John me mira, como si se interesara en mi.
Tiene la libreta sobre sus piernas y golpea el lapicero en su rodilla, esperando a que yo hable.
-¿Porque no te desahogas?- Preguntó, impaciente.
-No digo mis sentimientos así como asi- Le respondo seca.
El sonrie y apunta algo en su libreta.
Sonríe un poco más y me pregunta si tengo mascotas.
Me niego y el Me mira, como tratando de sacarme información,
Subo mi mano, para agarrarme una coleta ya que el calor me está matando.
No tenía encuenta de que las mangas eran anchas y se caían al alzar los brazos, y que el hecho de haber levantado mi cabello, alzó aún más mis mangas, dejando a la vista las cortadas rojizas que me hizo esta mañana al bañarme.
Abre sus ojos y me mira asustado.
Balbucea cosas intendibles y luego me pregunta que porque lo hago.
-Es la pregunta más estúpida que he escuchado- Digo molesta por su reacción- Se supone que eres psicólogo, que es normal esto.
Se ríe.
-Esto no es normal Sophi. Eres la primera con cortadas en mi consultorio.
Me rio Ahora yo.
-No entiendo porque se lastiman.
-Yo si. Talvez porque se odian y sienten asco por ellas mismas y son patéticas ¿ No crees?
La puta mierda.
<<Lo hago porque me odio, porque soy un asco. Porque no merezco vivir. Porque todo lo que me pasa es mio. Porque todo es una mierda. Porque no hay nadie a mi lado, que me ayude. Porque nadie sabe que soy. Porque me han abandonado millones de veces. Porque soy patética. Porque me siento mierda. Porque soy una hipócrita con todos. Porque no soy capaz de aceptarme. Porque lo único que quiero es morir>>
Y cuando digo que soy estúpida, es porque lo soy.
Pensé en Voz alta y ahora estaba llorando.
-No eres una mierda- Me dijo el..
-Claro que si. Todos los que creo que se quedarán a mi lado se van. Recuerdo que desde que tenía doce soy asi.
Una mierda.
<<No tenía a nadie a mi lado. Quería que el se quedara conmigo y aquella noche de septiembre, llorando en la oscuridad y ahogando sollozos, se lo pedí a Dios.
Le pedí que el no me dejará también, que no me importaba las consecuencias y que lo quería a el. Quería decirle que me sentía mierda y quien era en realidad.
Se lo rogue, de rodillas y llorando porque no quería que se alejara.
Sentía que me ahogaba, que no podía respirar en aquel profundo mar de dolor y que quería que el fuera el que me salvara.
Quería que el Me abrazara cuando estaba mal y que me aconsejara. Quería que el Me quisiera. Lo necesitaba.
Necesitaba que alguien supiera de esto y quería que el fuera el primero en saberlo.
Pero Dios me dio la espalda cuando caía en el piso frío de mi habitación, tan débil, tan rota.
Y Dios me dejó sufrir alli, en silencio, mientras me miraba seguramente con una sonrisa en su rostro de verme de esa manera. Dios no me dijo nada. Sólo dejó que el Me dejara, que se apartara de mi, diciéndome que no lo odiada por esto, pero que el nunca me quiso y que no me veía más que una persona más en este mundo.
Recuerdo que sentí que todo en mi interior sé desgarraba y me encerre en mi habitación a llorar. Llorar de dolor y porque estaba cansada de todo.
Yo quería morir y sabia que Dios sólo me miraba desde arriba y no me ayudó.
Luego de esos largos meses, una chica de mi salón decía que me queria, que yo era su amiga.
Y yo le dije que la quería y que siempre iba a confiar en ella.
Y mentí.
No la queria, nunca confíe en ella. Nunca la vi más que como una persona más en el mundo.
Todo fue una mierda.
Todos los días lloraba en mi habitación y me cortaba.
Tenía ataques de pánico y comenzaba a sudar y a llorar, no podía respirar y mi cabeza me punzaba.
Y sufría alli, en silencio, viéndome tan sola, tan patética.
Tenía mis ataques siempre y no había nadie con quien hablar, desahogarme, y que me abrazara.
Estaba sola>>
Volvi a hablar sola y los ojos de John estaban humedos.
