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Mi madre dice que cuando sonrío el mundo se vuelve un poco, sólo un poco más alegre. Por eso sonrío todo el tiempo, no importa qué me suceda, sólo sonrió porque quiero que el mundo de los demás sea feliz.

Hoy es mi primer día, mamá dice que el hijo de su amiga estudia ahí pero lamentablemente es dos años mayor que yo. Tendré que socializar y digamos que no soy tan bueno en ello, soy alguien tímido y me avergüenzo con facilidad, pero aún así espero hacer amigos.

— Sabes que si te molestan tienes que contarme, ¿Entendido? -Estaba en los asientos de atrás del auto escuchando a mi madre.

— Sí, mamá.

Ya llevaba seis “Sí, mamá”. Podía decir que ella estaba más nerviosa que yo. No la culpo, en mi antigua escuela me molestaban y me tenían apodos estúpidos, claro que no le había tomado importancia y los ignoraba, pero mi madre no pudo hacerlo cuando me vio con un ojo morado al regresar a casa. Apenas lo vio salieron sus instintos de madre sobre protectora y me llevó de nuevo a la escuela, hasta hizo que el director hiciera una reunión. Se obsesionó tanto que llevó a cabo una campaña contra el bullying en la escuela, donde ses que pasabas habían póster con frases de ayuda. Sin embargo, todo se fue a la mierda cuando los padres de los que me agredieron no quisieron disculparse, ella por supuesto metida en su drama amenazó a toda la escuela y me sacó de ahí apenas pudo.

Yo por mi lado me interesé más en cómo me veía, di lo mejor de mí para cambiar mi aspecto que para ellos era lamentable.

Ahora estoy rumbo a una escuela nueva, con compañeros y maestros nuevos.

— El hijo de HaNeul está ansioso de conocerte.

— ¿Obligaron al chico a ser mi amigo? -No podía creerlo, él no era el culpable de que yo fuera un perdedor y amarrarlo a mí no está bien.

— Para tu información él hasta se ofreció a esperarte en la entrada para mostrarte la escuela, es tan lindo y amable.

Mamá conoció a la señora Park el primer día de trabajo cuando fue por un café, comenzaron hablando de los hijos hasta la prima al otro lado del mundo.

Se hicieron casi inseparables, contándose todo. La pregunta aquí es, ¿Por qué aún no conozco al famoso JiMin? La respuesta es que el niño es alguien súper ocupado, siempre en sus clases de baile y canto, y yo en mis videojuegos. Hoy es el día que tanto esperaban nuestras madres. Supuestamente él ya sabía como era porque vio una foto mía en el teléfono de mamá y no ha dejado de preguntar por mí, yo no tengo la misma suerte pues apenas sé que es hombre.

Estaciona el auto en la entrada y salgo con rapidez para luego salir corriendo a la escuela.

— ¡JungKook! -Me llama con su tono molesto.

— ¡Hasta luego, mamá! -Quería darle un beso de despedida, pero sé que si me tardo más de un segundo ella querrá acompañarme hasta el salón.

Sujetaba las correas de la mochila con tanta fuerza hasta sentir mis uñas clavarse en mi piel; estaba aterrado.

Niños pasaban y se me quedaban viendo, más que todo las niñas, ¿Será por mis dientes? Siempre en mi antigua escuela me llamaban ratón o castor. Odiaba con todo mi ser esos apodos bobos.

— Hola, ¿Eres nuevo? No te había visto antes. -Pregunta un niño que era acompañado por un grupo más grande.

— S-sí, soy Jeon JungKook. Un gusto. -¿Debería hacer una reverencia?

— Hola, un gusto. Soy Matt. -¿Extranjero? No tenía rasgos de un extranjero - Ellos son mis amigos. -Todos me saludaron y se presentaron con un apretón de manos - ¿En cuál clase estás?

Acosador. [JungKook+TaeHyung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora