Bravucón

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Capitulo 5

Aquella tarjeta era fina y de buen gusto. Había sido invitado a una cena de su antigua escuela.

El hombre de unos treinta y ocho años, bien conservado, empezó a prepararse para la feliz ocasión. Iba a reencontrarse con su vieja banda de colegio. Los "Perruchos". Los mataperros de la promoción. Los que hicieron explotar un cohete gigante en el baño y dejaron a sus compañeros sin ceremonia de graduación. Todo por romper un inodoro. Eran buenos recuerdos mientras pensaba en qué estarían los demás. Él era uno de los más altos puestos de ese plantel, ahora de dedicaba a administrar bares y discotecas con un creciente éxito salvo esa última. "FreeTown" había sido casi clausurada cuando se encontró el cadáver del actor de medio pelo ese. Cortado como un pepinillo. Joder. Ese día gritó, enfrentó y amenazó a cada empleado que tuvo a su alcance por haber dejado entrar a la prensa y que encima tomasen fotos. Casi se destapa el negocio de narcotráfico y prostitución que había en ese local. Pagó un par de miles de dólares para callar a cualquier curioso y pobre de sus empleados, sea quien sea que abriese el pico. Ya los tenía vigilados a todos.
Eran tan mediocres para él, que a veces dudaba de su capacidad de raciocinio. Menudos incompetentes. Que agradezcan que tienen un trabajo. -Farfulló.

Volvió a concentrarse en su arreglo.
Era una cena casual así que optó por un conjunto clásico de pantalones de vestir azul oscuro y una camisa color negro. Sus zapatos negros y una chaqueta de cuero por si refrescaba. Planeaba tomarse unas chelas con los amigos y quizás levantarse a alguna de las tías buenorras en las que se habían convertido sus ex compañeras. Confiaba que habría alguna a la que la maternidad si la hubiese embellecido.

Ya había revisado las fotos del facebook y todas les parecían avejentadas y acabadas. Ya había tenido sus encuentros con algunas que le llamaban chillando por un embarazo accidental. Así como muchas de sus exes o sus amantes que exigían el pago de una pensión o el reconocimiento de algún hijo dizque suyo. Se desligó por completo de cualquier obligación con esas tipas. Ellas se lo buscaban por estúpidas, por no saberse cuidar.

Esa noche era su noche. Iba a salir acompañado de esa discoteca e iba a ser con un hembrón.
Llegó al local elegante y bien iluminado, dejando su auto al valet parking al que advirtió con una mirada ladina que un solo raspón a su auto y él mismo se encargaría de que no lo contratasen en ningún antro.
Terminó la amenaza con una sonrisa de mafioso y se dirigió a la entrada.

Era una noche  digna de descontrol. Tecleó su celular donde recibía mensajes de sus amigotes indicándole donde estaban ubicados.Subió las escaleras forradas en terciopelo negro.

En la zona VIP.  con bebidas caras y unas cuantas  chicas de prepago. Estaba complacido. Siempre tenían buen gusto para escogerle la dama de compañía,sin embargo estaba aburrido de tener todo servido. Esta vez él quería cazar.

Se acercó a su grupo que lo recibió con alaridos y un grito descomunal. Prácticamente él era el galán de aquella mesa. El que se llevaba las mejores chicas de los bares, el que más tenia en su haber y además lo contaba al detalle. Todo un machazo, un ganador. La admiración de todo su círculo. 

Se sentó y ordenó dos whiskys. Uno para él y otro para la mujer. Estuvo tan indiferente con su invitada que ésta empezó a aburrirse yendo a bailar a cada momento con sus amigas atrayendo la mirada de veinteañeros. El tipo hizo una mueca de desprecio. Para lo que le importaba, empezó a escudriñar la barra y la zona Vip buscando algo más a su altura. Ahí fue que la vio.

Alta, con el cuerpo fino y delgado como una modelo de los años ochenta. Curvas cimbreantes apretadas en un minúsculo vestido negro de imitación de látex. Cabello negro larguísimo, maquillaje semi gótico y medias negras con unas hermosas botas de taco aguja.
Esa mujer era una Diosa.

CINCO (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora