Ciclo Kent Rogers (Traducción)

Viento

A lo largo de los años, ha aprendido a eliminar el ruido, el caos que lo rodea. 

De niño, la actividad que lo rodeaba, el ruido, los latidos de los corazones, las personas que respiraban, el menor movimiento de un pie, un dedo, el sonido de un tráfico distante, cualquier cosa causaba que el terror echara raíces en él profundo y oscuro dentro de él. 

Su madre había ayudado, las técnicas que aprendió calmaron el mundo a su alrededor. Todas y cada una de las situaciones en las que se encuentra toman unos pocos días antes de poder evitar que el mundo invada su paz.

Entonces, cuando la sala de redacción se vuelve loca por otra historia alarmante, Clark se queda sentado en su silla en su pequeño cubículo, revisando los datos de su historia. Él siempre puede escuchar el barajar, la televisión como suena en el fondo. Si se concentra lo suficiente, puede escuchar más, la historia real que tiene lugar. No está lejos esta vez, él puede alcanzarla. Está dentro de los Estados Unidos en la costa este. 

Él puede darse cuenta de su habilidad innata para detectar problemas en este mundo, su hogar. Se aleja del escritorio, del cubículo a la ventana. No presta atención a la multitud alrededor de los monitores de televisión montados en las esquinas de la sala de redacción. En su lugar, se dirige a las ventanas.

El largo y distante choque y la explosión lo atrapan con la guardia baja y se sacude. Lois debe verlo porque cruza el espacio entre ellos. 

—¿Clark? Son los Vengadores, ¿no?

Ella mira hacia atrás a la televisión y él también mira de esa manera. En la pantalla la escena es un caos como siempre lo es. Los Vengadores, los nuevos Vengadores, habían sido convocados una semana después de la última vez. 

El Consejo todavía estaba investigando el último desastre, y ahora esto, no se ve bien por lo que Clark ve en la pantalla. Pero esta vez no es el peligro para los demás, sino para los propios Vengadores.

Alguien había venido detrás de la Visión durante la investigación de los Vengadores

Tenían todo tipo de armas y maniobras ofensivas disponibles. Por lo que Clark ve en la pantalla, los Vengadores habían sido rodeados. La mayoría había salido, pero su líder, según el informe, no lo había hecho.

Clark se enfoca en Steve, entonces, no en la televisión, no en los informes de noticias, sino con sus propios sentidos, tratando de encontrarlo a través del ruido y el dolor de cabeza de las suplicas persistentes de la humanidad.

—Steve — murmura en voz baja y se estira, tratando de escuchar, tratando de encontrarlo.

—El edificio se derrumbó — dice Lois y le aprieta el brazo. Ella sabe y cuando él encuentra su mirada, ella asiente con la cabeza y le dice que se vaya.

Encuéntralo.

Está en el viento en segundos, se desecha la ropa de la calle y vuela sobre Metrópolis, sobre los campos y carreteras hacia la costa este. Golpea a través de la barrera del sonido, su corazón palpita a través de su pecho. No es algo a lo que esté acostumbrado, no este sentimiento de impotencia y desesperanza. La última vez fue cuando vio morir a su padre. No dejará que eso vuelva a suceder, no esta vez, ni a él, ni a Steve.

El viento arde, el aire se adelgaza y no le importa. Se esfuerza hacia adelante, golpea más lejos y más rápido que nunca antes y pronto llega. Ambientándose en el terreno con la conflagración que lo rodea, escanea el área y ve los restos rotos de los Vengadores. Y luego lo ve, Iron Man, está aquí, pero su armadura parece abollada y chamuscada. Ante ellos, todo el edificio está en ruinas, ardiendo, un fuego furioso.