"Herida sangrante"
Ya han pasado dos semanas desde mi encuentro con Angelo, dos semanas desde que nos dijimos todo a la cara, que aclaramos más o menos nuestros sentimientos, dos semanas que cada día se me hace más difícil separarme de él, dos semanas que me despierto feliz sabiendo que alguien espera por mi con las mismas ganas que yo espero por el
Pero no todo es felicidad, también han pasado cuatro días en las que Ana me evita, me rechaza y me miente, eso es lo que más me duele, no se por que está pasando ni mucho menos porque no me lo cuenta, cuatro días que no duerme aquí por las noches ni las mañanas ni las tardes, y ya no sé qué hacer
Salgo de mi última clase del día hace una tarde realmente preciosa en el cual perder sirviendo cafés, me encamino al parking donde se supone que me está esperando Dylan y como siempre no está, me apoyo en la puerta del copiloto esperando y rezando que se de prisa cuando oigo unas llantas rechinar con fuerza
Un coche negro brillante y las ventanas oscuras esperando delante de la universidad, la verdad no me suelo fijar en los coches ni en la gente pero esta persona a echo todo lo posible para que todos los que estábamos fuera le observáramos, fuerzo mi mirada para ver quien esta en el coche pero obviamente no lo consigo, mi móvil suena y antes de que pueda contestar, algo llama mi atención
Y Ana sumamente feliz con el pelo suelto más maquillada que de costumbre entrar con rapidez al coche aparcado, pasan por delante mio y se a ciencia cierta que ella me a visto, lo sé porque la conozco mejor que ella misma, le envío un mensaje pero no me contesta pero se que lo ha visto, intento llamarla varias veces pero al segundo la llamada se cancela, intento una vez mas pero una voz me interrumpe
- Siento la espera
- No importa, nos vamos ?
Subo al coche con un mal estar en el cuerpo que no creo desechar con rapidez, quien será el conductor? Porque no me ha dicho nada, ni respondido a mis mensajes?
- Esta noche quieres que hagamos cena en casa?
- Con los chicos también?
- Si, Alan cocinará
- Hum me encanta como cocina ese hombre - la última vez nos preparó comida árabe aún se me cae la baba de sólo recordarlo - Hacia que hora os pasaréis?
- No sé, yo te aviso - llegamos más rápido de lo que pensaba, aparca justo en frente de la puerta de casa, las luces están apagadas y parece que no hay nadie dentro, por un segundo me siento mal el estar sola en esta casa durante varias horas en silencio
- Tienes un rato? - mentalmente cruzo los dedos para que diga que si
- No, tengo que corregir unos exámenes y recoger a Cooper - no digo nada simplemente suspiro con ganas para que note mi disgusto - estas bien?
- Si tranquilo, nos vemos luego
Le doy un beso en la mejilla y me bajo con rapidez hacia dentro y efectivamente no hay nadie, la idea de comprase una casa ya no me parece tan extraordinaria como antes, a veces echo de menos mi piso, el ruido de los vecinos y de los coches a todas horas
Enciendo la tele para hacer ruido y no sentirme tan sola y empiezo a limpiar la casa
~*~
La planta baja está más que reluciente igual me he pasado, todo el lugar huele a producto químico y no me mola para nada, por los armarios voy buscando algún aromadizador y no encuentro ninguno lleno, subo a la habitación de Ana y cojo el primer perfume que encuentro y lo echo por toda la sala
Cuando voy a subir las escaleras llaman a la puerta, ¡perfecto! justo a tiempo, abro las cortinas y con rapidez abro la puerta dándome una vista perfecta de tres chicos muy atractivos esperando con una bolsa cada uno
- Por fin, me sentía sola aquí dentro
Cada uno me da la bienvenida a su manera y entran dentro directos a la cocina, todos sentados en los taburetes de la isla menos Alan que se queda de pie sacando todo de las bolsas de plástico una a una
Y en este momento me siento feliz de tenerlos, nos hemos unido bastante desde que me ayudaron a mudarme desde entonces me ha sido imposible separarme de ellos, hoy en día son una parte crucial en mi vida y creo no poder soportar que uno de ellos se marche
Me han ayudado tanto, son como los hermanos que nunca tuve que nunca pude tener y me siento tan bendecida de que estén aquí, con Didi
Me acerco a ellos y me uno a la conversación que resulta ser de coches
- Estoy por comprarme una pick up la vi la semana pasada en el taller de mi tío - Alan mete el pollo al horno y se sienta con una cerveza en mano - ya tengo un comprador para el BMW
- Vas a vender tu BMW por el pick up?
- Alex, tu venderías la casa por tener una pick up
- Cierto!
Termino mi vaso de zumo de naranja y me siervo otro, si señores aún no me dejan beber según ellos por precaución, creo que no se han enterado que he dejado las pastillas porque ya no hacían falta, el accidente fue hace ya varias semanas no hay peligro
- Porque siempre acabáis teniendo lo que yo quiero? Al meno me dejareis conducir alguna de ellas verdad? - miro a Alan y Cooper con cara de perrito mojado
Veo como se miran fijamente y empiezan a reírse Cooper termina su cerveza y Alan se dirige al horno, y yo con una pequeña desilusión
Después de varios minutos esperando comemos entre risas, sarcasmo y malas bromas, con el postre Alan nos deleitó con una tarta de chocolate que comimos sin necesidad de plato ni mucho menos modales en la mesa
Estos momentos con ellos me hacen olvidar todo lo que me preocupa mis pequeños bajones, con ellos todo mejora
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Real
Teen Fiction"Lloré lloré por ti, por mí y por el hilo rojo que nos unía. Por el Karma que aparentemente nos castigaba y por el destino que constantemente nos unía y nos separaba." Rosa Cortez