Kagami y el juego del Principe celeste

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Kagami ha vivido todos sus dieciséis años dentro de la guardia Real del reino de seirin, creció protegiendo a la realeza y cuidando de los aldeanos y nunca se había aventurado mas allá del castillo. Ahora el estaba siendo enviado a una misión.

Se dice que mas allá de los ocho reinos, mas allá de las grandes naciones oculto entre los continentes existe un lugar mágico, controlado por una sola persona, todas las criaturas inimaginables y extraordinarias a su mando, Kagami esta siendo enviado a encontrar la nación perdida del sexto hombre fantasma.

Kagami sube a su corcel y despidiéndose de su familia se marcha.

El espejo le muestra a un muchacho de cabellos rojos cabalgar, en busca de su nación , se divierte hasta ver el corazón del muchacho valiente, su corazón brilla en rojo fuego y sus ojos azules brillan en interés, quizá este chico sea interesante, mucho mas de lo que los otros no fueron.

El príncipe celeste con rostro inexpresivo ahora sonríe divertido.

Kagami se detiene en un pueblo a descansar, ha pasado horas cabalgando y ambos tanto como su caballo y él deben descansar, salio del reino Seirin hace una hora y con el artefacto mágico busca el camino a tomar.

Kagami entra a una posada dejando al caballo afuera con agua y alimento, no le es difícil pedir un cuarto para descansar y pidiendo que cuiden de su caballo, Kagami se dirige a su cuarto que no tiene mas que una cama de madera con algunas sabanas encima, pero poco le importa y se acuesta durmiendo al instante.

Nadie nota que el caballo ha desaparecido y tampoco la risa suave del viento.

Al día siguiente después del desayuno Kagami Taiga se da cuenta que su caballo a sido robado, pero nadie parece saber nada, quien fuera el culpable ya se han marchado, Kagami esta enojado pero nada puede hacer, termina de pagar el cuarto y camina por el pueblo hasta encontrar un establo, en este establo hay un caballo que lo mira fijamente y lo pone incómodo, se acerca al dueño y le pregunta el precio de los caballos.

–mis caballos no están a la venta, son para los viajes del pueblo al reino – el hombre responde pero Kagami insiste

–debe haber alguno a la venta, me robaron el mio y lo necesito para mi viaje, pagare lo que sea – el hombre lo mira con lastima y mira a sus caballos en el corral, hay extrañeza en sus viejos ojos pero antes de poder seguir su mirada el hombre habla.

–tenemos uno, pero son siete monedas de oro por él –el hombre responde y Kagami asiente

–lo compro – Kagami paga y el hombre toma un asiento de una caja, entonces Kagami se da cuenta cuando le pone el asiento al caballo que, el caballo que compro es el mismo que lo miraba fijamente,  maldice por dentro pero aun así lo monta.

–que tenga un buen viaje – Kagami asiente y si hacer nada el caballo avanza rápidamente a la dirección contraria que el artefacto mágico le indica, intenta cambiar el rumbo pero no puede y el caballo va muy rápido como para saltar.

Kagami no esta seguro del porque pero siente que va por el camino correcto... Aunque no note los residuos de polvo de hada o las pisadas de gigantes... Es un misterio como sabe que el camino correcto es ese.

La segunda noche comienza y no hay ningún pueblo cercano, Kagami deberá acampar por lo que enciende una fogata y se recarga en un árbol, el caballo se acuesta a un lado de la fogata, Kagami duerme sin preocuparse realmente por los animales salvajes gracias al caballo extraño, hacia unas horas se habían encontrado con una manada de lobos y justo cuando estaban por acercarse el caballo relincho y los lobos como si estuvieran viendo a un monstruo de dos cabezas se alejaron gimiendo en temor.

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