Las Heridas son Difíciles de Sanar

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Habían pasado unas horas desde el enfrentamiento contra Zabuza y la llegada del equipo 8.

Naruto despertó de su sueño observando a su alrededor mientras sentía como aquél dolor agudo en su cabeza apenas y ya lo notaba.

Enserio agradecía bastante el tener una regeneración mucho mayor a la de un humano normal.

Intentó levantarse pero algo lo detuvo, fue allí cuando sintió un peso extra en su pecho y al bajar la mirada no pudo evitar que sus mejillas adquirieran un tono rosado.

Allí vio a Hinata dormida plácidamente, su piel blanca brillando con la luz que se filtraba en la habitación, su expresión tan tranquila y llena de paz.

El corazón de Naruto no pudo evitar bombear más fuerte ante esa imagen.

¡Era como ver un ángel!

Sonriendo, el rubio pasó su mano por el cabello azulado de su amiga/interés amoroso "secreto" con delicadeza tratando de evitar despertarla.

Lastimosamente para él no pudo lograrlo.

Hinata se sentía en el paraíso en ese instante, la tranquilidad y calidez que su cuerpo estaba experimentando solo la hacían sentir en paz.

Pero fue cuando sintió un toque en su cabello que la poseedora del Byakugan fue forzada a abrir sus perlados ojos lentamente mientras enfocaba lo que estaba a su alrededor.

Dando un tierno bostezo a los ojos de Naruto, Hinata por fin logró reconocer lo que había hecho y la posición tan.. comprometedora en la que se encontraba.

Cuando su vista se cruzó con la del rubio, ambos no pudieron evitar sonrojarse de sobremanera ante la cercanía.

Antes de que alguno de los dos pudiese decir algo, una risa se escuchó cerca de la puerta de la habitación.

Volteando sus miradas, observaron a Kakashi el cual estaba sonriéndoles casi de manera picara, cosa que solo pudieron notar por la forma en la que su ojo se cerraba, mientras les daba u pulgar arriba.

En la planta baja de la casa, Kurenai y el resto de los Genin estaban tranquilos a la espera de que Kakashi volviese de verificar el estado de Naruto y Hinata, quien había argumentado quedarse a cuidar del rubio si es que este pudiese necesitar ayuda.

La Jounin estaba a punto de retomar la lectura de su libro firmado por el rubio, pero no pudo lograrlo ya que su atención se vio opacada por un ruido que sus oídos lograron captar.

—¡¡¡AHHH KAKASHI!!! —se escucharon dos voces gritando y un fuerte estruendo.

  ~Varios minutos después~

El equipo 7 y 8 se encontraban reunidos en el salón principal de la casa junto con Tazuna, Tsunami por su parte se encontraba en la cocina haciendo los preparativos para la comida de todos sus invitados.

De entre todos, Naruto y Hinata eran observados por los demás Genins ya que desde que llegaron allí de sus rostros no se han podido quitar los rubores que tienen, mientras que Kakashi permanecía con una sonrisa en su rostro, si es que se podría notar por la mascara claro está, y un notorio golpe en su cabeza, aunque parecía que poco le importaba.

—¿Van a explicarme lo que sucedió? —cuestionó la Jounin oji roja.

—No. —respondieron al unísono el rubio y la peliazul.

Después de unos minutos más donde el ambiente se hizo más tranquilo, el Jounin tuerto tosió llamando la atención de los presentes. —Como todos saben, Zabuza y su compañero escaparon antes de poder vencerlos, por lo que es obvio que ellos volverán. —dijo mientras los Genins lo escuchaban atentamente. —Por esa razón Kurenai y yo vamos a entrenarlos para que estén preparados cuando ese momento llegue.

Naruto: Protegiendo lo preciado para mí #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora