Nanatsu No Taizai x Reader [One-shots lemon] +18

Orgullo.

Escanor.

ADVERTENCIA: Este one-shot contiene ligeras menciones de dolor dentro del sexo, aunque NO de violencia. Si eres sensible a este tipo de contenido o te desagrada, no lo leas. Avisados quedáis. ¡Disfrutad!

25 de Julio, cumpleaños de Meliodas. Decidimos montar una buena fiesta invitando a todos nuestros conocidos para celebrarlo. Había cerveza (MUCHA cerveza), buena comida cocinada por el señor Ban, gente a la que contratamos para que tocara música, bailes, risas y, sobre todo, parejas borrachas restregándose al ritmo de la música, muchos besuqueos y un ambiente muy caldeado.

Yo, obviamente, no era una excepción. Me había bebido ya muchas cervezas y me sentía muy mareada. Era ya un momento de noche profunda, suponía que ya no iba a tardar mucho más en amanecer.

Había estado un buen rato bailando sin parar, así que decidí sentarme cinco minutitos para descansar. Una vez sentada, desde un borde de la sala empecé a echarle un vistazo a la situación y observar qué estaban haciendo los demás.

Por un lado se encontraban Meliodas y Elizabeth, un poco apartados del conjunto de personas, pero no demasiado. Estaban bailando muy pegados el uno al otro. Pude apreciar un gran sonrojo en el rostro de Elizabeth, y al mirar abajo entendí que era porque Meliodas se estaba aprovechando de la situación y le masajeaba el culo a Elizabeth muy efusivamente con una gran sonrisa en la cara.

Por otro lado estaban King y Diane (en su forma humana). Bajo mi punto de vista era gracioso porque era poco común ver a un King borracho, y la verdad es que se le iba bastante de las manos. Definitivamente era un panorama digno de admirar, además de que desde donde yo estaba, podía escuchar algunas partes de la conversación que estaban teniendo.

- Diane... Estás muy sexy esta noche... – Definitivamente King no se estaba enterando de nada, si estuviera en sus sentidos ni loco le habría dicho algo así a Diane. Sonrió de una forma muy rara mientras la miraba fijamente, para a continuación soltar un pequeño hipito. Diane se sonrojó mucho.

- ¡Shhhh! ¡No digas esas cosas, King, me estás...! – No pude escuchar lo último que dijo, supuse que era algo así como que le daba vergüenza, aunque llegados a este punto no me extrañaría que se estuviera poniendo cachonda por la de cantidad de cosas que le estaba diciendo King. Al fin y al cabo, el deseo sexual era mutuo.

Dejé de prestarles atención a King y a Diane, y dirigí mi mirada a otra parte. Se me vinieron a la mente Ban y Elaine, ¿qué estarían haciendo? Recorrí toda la sala de la fiesta con mi mirada, pero no les encontré por ninguna parte. Probablemente se habrían ido a algún sitio ellos dos solos para tener sexo salvaje. No le di mucha importancia y seguí observando a todos los invitados.

Gilthunder y Margaret estaban en medio del salón, bailando muy pegados, con los ojos cerrados, disfrutando el momento juntos al máximo. El amor que desprendían esos dos tortolitos era totalmente visible.

Al lado de Gil y Margaret estaban Griamore y Verónica, ambos muy sonrojados, intentando bailar juntos sin que les explotara la cabeza de la vergüenza.

También en la pista de baile, se encontraban Gowther y Guila bailando. Al parecer Gowther le había pedido a Guila que bailara con él después de haber visto a todas las parejas haciéndolo para ver si así sentía algo, pero esa bizarra petición había acabado en una pobre Guila frustrada porque Gowther no tenía nada de coordinación a la hora de bailar.

Merlin y Arthur estaban juntos sentados en la barra, bebiéndose unas copas y compartiendo una conversación que parecía ser bastante unilateral. Merlin se había vestido muy descocada (aún más de lo normal), y si no se le salía una teta en algún momento de la noche era un milagro. Y claro, esto no había pasado desapercibido por Arthur, de hecho su conversación se basaba en Merlin diciéndole cosas a Arthur mientras éste miraba con bastante descaro su escote, apartando de vez en cuando la mirada avergonzado, intentando evitar que Merlin se diera cuenta de a dónde se dirigían sus ojos, aunque probablemente ella ya lo supiera desde hace un buen rato.