Demonio Interno

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La rubia entra despacio en la habitación y se acerca sigilosamente a la mayor hasta quedar unos pasos por detrás, con las prótesis Lapis le daba por la nariz lo cual hacía sentir a la rubia más confiada.

Lapis? — no hay respuesta, temerosa, la rubia camina hasta quedar al lado de la peliazul y poder mirar su cara, Peridot se queda congelada, los ojos de Lapis no tenían ni iris ni pupila; sus ojos parecían un espejo — es... Estas... Bien? — la rubia no obtiene respuestas, Lápis solo miraba hacia la camilla de Jaspe, su cara no demostraba ninguna expresión solo estaba perdida. Peridot coloca la mano en el hombro de la peliazul que se voltea y la agarra fuertemente

Peridot? — los ojos de la mayor ya estaban con su llamativo color azul, cuando la peliazul observa a la rubia suelta el agarre y se tambalea siendo agarrada por la pecosa que la mira preocupada — que haces acá? — pregunta secamente mientras separa de un empujón a su compañera y se sienta en la camilla

Pues quería saber como estabas – dice Peridot preocupada mientras mira a Jaspe, este había cambiado de posición y se le podían apreciar mejor todas las quemaduras que tenía por su cuerpo

PD vino a verme y ya estoy bien — Lapis soba su cien y se levanta lentamente — ahora, si ya terminaste vete — dice la ojiazul sin mirar a la rubia que se indigna 

Venia a decirte que he ganado la batalla — la Peliazul se sorprende pero disimula chasqueando la lengua

Y que, quieres que te aplauda o que? — Peridot frunce el ceño enojada y se para frente a la ojiazul

Vine a conterte porque pensé que te importaría, si te esforzaste tanto en entrenarme me parece que te importaba el su ganaba o no! — Peridot habla fuertemente y Lapis hace una mueca

Pues como te parece que no me importa en lo más mínimo — Lapis se recuesta en la camilla dándole la espalda a la rubia quien gruñe

Bien, pero para que te quede claro, gané simplemente porque quería provarme frente a ti, porque quería que el tiempo que me habías dedicado no se perdiera — una impotencia invade el corazón de la más joven y aprieta los puños mientra siente como sus ojos se aguán — ojalá te recuperes pronto — Peridot sale del salón casi corriendo intentando calmar las ganas de llorar que la indiferencia de Lapis le provocaba, sería mejor para ella no darle vueltas al asunto.

...

La peliazul se voltea mirando el techo mientras suspira suavemente, no entendía porque le había dicho a Peridot esas cosas pero suponía que no quería verse vulnerable frente a ella, después de todo la pecosa fue capaz de ganar un combate contra uno de los más fuertes superando a la ojiazul que simplemente empató.

Lapis se cogió la cabeza con las dos manos, tenía una migraña terrible causa del sobreuso de su poder, la desventaja de su habilidad era que si utilizaba y forzaba demasiado al agua el dolor de cabeza la volvia más poderosa pero al mismo tiempo más difícil de controlarse a si misma, era un arma de doble filo.

Estas en deuda con Peridot — le dice la peliazul a Jaspe — si ella no hubiera llegado, seguramente no estarías vivo — Lapis se separa y se mira el cuerpo cubierto por vendas, se coloca ropa que le habían dejado en la mesa de al lado y camina lentamente hasta la habitación.

...

Peridot caminaba arrastrando los pies por los pasillos, tenía que ir hasta donde Circon para que este le termine de modificar las partes robóticas.

Te felicito por los resultados, al parecer he echo un buen trabajo... Claro... Claro que tu también jejeje... Tu las diseñaste en primer lugar y... — Peridot deja las partes en la mesa y sale del lugar sin decir ninguna palabra, su cabeza estaba en otro lugar, primero que todo no entendía porque los ojos de Lapis se habían vuelto así y segundo que todo, porque demonios la peliazul dijo que no le importaba después de haber trabajado tan duro por ella?

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