Miel en la luna

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*Jumin*

Entramos a la habitación del hotel con la maletas detrás nuestro, MC insistió tanto en una habitación con vista a la playa y yo no puedo negarle nada a mi esposa. Miro el anillo en mi mano de manera distraída, aún me cuesta creer que ella me haya aceptado, aún tengo sus palabras en mi cabeza.

-Es hermoso- dice MC mientras mira la playa a través de la ventana, su sonrisa me da una sensación tan cálida. Me acerco a ella y la abrazo, la tomo suavemente entre mis brazos y respiro su aroma.

-¿Quieres una casa en la playa? Puedo pedirle a la asistente Kang que- ella interrumpe colocando un dedo en mi boca y riendo- ¿Que te parece gracioso?- pregunto con una sonrisa.

-No negocios en la luna de miel, ¿recuerdas?- contesta sonriendo. Yo asiento y oculto mi rostro en su cuello, es tranquilizante- ¿No te parece hermoso?- pregunta, su voz, puedo sentirla en mi oído y se siente tan bien.

-¿Quieres bajar?- inquiero. Ella vuelve a reír- Enserio, ¿qué te parece tan gracioso?- pero la sonrisa no desaparece de mi rostro- Estás muy graciosa hoy, ¿no?- me alejo un poco y la tomo de la cintura comenzando a hacerle cosquillas, ella ríe y chilla una y otra vez pidiendo que la deje ir- Nop, eres mía ahora- giro con ella hasta caer en la cama, ella queda sobre mí y no soy capaz de contener mi risa al ver su aspecto desordenado. Coloco un mechón de su pelo detrás de su oreja haciendo que otro caiga de igual forma- Te amo- susurro. Se inclina sobre mí y me besa.

-Te amo, Jumin- susurra suavemente contra mis labios. Mis manos van a su cadera en cuando el beso se vuelve más y más profundo, bajo con cuidado hasta sus piernas, pero el pantalón me impide sentir su piel.

-Dios, ¿por qué te pusiste pantalón hoy? Me encantan los vestidos- comento con una sonrisa. Ella ríe mientras una de sus manos acaricia mi mejilla, recuesta su cuerpo contra el mío y me observa desde mi pecho, yo tengo que mirar al techo para no marearme.

-Era un viaje largo, cariño- siento su cuerpo frotarse contra el mío y le veo apoyar su frente contra la mía- Es más cómodo en pantalón

-Insisto- susurro, vuelvo a besarle mientras la tomo de los pasadores del pantalón para acercarla más a mi cuerpo. Solo el pensamiento de que es mía me hace excitar de una manera que nunca pensé. Su lengua juega contra la mía y siento como una presión en mi pecho va y viene, al igual que el ardor de mi garganta

-Me parece que estás muy complaciente- comenta, sus manos se enredan en mi pelo haciendo que gima por mas besos, pero ella se separa de mi quedando yo con la lengua medio salida- ¿No es así Sr. Han?

-Todo por la Sra. Han- contesto sonriendo, relamiendo mis labios. Sus ojos se iluminan al escuchar esa frase, todo por esa sonrisa. Apoya mi frente contra la suya de nuevo y yo cierro mis ojos- Todo lo que quieras es tuyo, ¿me oyes?- susurro

-Solo te quiero a ti- acaricia mi mejilla suavemente, y enreda mi pelo entre sus dedos con la otra mano- Hey, tengo una sorpresa para ti, ¿quisieras verla?- sonrío. Lo pienso por un momento; realmente quiero ver esa sorpresa, pero no quiero soltarla de ningún modo, no quiero perderme ni una sola expresión. Decido finalmente soltarla, ella se levanta lentamente de encima mío, baja de la cama y se dirije a su maleta, la levanta para colocarla en la cama a un lado mío y abrirla. Yo me siento en el borde y me estiro un poco haciendo que mi espalda suene un poco. Veo como saca una prenda y una caja pequeña. Me sonríe antes de entrar al baño de la habitación.

Me levanto de la cama, desajusto mi corbata, me acerco un poco a la ventana y me quedo en ese lugar, esperando mi sorpresa, aunque me puedo imaginar tantas cosas... pero no, no es momento de eso, Jumin. Respiro suavemente intentando imaginar otra cosa pero, Dios, tanto puede venir a mi mente.

I just got your messagesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora