[01] La recién llegada

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-¿Que cuál es tu nombre?

Interrogó nuevamente la chica con ademanes de princesa. Esta vez alzando más el tono para asegurar ser oída.

-M-mi nombre es Seo Gook Mi. -Farfulló en respuesta una tímida voz.

Lunes 6. 7:20 am. Recibidor del Instituto Aeth. Corea del Sur. Seúl.

-¿Seo Gook Mi? Ah, bien. -Asintió ésta mirándose la manicura.- Por tu aterrada cara creo que eres nueva, ¿me equivoco?

¿Tanto se me nota? Pensó Gook Mi. Advertía la mirada atorada de esa persona en su cara, invitándola cortésmente a mirarla o morir. Condujo la mirada discretamente hacia los otros ojos para liberar tensión. Y, wow...

Doble wow.

Frente a Gook Mi, se ubicaba la encarnación moderna de alguna deidad asiática de la belleza: ¡Toda una Afrodita Coreana!

Esas pestañas kilométricas que adornaban unos ojos como perlas oscuras (¡Hasta sus pestañeos tenían gracia!). Esa melena azabache -que por su intenso liso- debe haber sido mil cien veces sometido a la plancha. Pero, a pesar de eso ser inmune al calor y lucir increíblemente saludable.
Lo que debía invertir en acondicionadores.

Los comentarios frecuentes sobre su esbelta complexión, y los halagos a su piel de porcelana -digna de la admiración de un dermátologo- no se hacían esperar.

-Es como una barbie fuera de su caja. -Susurró un chico a su compañero, lejos de ambas. Miraba como hipnotizado a una de ellas.

-Yyy, entonces, ¿de qué clase eres? ¡Hey, Seo Gook! -Chasqueó los dedos.- Te estoy hablando...

Gook Mi, por supuesto había perdido la capacidad de dar respuestas. Una especie de zumbido en sus oídos tampoco le permitían concentrarse en la chica que no paraba de hablar.

Le ocurría así cuando se encontraba nerviosa, pero en ese momento ''nerviosa'' era decir poco.

Nadie podía ver cómo a través de su cabeza había todo un hervidero de pensamientos, todos confusos por igual.

Después de recibir una noticia totalmente inesperada de parte de su padre, Gook Mi se encontró inscrita en una escuela totalmente distinta a la anterior.

Aquí los alumnos no eran simples colegiales, parecían salidos de una revista o de un mv.

-Disculpa... Tengo que irme. -Susurraba con aire distraído.-

Hizo el ademán de moverse, pero, sus piernas no le respondían con la misma rapidez que la otra chica tenía en hablar.

Terminó siendo abordada con ironía.

-¿Irte? ¿Qué, pretendes fugarte en tu primer día? -Río, revelando una melódica carcajada.- ¡Qué temeraria!

-No, no quise decir es---

-Mi nombre es Seul Choi. -Informó la joven a la joven que acababa de ser interrumpida. Meneando su cabello, para esparcir brillitos, quizás.- Un gusto. También soy nueva en este lugar... -Su vista recorrió los alrededores y su voz se escuchó más confidencial.- O en este paraíso. ¿Por qué no subes la vista y miras a los adonis que están allí?

Un par de chicos altos, que eran igual de gratos de mirar que Seul Choi, desfilaban cerca, regalando guiños sueltos.

Y aunque Gook Mi hubiese querido dar un vistazo, su fleco alborotado y mal recortado no se lo posibilitaba.

No es que le gustara que el cabello le pique los ojos, sólo era pésima con las tijeras.

También se le daba mal socializar.

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