Haruno Sakura sintió que hasta las células de su cuerpo se paralizaron. Sus ojos, generalmente verdes y brillantes, perdieron intensidad hasta volverse grises.
De hecho, todo alrededor de ella se tornó gris, el ambiente se volvió denso y frío, el aire adquirió un extraño olor a piel quemada.
La siguiente imagen que desfiló ante los ojos de ella fue cuando apenas era una niña, acomplejada por las crueles burlas de Ami. La historia se había repetido tantas veces en su mente que casi podía decir el segundo exacto en que Ino aparecería a ofrecerle su amistad.
Pero la rubia nunca apareció.
Curiosamente, como si la historia fuese contada desde otra perspectiva (y con otros sucesos) apareció un niño de cabellos tan oscuros como la noche, con ojos de igual tonalidad. Aparentemente estaba por ahí debido a que estaba recogiendo un kunai que pertenecía a su padre y que había caído bastante cerca de donde ellas estaban estudiando sus «cosas de niñas»
Aparentemente el niño no pudo evitar el escuchar los comentarios de la niña, y analizó al objeto de burla en cuestión. Algunas niñas se reunieron alrededor de Sakura, no con el fin de observarla, sino porque un pequeño estaba infiltrado en sus clases.
«A mí no me parece fea» fue el seco comentario del niño, provocando grititos de admiración, los cuales tuvieron como consecuencia que las cejas del niño se fruncieran. Fue cuando sus ojos negros se volvieron hacia otros verdes, cuya dueña se sintió hasta intimidada, ella quizá creyendo que lo estaba avergonzando profundamente.
De pronto la pequeña Sakura dejó de respirar. Por breves instantes. Luego volvió a hinchar sus pulmones de aire y parpadeó para preguntarse si acaso no lo había soñado.
Él le había sonreído.
La voz de un adolescente, al que el niño llamó «Hermano» antes de correr hacia él, rompió aquel pedacito de instante mágico.
Sakura lo sintió en ese preciso instante, aunque años después lo identificaría con precisión. Se había enamorado de Sasuke, del clan Uchiha, uno de los más poderosos de la aldea.
La pequeña Haruno creció diariamente alimentando su amor secreto por Sasuke, aquel niño que crecía lleno de vitalidad, energía y gran agilidad. Claro está, siendo entrenado por su propio hermano, un genio ninja, de los más grandes de Konoha, quien a pesar de su edad pertenece a ANBU.
Alrededor de los 8 años, Sakura comenzó a fomentar más su propósito de que, «al crecer», ella y Sasuke se casarían, formarían una familia y vivirían por siempre felices. Sus sueños no duraron ni una semana cuando Ino Yamanaka, viéndola tan ilusionada y deduciendo instantáneamente el por qué, le cuenta que los Uchiha se casan solamente con los de sus clanes, como la mayoría de los de la aldea.
Fue la primera vez que Sakura se dio por vencida fácilmente, pasando los días intentando alejarse de Sasuke y de sus (ahora pensándolo bien) tontos sueños románticos. A diario el amanecer la descubría con la mirada fija en el techo de su habitación, siempre recordándose el firme propósito de sacar al menor Uchiha de su cabeza, sus ideas se mantenían constantes mientras se dirigía a clases, y se desvanecían como pastilla efervescente cuando él volvía sus ojos azabaches hacia ella y (¡sabrá Shodaime cómo!) sonreía aunque solamente ella podía verlo.
Sakura estaba segura que comenzaba a volverse paranoica. Una parte dentro de ella primero le recriminaba sin cesar que su vida parecía el mal-argumento de una novela rosa y barata. Luego de unos intentos más, que generalmente le provocaban dolores de cabeza, otra voz retrucaba, argumentando todo lo contrario, que Sasuke era el hombre perfecto para ella, que juntos podrían luchar contra todo y todos. Y que él no se portaba así con nadie más que con ella.
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Perfecta
Roman d'amour- No lo ames... vas a sufrir. - Te has vuelto una molestia para mi bienestar emocional. Proyecto de 4 capítulos. Antes del final, antes de Pain xD [Sakura H., Sasuke U.] Romance, Lemon