- Un sol... Un amanecer... Y una visión.. -
Una voz resonaba en mi cabeza, veía a la distancia en un fondo negro un candado, este candado era del mismo color que el fondo o lugar donde me encontraba, pero este, era tan negro que brillaba, una llave aparecía detras mío, lo note ya que de esta comenzó a salir luz, no podía entender bien lo que sucedía, la voz seguía hablando y retumbando en el vacio, volteaba a todos lados, lo único que miraba eran el candado y la llave, yo buscaba la fuente de la voz... Mas nada.. Todo era negro... Al frente mio aparecieron dos caminos, uno obscuro y otro lleno de luz, uno daba a dar a la llave, otro al candado, ahora que lo pienso no habia visto mi cuerpo en ese momento baje mi mirada... Vi mi cuerpo dividido en dos, una mitad estaba llena de luz, resplandeciente, mas la otra era obscura, esta era tanta que parecía consumir la luz, mas la luz era tan intensa que parecía consumir la oscuridad, no entendia bien que pasaba, mis ojos por alguna razón se cristalizaron, llenandose de lágrimas, estas comenzaban a derramarse en mi aparente cuerpo dividido, de la parte negra estas se evaporan, mas de la parte iluminada.. Parecía brotar vida..
- MAXWELL!! -
Escuché el grito de Adeline muy a la distancia, un brillo me iluminó y me encandiló, me sego por unos instantes, al abrir mis me di cuenta de que estaba acostado, tirado en el suelo donde supuestamente me habia desmayado al momento en que destrui al Grey, Adeline me miraba desesperada, sus ojos estaban alterados igual que todas sus acciones, se movía de forma tosca y brusca, yo lo único que podía hacer era mover mis ojos, poco a poco mis demás extremidades comenzaron a despertar, podía sentir como algo salia de mi cuerpo, sentía como si serpientes comenzarán a arrastrarse por mis entrañas y salir poe las uñas de mis pies, fue algo muy extraño y asqueroso.. Imagínese un hilo, que recorre todo su cuerpo, de pronto alguien lo jala desde sus pies, imaginense como ese hilo recorre todo su cuerpo, venas, entrañas, órganos, piel..
Al momento en que sentí a esas "serpientes" fuera me senté de golpe, por un momento perdí de vista a Adeline, para después escuchar su voz detrás mío.
- MAXWELL!! -
Una combinación de alivio, un susto y terror se oía en su voz.
- O por el amor de Dios, Maxwell, estas vivo, háblame, por favor, algo -
Escuchaba su voz muy desesperada, en ese momento yo apenas volvía en mi, miraba mi cuerpo, el cual ahora ya no estaba "dividido" era normal, mas lágrimas no paraban de brotar de mis ojos, parecia no tener fin, lo peor del caso es que yo no sentía tristeza, voltee a ver a Adeline, ella me miró con ternura al ver como mis ojos lagrimeaban.
- Maxwell...? -
Escuché su voz una vez más.
- Todo... Bien? -
Preguntó con inseguridad.
- Si... Claro.. -
Respondí yo con un tono apagado, en ese momento me sentía extraño, mal y... Vacío.. Mire a Adeline por unos momentos, sus ropas estaban en muy mal estado, y ni hablar de su fisico, parecia haber puesto resistencia ante el Grey que le había perseguido, heridas y cortadas estaban esparcidas por su cuerpo.
- Y que hay de ti? -
Pregunte desviando mi mirada mirando a una pared.
- Mal.. Mi hogar.. Mis amigos... Rick.. -
Un silencio bastante incómodo y atormentador inundó la casa de Adeline, ambos no sabíamos que responder o que decir, yo me atormenta al recordar a Rick, miraba al rededor, para encontrarme con el cuerpo del Grey que Adeline había disparado, a mi mente vino la imagen del Grey que habia dejado inválido, sus gritos ya no se oían.
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EL GRAN TORNEO
AventuraEsta historia comienza con la vida de nuestro protagonista, un joven de 17 años, cuya vida se es normal y tranquila, con un estudio y calificaciones promedio, no es muy inteligente, pero tampoco un bobo, un dia su vida y la de sus amigos se ve amena...