Historias De Media Noche

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Después de que Peridot le explicara a la peliazul todo lo acontecido con el lobo, su brazo y la cauterizacion, las chichas se sientan en el césped con el lobo recostado en sus piernas. La noche había llegado por completo y lo único que las iluminaba era la luna redonda y brillante rodeada de incontables estrellas.

Oye Lapis... Perdón por eso — dice la rubia señalando el brazo, la nombrada niega con la cabeza

No te disculpes, antes yo debería agradecerte... — ambas callan sin mirarse la una a la otra, habia muchas dudas que Peridot quería saber de la peliazul pero no creía que era el momento. Sin embargo, recordó lo que le había comprado así que rápidamente se levantó del suelo y corrió a la tienda donde había dejado su mochila, busca entre sus cosas y encuentras la caja que contenía el collar.

Hey Lapis... Mientras estuvimos caminando en la ciudad paré a... Mejor dicho... Toma! — la pecosa se pasa la mano por el cabello y tapa su cara con el brazo mientras extiende el otro ofreciéndole la caja.

Que es eso?— pregunta confundida la ojiazul

Es un... Obsequio? — dice insegura la chica mientras se acerca un poco más a su compañera

La peliazul calla y toma con su brazo bueno la caja, cuando lo tiene seguro la abre y un sonido de sorpresa escapa de sus labios.

P... Porque? — pregunta mientras deja que la cadena juege entre sus dedos

Bueno... Me pareció bonito como... — la rubia se tapa la boca mientras la sangre le sube a la cara, no podía decirle que era bonito como ella, probablemente se ganaría un golpe o algo por el estilo.

Gra... Gracias — La ojiazul mira con ternura a la chica y toca el pasto con su mano invitándola a sentarse, cuando esta lo hace, la chica le tiende el collar — si pudiera, lo haría yo misma — dice intentando sonar ruda por lo que la rubia ríe suavemente

Se que si — Peridot coje el collar y lo pasa por el cuello de la peliazul mientras levanta suavemente su cabello, un escalofrío recorre el cuerpo de la ojiazul al sentir la mano de Peridot rozar su espalda — ya está! — dice la rubia mirando con una sonrisa como la piedra combinaba con  el cabello de su compañera

Las chicas hicieron silencio mientras se recostaban en el suelo admirando el cielo estrellado.

Lapis... Me preguntaba si... Ya sabes... Querías no se... Desahogarte...— la peliazul apretá su mandíbula sin mirar a la chica

Acerca de que — pregunta controlando el tono de su voz

Bueno... Pensé que tal vez... Te sintieras incomoda cuando escuché tu conversación por teléfono... O lo de tu brazo... Jaspe... — la rubia comenzaba a perder la seguridad con la que había internado entablar conversación con su compañera.

Que te impor... — la ojiazul respira profundamente antes de terminar la frase, no podía responderle así a quien prácticamente le había salvado la vida... Y quien le había ayudado a luchar contra los demás y quien siempre ha estado ahí para ella...

Si no me quieres decir esta bien... — la ojiverde se levanta del suelo y se dirige a la carpa pero Lapis le interrumpe

Nunca había hablado con nadie acerca de esto... — Peridot vuelve a su lado y se sienta evitando mirarla, era obvio que lo que sea que hubiera pasado me afectaba y quería que se sintiera segura

Sabes que estoy para ti... — dice suavemente y la peliazul suspira asintiendo con la cabeza

Mira, mi memoria es borrosa, todo pasó cuando era pequeña... Mi mamá siempre me ha obligado a hacer cosas, nunca ha estado feliz conmigo, para ella soy algo que nunca debió existir... — la chica comienza a acariciar el pelaje del lobo para evitar golpear algo — soy un error... Y me lo ha echado en cara desde el día que nací... El que me haya alimentado y dado una educación fue simplemente por "caridad" pero si hacia algo que le molestara me dejaba sin comida, hasta me dejaba durmiendo afuera si quería...

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