Me sentí como un ogro al tratarlo asi.

Pero así debía ser. Yo era una perra y el no debía de tratarme bien por serlo. No debía acercarse a mi, porque podía lastimarlo y yo no quería eso.

Pero parecía que el no veía el aviso de "Cuidado" y se introducía al fondo de mi. En el agujero, donde todo es tragado y desaparecido

-¿Porque reaccionó así al verme detrás suyo?, con el celular-Pensé en voz alta y el sonrio, mientras yo me maldecia por ser tan idiota y no controlar mi lengua.

-Lo siento, pero no creo que te importe- Dijo riendo y yo me callé.

Me sentí mal ante su respuesta y me quede en silencio hasta llegar al centro comercial.

-¿Con quien hablabas antes de chocar conmigo?- Preguntó sonrojado.

¿Que no podía dejar de sonrojarse?

-No creo que sea de tu incumbencia- El sonrió ante mi respuesta.

-Debo darle las graciasa el chico. Por el nos conocimos- Dijo sonriendo y se sonrojo, aún mas.

Jugué con mis dedos y luego vi un IPhone, era uno blanco y sonreí al verlo.

-Quiero este- Lo apunte y el vio el precio.

-No será problema.

No quise preguntar de donde saco el dinero y el fue a pagarlo, mientras yo caminaba entre los lugares del centro comercial.

Un vestido blanco, hermoso, con un escote en encaje blanco y la cintura del mismo material. Parecía una rosa blanca, hecho por angeles para una chica perfecta.

No me serviría.

Yo no era la chica elegida para usar ese hermoso y perfecto vestido. No cabría en el y las cortadas de mis muñecas se verían.

Lo mire con nostalgia y cuando voltie para irme, una voz a mis espaldas hablo.

-Se te vería perfecto- Dijo el Rubio, cogiendo el vestido con su mano izquierda y con la derecha agarraba mi mano.

-Vamos- Me pregunté a donde me llevaba, pero preferí no preguntar.

-Entra- Ordenó y mire el interior del pequeño cuarto.

Era un vestidor.

Negué repetídas veces.

-No, no, no, no me quedará bien, estoy gorda y no entraré en ese vestido y yo...

-Sophi, eres la mujer con el cuerpo más perfecto que he conocido. Sólo pruébalo, sólo quiero verte con el.

Suspire rendida.

Me dijo que era la persona con el cuerpo más perfecto que había conocido, ¿cierto? ¿No estaba soñando?

Esas palabras me hicieron sentir bien, muy bien.

Deslize el vestido por mis pies, subiendo por mi cintura y luego por mis hombros.

Me mire en el espejo y quede perpleja al verme.

-¿Estas bien?- Preguntó- ¿Sophi? Voy a entrar.

Abrió la cortina antes de que yo reaccionará y sus ojos se abrieron al verme con el.

Yo creía que me veía bien con el vestido.

Pero su reacción hizo venir abajo lo bien que me sentia.

-Estas tan... Perfecta Sophi, Eres hermosa-sus palabras me hicieron sonrojarme y baje mi mirada al suelo.

-Cambiate, nos lo llevaremos.

Salió de alli, así sin mas.

Me lo quite rápidamente y sali de alli, encontrándome con Niall igual que antes, pero ahora sonreía atontado.

Mire su pantalla, ya que soy una entrometida y alcancé a leer mi nombre, pero Niall de volteó.

-Vamos- Dijo sonriendo y yo Suspire.

Hablaba con alguien sobre mi.

Llegue a mi casa y noté que el número del Rubio estaba en mis contactos, rodé mis ojos y camine hacia mi portatil, buscando apartamentos compartidos.

Caminé fuera del apartamento y llegue a un pequeño parque, donde habían dos personas en una banca, besandose.

Mi vista se aclaró y vi a Niall con una morena.

Lágrimas y lágrimas inundaron mis ojos.

Corrí hasta mi apartamento y me tire en mi cama.

Y yo pensé que le gustaba.

Siempre he sido una ilusa.

No tengo amigos y familia por quien vivir.

Me sentí tan sola derrepenre.

Y así estaba, sola.

El ultimo suspiro- N.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora