[02] Aesth School o blá blá

19 0 0
                                    

—¿Quién eres tú?

—...

—Preguntó la voz más agradable que se había asomado a sus oídos (¿sería un ángel?) hasta entonces.

7:40.am
Lugar secreto del Instituto Aesth. Corea del... Ah, ya lo sabéis.

Una ráfaga atravesó el pecho de Gook Mi, pero no era ansiedad ni un rayo.

Alto, con largas extremidades, pelinegro y de tez capulí. Portador de un abdomen desarrolladísimo para sólo ser un colegial.
Una voz como un susurro, no aguda, ni demasiado grave, era la suya.

Gook Mi sólo atendía sus ojos. Que eran de un gris pálido.

Su gesto de aprensión inicial, se suavizó. El corazón se sobresaltó, de una forma extraña.

No sería tan fácil adivinar, pues... ¿Desde cuándo se había abstenido de sentir algo similar?

A los catorce años yo tuve mi primer amor.
Cuando terminó, sabía que sería el primero... Y el último.

¿Verdad?

[...]
Prefectura de Taeback, seis años de atrás. Escuela de Gook Mi. Patio de recreo.

—Tengo... algo que decirte. ¡Tú me gustas--MUCHO!

Enrojecí hasta los pies. Oppa Jun era el único chico que me había gustado en mi vida.

—¡AHHHHRRR! —Oppa empezó a dar berridos, ¿es la emoción?.— ¿CÓMO QUE TE GUSTÓ GOOK MI? ¿QUIERES LIGARME, EN SERIOOO? —Oppa lo arruinó todo.—

Voces. Voces. Voces.

—¿Seo Gook? ¿Esa coqueteando? Jajajá. Tiene su gracia.

Siempre había parecido tímida. Sobretodo porque no tenía nadie con quién charlar de mis intereses. Un día, en clases, me senté con Oh Jun en clases, un compañero.

Olvidé mi libro... Le diré al maestro.
No te preocupes. Toma el mío.

Risas. Risas. Risas.

—Ew. Tuvo que confesarse desesperadamente porque nadie se acercaría a ella, ¡pobrecita, me da penita!... —Risas.—

Y él fue tan amable esa y las demás veces que hicimos trabajo de escuela juntos. Porque yo, era buena en matemáticas.
Me hacía sentir admiraba cuando me pedía que le resolviera los ejercicios de matemáticas.
Me gustaba su sonrisa al devolverle el block.
Iba a verlo en su entrenamiento de soccer, por las tardes.
Él empezó a auto llamarse Oh Messi, el futbolista que más admiraba. Pese a ir de arquero.

—¡Sólo rechazala y ven a seguir jugando!

Un día me enamoré de él y al otro, me estaba rechazando. Con todos escuchando.

Voces. Voces. Voces.

—Lo siento Gook Mi, tú eres muy simpática y muy dulce... Pero me gustan las almohadas con relleno.

Mi cabello café, mis ojos cafés, no había nada llamativo en mí. O sí... Algo había de especial: mi acné y mi parecido con una puerta.

Tenía catorce años y mis cambios de adolescente tardaban en aparecer.

—Q u é...

Explosión de carcajadas. Lo último que oí fue si inflas pecho tal vez te crezca algo.

Desde ese desastroso día las burlas se intensificaron. Oh Jun no sintió ni un mosquito picar su conciencia. Nunca me pidió disculpas. Y tampoco habló más conmigo desde ese día.

4DimensionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora