𝗢𝗨𝗥 𝗦𝗧𝗢𝗥𝗬

𝟐: 𝐀𝐫𝐜𝐡𝐢𝐞

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Un mes después de lo acontecido, Archie Andrews se encontraba acostado en su cama y pensando tonterías que no tenían sentido. 

¿Por qué la Luna te sigue a cada paso que das?

¿Por qué el agua en el mar se ve azul, pero si tomas agua es transparente?

¿Por qué Pucca quiere a Garu pero Garu no quiere a Pucca?

¿Por qué si Goofy y Pluto son perros, solamente habla Goofy?

¿Las nubes en realidad son algodón de azúcar?

Fueron las preguntas que más resonaban en su mente, mientras veía su cuarto pintado de color azul, veía sus balones y veía todo lo aburrido de su vida hasta que la puerta abriéndose de su cuarto lo hizo saltar.

— Papá, llegaste temprano. —Archie sonrió incorporándose, después de que casi tuviera un mini infarto.

— Es mi hora de descanso, Archie. —Fred dijo entrando a la habitación de su hijo. — Y te tengo un pequeño regalo por ser tan bueno y portarte bien.

Archie sonrió pues siempre era un buen chico y siempre se comportaba bien, le ayudaba a su mamá con todo lo que ella necesitará y su papá siempre lo recompensaba. 

— Y por eso te compre esto. —Fred le tendió una enorme guitarra de color azul que definitivamente era más grande que él.

Archie se quedó boquiabierto cuando su padre se la dio, era tan hermosa y brillante que juro que la cuidaría siempre.

— Esto está increíble. —Archie rió agarrando la guitarra y cayendo en la cama al ser enorme y pesar mucho más que él.

— Te enseñaré a usarla en cuanto regrese del trabajo. —prometió Fred viendo la misma emoción en él que anteriormente tenía de joven.

— ¡Genial! Ahora podré cantarle a Betty. —festejó Archie con una sonrisa.

— Uuuh con que Betty eh. —Fred hizo burla al pequeño Archie que quedó sonrojado mientras ocultaba su cara.

— Así no, no así. —rió Archie. — Solo quiero cantarle canciones, es mi amiga... Y aunque crea que soy una bruja, me cae bien.

— Bueno, entonces saluda a tu "amiga" en este momento y cántale una linda canción. —animó Fred, dándole un leve empujón. — Me tengo que ir, llego en la noche.

— Sí, papá. —Archie asintió aún en la cama con la guitarra azul.

Fred salió por la puerta y Archie se recargó contra la cabecera de su cama empezando a tocar las cuerdas de la guitarra.

Vio por su ventana, entrar a Betty riendo y corriendo por su cuarto recordándole que esa niña estaba loca.

— ¡Hola, pequeño Archie! —Betty saludó, sacudiendo su mano.

— Betty, sabes que soy mayor. —se quejó el pelirrojo.

— Aaagh, bueno te puedo decir pequeña bruja o pequeño Archie. —dijo Betty con las manos en la cintura. — Tú decides.

— Lo segundo. —dijo no muy contento con aquel apodo.

— Así que sabes tocar esa cosa. —dijo Betty viéndolo desde su ventana.

— Sí. —Archie presumió.

— A ver, canta. —pidió Betty.

Archie empezó a tararear la letra de una canción escuchada, mientras tocaba las cuerdas.