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—¿Con qué derecho vienes a pedirme oreos, chico del charco?

Yeonjun parpadeó varias veces en cuanto escuchó al chico azabache, su mente por un momento se desconecto del mundo recordando perfectamente aquella escena y claro, como no olvidar al chico de las galletas oreo.

—Yo...

Se le habían ido las palabras en aquel momento, el chico azabache lo miró por unos segundos antes de rodar los ojos y alejarse de Yeonjun. Éste lo seguía con la mirada sin que las palabras pudieran fluir y otra vez aquel sentimiento de vergüenza se apoderó de él.

—Oye... ¿Qué pasó? —Llegó Tayeon con timidez, susurraba para que los demás no escucharan su plática— Se me olvidó advertirte que es muy reservado con nuevas personas.

—¿De dónde lo conoces?

—Éste... yo... ¡NO TE LO PUEDO DECIR PORQUE NO ME VAS A ENTENDER! ¡NADIE ME ENTIENDE!

Gritó tan fuerte que Yeonjun se sobresaltó y juró que ése chico le iba a romper los tímpanos, no había conocido a adolescente tan más gritón. ¿O todos eran así? Qué miedo...

—S-sólo era una pregunta, nada del otro mundo.

—¡Ash!

Tayeon dejó solo a Yeonjun en aquel momento, confundido y apenado al mismo tiempo. ¿Es que el mundo era tan pequeño? Después de 2 años no se imaginó encontrarse con aquel chico de nuevo y menos que iba en la misma escuela. Ahora se sentía pequeño como una hormiga a punto de ser aplastado por las palabras frías del chico azabache.

Porque quería pedirle perdón desde aquel día...

¿Tan difícil era conversar con ése chico?

— — —

No se le daba bien el pedir perdón, ni mucho menos decírselo a una persona desconocida que lo miraba con ojos de querer matarlo. En Yeonjun no existía el '''lo siento'' si no demostrarlo con hechos y en los más graves casos tener que arrodillarse y suplicar por el perdón; obviamente esto último sólo ocurría con su madre estricta y que se molestaba por muchas cosas que el chico hacía éste pensaba realmente que su madre llegaba incluso a odiarlo, por su existencia. ¿Entonces todos también lo odiarían por existir?

¿El chico azabache llegaría a odiarlo por el simple hecho de respirar?

Ojalá y no, porque Yeonjun pensaba en pedirle disculpas dándole el dinero de las galletas ahora que sabía que el chico azabache iba a la misma escuela que él.

— — —

Arrugó la hoja de papel frustrado por no saber qué hacer en esa hora libre donde el profesor no había llegado, sus compañeros permanecían en silencio viendo sus aparatos electrónicos y tomándose una que otra foto, Yeonjun los analizaba con una mueca en su rostro pues todos se imitaban inconscientemente. Y Yeonjun eso le alteraba por completo su poca paciencia en aquel aula; quería pegarles un chicle en el cabello a todos y juntarles sus cabezas para que por lo menos sus neuronas pudieran formar una sola y trabajar correctamente.

Sonrió internamente por la locura que se le había ocurrido. Y miró a su único amigo que había hecho ése mismo día.

—Chico tss ¿Cómo te llamabas?

—No quiero que me hables, eres raro.

—¡Anda! Sé que quieres hablar conmigo — Le dio un empujón ligero al chico de al lado— Dime ¿Eres conocido del chico con galletas oreo?

—¡N-no! Yo sólo lo veo pasar enfrente de mi casa a veces y pues me... gustó.

Esto último lo susurró tan bajo para que nadie lo escuchara pero vamos, nadie les prestaba atención a lo que hacían o decían así que lo que decía Tayeon se lo pasaban por inadvertido.

—Entiendo... ¿Entonces eres adivino y sabes cómo es en realidad? Cuéntame en qué salón va.

Yeonjun puso sus manos en sus mejillas y miró con inocencia a Tayeon. Éste último al escuchar las palabras del chico se enojó tanto porque pensó que Yeonjun se lo quitaría.

—¿Para qué quieres saber? Si a él no le interesas.

—¡En serio necesito saber su aula! He hecho algo en el pasado que le molestó...

—No. No te lo voy a decir y ni se te ocurra mirarlo de esa forma porque te mato.

''¿Por qué Tayeon me estaba amenazando por una simple pregunta?''

Yeonjun se quedó con los ojos en blanco, no entendía porque su nuevo mejor amigo lo mataria por hablar con el azabache ¿O acaso todo el mundo lo odiaba a él desde que nació? Que triste se siente.

Tayeon recogió su mochila y se sentó unos pupitres más adelante de Yeonjun, se puso sus audífonos y miró rápidamente al castaño como si cuchillos fueran sus ojos. Definitivamente no le iba a hablar nunca más en su vida y en aquel momento Yeonjun ya no tenía un amigo con quien platicar.

Tan

Irritantes

Son

Los

Adolescentes

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Abrió el cuaderno pensando exactamente que iba a hacer ésa tarde debido a que el primer día no le habían dejado tarea. No obstante le había mentido a su madre para que pudiera estar en su cuarto en paz sin interrupciones. De todos modos no había nadie en casa, su celular estaba en la mesita de noche, intacto y sin ninguna señal de que su familia lo esté llamando.

Luego se le ocurrió una idea.

Tomó un lápiz, le sacó punta e hizo un bosquejo, un plan para acercarse al chico azabache sin que éste lo ignorara o en el peor de los casos lo golpeara. Un plan dónde todos saldrían ganando, él pidiendo disculpas con un paquete de galletas y el chico azabache feliz sin ningún resentimiento hacia él. ¿Por qué no? Tal vez serían mejores amigos.

Pero primero tendría que acercarse a algún compañero del chico de las oreos.

¿Cómo?

Mediante la observación y su encanto TAN natural.

Encerró todo en un círculo un poco deforme pero al menos tenía la idea de lo que quería hacer en aquel momento. No podía seguir así pues todo el día se la pasó dándole mil vueltas al asunto sin llegar a un acuerdo consigo mismo es que era tan difícil pensar en como resolver su problema. Pero todo cambia cuando está solo sin ruido, sin interrupciones ni adolescentes gritando eufóricos por cualquier tontería que veían en su celular.

Porque ¡Sí! Yeonjun tenía un excelente plan el cuál comenzaría a llevarlo acabo el día siguiente, obvio no se le tenía que escapar nada entre las manos cómo si estuviera hallando una salida en el juego de Zenn resultando ganador ya que él siempre era el número 1.

Entonces ¿Por qué no ser el ganador en éste difícil objetivo pero de la vida real?

Porque el chico debe de aprender a diferenciar que es la realidad y que es la ficción.


¿Tienes Oreos?  [YeonKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora