𝗢𝗨𝗥 𝗦𝗧𝗢𝗥𝗬

5: Nosotros te vamos a proteger

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La pequeña niña de cinco años, estaba dormida en su cama con dosel rosa pastel, descansando plácidamente hasta que se abrió la puerta de su habitación.

— A levantarse. —Alice entró, abriendo las cortinas rosas de la ventana de la derecha.

— Es de noche. —murmuró Betty aún con los ojos cerrados.

— ¡Ya ha salido el Sol! —Alice exclamó, abriendo las cortinas de la ventana de la izquierda.

Y justamente en cuanto abrió las cortinas, en la siguiente casa, al mismo tiempo, las cortinas azules también se abrieron.

— Alice. —refunfuñó Gladys desde la ventana.

— Gladys. —refunfuñó Alice ahí parada.

— ¡Por favor, dejen de pelear! —Mary les gritó desde la ventana, abriendo las cortinas rojas.

Gladys hizo una mueca, Alice rodó los ojos con fastidio y regresó con Betty.

— Betty, vamos. —pidió Alice. — Ya es hora de levantarte, tienes que ir a la escuela.

— ¡Forsythe Pendleton Jones Tercero! —escucharon los gritos de la otra casa. — ¡Ya despierta!

— Vamos, Betty. —Alice destapó a la rubia.

— Hoy es Sábado. —se quejó Betty.

— ¡Es Lunes, Archie! —escucharon otro grito en la otra casa.

— Betty, lévantate. —Alice dijo jalándola de los tobillos.

— Nooo.

— ¡Entonces nada de jugar con Archie y Jughead! —gritó Alice.

— ¡Ya estoy despierta, ya desperté! —Betty se incorporó de la cama con un salto.

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— Creía que era Sábado. —bufó Betty caminando por los pasillos de COTR.

Children Of Tomorrow's Riverdale era el único preescolar en Riverdale, estaba cerca del río Sweetwater y ahí estudiaban todos los niños del pueblo.

Archie, Jughead y Betty iban en la misma clase ya que el pelirrojo había perdido el primer año y reprobado el siguiente. 

Y Jughead había sido educado en su casa en Toledo, por una institutriz gracias a su abuela materna y su insistencia de que la educación era un asco.

— Yo no quería venir la verdad. —Jughead dijo mientras caminaba junto con Archie y Betty.

— Pero, Juggie... —empezó Betty. — Tú contestas todo bien, siempre.

— Por eso mismo, me aburro. —el castaño se encogió de hombros.

— Archie, Betty, Jughead adentro. —la profesora Geraldine Grundy, la más jóven, los metió al salón.

Betty, Jughead y Archie se sentaron en una sola mesa como acostumbraban. En la siguiente estaba Kevin, Midge y Ethel.

— Buenos días, a todos mis niños preciosos. —dijo la rubia con una gran sonrisa.

— Buenos días, Miss. Grundy. —contestaron todos los pequeños niños, exceptuando a Jughead quien bostezó con aburrimiento.

— Hoy vamos a pintar con los dedos.

— Que aburridoooo. —Jughead se quejó, aún cuando Betty le dio un pellizco para que se callará.

— ¿Dijiste algo, Jug? —preguntó Grundy.