Un cambio.

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Hoy era Lunes.

Empezaba otra semana en mi vida, y yo solo habia rogado no despertar con vida hoy.

Me sentia rota, vacia, con ganas de llorar en este momento por la impotencia  de no ser la chica que deseaba ser.

Me removi en mi cama cansada y me tire de ella, colocandome de pie y caminando hacia el baño.

Abrí la puerta de mi apartamento, saliendo al frío clima de Londres.

Camine entre el silencio de la mañana del nuevo dia.

Al llegar, muchos estaban saludando a sus amigos y hablando de las increíbles cosas que hicieron el fin de semana, en donde mi única cosa interesante de esos dias, fue que tendré que dejar mi apartamento, ya que mi contrato se vencía el próximo lunes.

Al llegar a mi salón de clase, muchos me ignoraron por completo, como todos los dias.

Las siete horas de clase y dos recesos pasaron lentos y torturadores.

Escogí caminar hasta el metro, ya que estaba rendida de este dia.

No acostumbraba en irme en metro, es mas, nunca me fui en el metro en los años que estuve en el colegio.

Mi celular vibro, sacandome  de  lo que pensaba y sacandolo de mi bolsillo trasero.

De: Idiota.

"Hola hermosa"

Harry Styles, diminutivo, idiota.

Pues, el era por así llamarlo el único amigo que tenia, y al único que supuestamente le importaba, pero no me mandaba ni un mensaje si yo no empezaba la conversación, lo cual me extraño, pero al ver el mensaje, sonreí.

Para: Idiota.

¿Que favor necesitas ahora?

De: Idiota.

¿Continuas enojada por lo del otro dia?

Para: Idiota

Me dejaste plantada.

De: Idiota.

Enserio lo siento, no me dejaron salir de mi trabajo. Derek, el chico que seguía mi turno, fue amputado esa noche y no pudo venir a trabajar. Hasta Angust era feliz con una sola pierna.

Para: Idiota.

Empezaba a escribir mi respuesta, pero un chico chocó conmigo, haciéndome caer y el sólo se movió un poco, pero su teléfono y el mio, cayeron al piso.

-Oh no...- Hablamos al tiempo, tirandonos a ver nuestros celulares.

Al suyo, al parecer no le pasó nada, pero yo no tenía la misma suerte.

Yo no tenía suerte.

Lo mire a los ojos hecha furia, acercandome a el a grandes zancadas.

-¡Que te pasa! ¡Mira lo que le hiciste a mi celular! -Gritaba enojada y el chico espantado se alejaba, a lo que yo me acercaba mas.

En un punto dejó de avanzar y no tenía escapatoria.

Había chocado con la pared.

-¡Hey, hey, hey! Lo siento, yo..- Comenzó a disculparse y su rostro parecía esculpido por angeles.

Su cabello rubio desordenado y esos ojos azules con su pupila dilatada, me miraban extrañados al ver que no seguía gritando.

Sus labios... Oh maldición, sus labios se veían tan... Perfectos.

Mis piernas flaquearon al darme cuenta del poco espacio personal, nuestras respiraciones se mezclaban y sus manos me agarraban mis muñecas, para no golpearlo y su agarre se safo un poco.

-Idiota, me debes un celular. Ahora- Le dije ahora en una distancia prudente.

-Te lo pagaré. Ahora- Dijo sonriendo, me crucé de brazos, desesperada por tener mi celular denuevo.

-Solo... Dame tu número- Lo mire obvia y el solo me miraba inocente, como si no supiera que mi celular estaba hecho pedasitos en el suelo.

-Mi celular, usted lo rompió- Dije seria y luego el se golpeó la frente.

-Sé me había olvidado, lo siento.

-Si, como sea, estaba hablando con...

-¿Tu novio?- Alzó una ceja y yo lo mire frunciendo el seño.

-Alguien importante- Dije extrañada y el sólo siguió con la misma expresión.

- ¿Estás libre hoy?- Dijo ahora, mirando el piso y con una leve sonrisa, sus mejillas sonrojadas y su mano en su nuca.

-¿Que?

-Digo, para ir hoy a comprar tu celular, siento haberlo roto, siento mucho de verdad. Yo..

-Parece nervioso- Dije aun mirándolo con mis brazos cruzados.

-Lo estoy- Me miró apenado y luego continúo- Así que si estás libre hoy...

-Iré contigo a comprar mi nuevo celular- Sonrio y yo lo miraba seria.

-Nos vemos en el centro, ¿está bien?

-A las cuatro- El asintió aún sonriendo.

-Estaré hay, lo prometo- Alzó su meñique y yo rodé mis ojos.

-Lo veo alli.

Bajo su meñique lentamente y me sentí mal al ver que por mi culpa, aquella sonrisa desapareció de su rostro.

-Adiós, mi nombre es Niall- Dijo.

-Mi nombre el Sophi- Volvió a sonreir.

-Lindo nombre, Sophi.

Se volteó para irse y camino un par de pasos lejos de mi.

-Niall- Lo llame y el se voltio, con un brillo en sus ojos.

-¿Si?- Preguntó acercandose a mi lado.

- No me hable como si fuera mi amigo- Me miró desconsertado- Usted, sin tutear- Asintió y ahora yo me voltie para irme.

-Adios Sophi- Lo escuché susurrar y mi corazón se encogió.

Talvez por ser una perra no tenía amigos, o novio.

Al parecer aquel cambio de rutina, me saco de lo normal de mi vida.

Por primera vez mi corazón se agitó y mi cuerpo sufrió una descarga de adrenalina, y unas cosquillas llenaron mi estomago.

¿Que era aquello que sentia?

¿Porque estaba sonriendo en este momento?

Ese día no almorze, no quería comer y sabía que luego si comia, terminaría vomitando.

Pero no me sentía vacia.

Me sentía llena de algo. Me sentía llena de felicidad y no me sentía tan mal.

Pero, ¿Porque?

Mi corazon se paró, al aparecer en mi memoria una sonrisa con ojos azules.

El ultimo suspiro- N.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora