Naruto: Protegiendo lo preciado para mí #Wattys2019

La Muerte de Uzumaki Naruto

La aldea escondida entre las hojas o Konohagakure no sato se encuentra festejando el día de hoy, las calles rebozaban de alegría por las personas en ella puesto que este día es 10 de octubre, cuando se conmemora la derrota del Kyubi  a manos de su gran héroe el Yondaime Hokage.

Los civiles bailaban y bebían como si no hubiese un mañana recordando lo afortunados que son al haber sido salvados en ese ataque, aunque también hacen aquella celebración en memoria de todos los que fallecieron ese fatídico día.

Entre todos ellos, un rubio caminaba precavidamente por las calles del distrito civil rumbo a su hogar. había salido en búsqueda de comida puesto que las raciones en su casa ya se habían acabado y quiso aprovechar en ir a donde el y su hermano dicen, se puede comer la comida de los dioses, el ramen. Afortunadamente para él había un local donde era bien recibido y no lo rechazaban apenas notaban su presencia.

Pronto llevaría a cabo su plan, desde hacía varias semanas su mente pensaba que podía hacer frente a todo lo que le estaba pasando. Claro, toda la aldea creía fervientemente en que él era el kyubi pero permanecer tanto tiempo cerca de su hermano lo podría convertir en un blanco de los demás también, aunque en publico evitaban que los viesen juntos tarde o temprano la gente no tardaría en vincular de manera negativa a su hermano y eso no puede permitirlo.

—Al menos Menma está en un lugar seguro. —decía en sus pensamientos el rubio, para su fortuna, su Jiji logró convencerlo de acompañarlo este día a petición de él, porque si hay algo de lo que Naruto estaba seguro era que éste, de todos sus cumpleaños se convertiría en el peor de todos, no solo por lo que ya había decidido, sino porque ya hace tiempo su cuerpo se lo advertía.

Su mano tocaba su pecho, justo donde su corazón debería estar y su mente se preguntaba si había tomado la decisión correcta, y aunque su mente se formule esa pregunta constantemente su corazón y alma ya están decididos. 

Si es por su hermano arrasaría el mundo con tal de protegerlo.

Menma lo es todo para el rubio, su hermano, el único conectado a él por sangre, con quien forjó su primer lazo, su familia. Naruto podía recordar la inocencia y felicidad en su rostro cuando pasaban tiempo juntos, cuando se divertían y disfrutaban de la compañía que se daban.

Luego aparecieron más personas en la vida de ambos, su Jiji, Itachi a quien consideraban un hermano mayor, un Anbu con máscara de perro que en ocasiones los vigilaba por orden del Sandaime, a su pensamiento era bastante vago pero admitía que con ellos era bastante amigable. Su mente un momento recordó el evento con los Hyuga, aquella niña, Hinata. Desde que la conoció le pareció alguien bastante divertida, de las pocas personas en la aldea que no lo desprecien ella es una, el trato que le da a su hermano y a él mismo, una amiga de su propia edad y aunque es bastante tímida sabe que puede dejarle la compañía de su hermano en ella.

Poco a poco, las calles de la aldea se van haciendo más silenciosas pero el rubio eso poco le importaba, su mente solo vagaba sin rumbo hasta que un sonido lo alarmó. El graznido de un ave se escuchó cerca de el hasta que sintió algo en su hombro, un cuervo se había acercado a él pero lo interesante era ver una pequeña nota que este traía en su pico.

Tomándola en su mano, el cuervo rápidamente explotó en una nube de humo desapareciendo de la vista del rubio para fascinación de él, si había algo que le encantaba ver era las invocaciones de alguien pero este no es momento para ello, de los pocos que usan cuervos, Naruto conoce perfectamente quien lo envió por lo que fijó su mirada en la nota en sus manos. 

Naruto, tuve que tomar una misión rápida de último minuto, por favor espera que pronto iré. Sería mejor que te ocultes.