Veo pasar los arboles del parque, y vagos recuerdos vienen a mi mente. No pasaba por ese lugar, el mismo tiempo en que no pensaba en él.
Hacía dos años que no recordaba al rey de las tres coronas, él militar que dio inicio a mis anillos. El primero en adonar mis dedos.Si la vida no fuera mas irónica había sido esa misma fecha en la que lo vi por primera vez.
Suelo ser muy distraida y torpe, por eso había tomado las medidas necesarias cuando viajaba en autobus, ya que mi ventana era mi almohada y varias veces casi perdía la cabeza por dejarla abierta. Por eso siempre estaba cerraba aunque hiciera 40 grados de calor. Y ese verano no fue la excepción.
Ese dìa por primera ves no me encontraba cansada, por ende solo enfoque mi mirada en los autos que pasaban por alado. Con los cascos puestos me perdí en mi propio mundo soñando despierta.
Él conductor al parecer era algo torpe al igual que yo, ya que cada tanto hacia un movimiento brusco. En ese momento casi mi celular salio volando ya que sólo lo tenia sobre mi regazo. Debo admitir que abre parecido muy torpe al intentar agarrarlo.
Levante la vista buscando que nadie me haya visto, pero al parecer había fracasado. Un muchacho que no se encontraba muy lejos de mi asiento, se reía en silencio, tenia la mirada fija en mi y al notar que le correspondía, sus grandes ojos se achinaron. Y su risa se transformo en una enorme sonrisa, dejandome ver todos sus alvéolos dentarios, su cabello rizado estaba alboratado tapándole un poco él rostro. En un intento de seguir con la vista fija soplo y sacudió la cabeza para poder sacárselos. Al hacerlo, hizo caras graciosas ganándose una pequeña sonrisa de mi parte.
Si era posible sus labios se alargaron mas, y de un segundo a otro comenzó a decir algo. Volvio a repetir lo que intentaba decir pero no lo lograba a entender. Así que solto su agarre de la barra superior para hacer señas.
Hizo como si se sacara los cascos, los cuales no poseia. No entendía, hasta él golpe en mi brazo me obligo a comprender.
Mi agresora era una señora de edad, diria que unos 50 años, con el cabello cobrizo despeinado y sus ojos verdes parecían salirse de orbita. Su rostro estaba tan rojo como el boxer del señor que se encontraba detras de ella intentando agarrar una bolsa.
—¡NIÑA TE ESTOY HABLANDO!
—Señora disculpe, tenia los cascos puestos. ¿Que necesitaba? —me mordí el labio ante la furia. Temia que explotara en cualquier momento.
—Los jovenes y sus estúpidas tecnologías. Te quedaras sorda niña. Te he estado diciendo que abras la ventana. No te das cuenta él calor que hace y tu con la ventana cerrada. Cada olor que hay aquí adentro y tu me tienes soportando todo esto. —lo que había dicho causo él murmullo de varios y varias miradas asesinas.
—Señora no deberia ser tan grosera, y con todo respeto usted tampoco es que huela muy bien que digamos. — mis ojos viajaron hacia el dueño del comentario, me quede boquiabierta al ver al castaño alado de la mujer, sonriendole tan amablemente despues de lo que había dicho. La señora lo miraba con desaprobación, en cuanto a mi me había dejado sin respiración. Estaba tan cerca que pude apreciar lo atractivo que era. Llevaba una camiseta verde pegada al torso dejando nada a la imaginación, ¿cuantas horas de gimnasio haria ? ¿tendria las nalgas bien trabajadas tambien ?
—¡A ti quien te llamó a este entierro maleducado! Estoy hablando con la jovencita no contigo, y como eres capas de decirle eso a una mujer.
—No era mi intencion ofenderla señora, pero no puede pedir respeto si usted golpeo a la pobre joven y además nos a llamado a todos olorosos. Así que la maleducada es usted. — seguía sonriente. Y en un descuido me guiño el ojo cuando la señora se quedo callada mirándolo con rabia.
—Muchacho infeliz ...
—Señora sientese ya le abrí la ventana. No siga, porque usted es la unica que esta quedando mal —dije antes que comenzara de nuevo. Me levante y me coloque a un lado para que pudiera pasar. Se quedo unos segundos observando el asiento, y por fin se sento aun refunfuñando por lo bajo.
—¿Porque hiciste eso princesa? —me susurro al oido dejandome helada. Gire lentamente encontrandome con su rostro casi pegado al mió.
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Crown Ring
Teen FictionAlgunos coleccionan fotos, otros peluches, algunos incluso hasta piedras. Yo no soy la excepción, colecciono anillos. Pero cada uno de ellos representa una historia. Y esta es sobre él. Él 1° libro de la saga 5 Rings. Capítulos nuevos todos los mar...