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Las clases habían terminado y con ello los alumnos salían apresurados por llegar a sus casas o salir entre amigos,sí,segundo día y ya todos son mejores amigos para siempre.

En el caso de YeonJun no se había levantado de su pupitre,impaciente y moviendo sus pies de un lado a otro,observaba el reloj del aula luego el pasillo principal para asegurarse que el chico de cabello azabache no se haya ido todavía de la escuela. Estuvo esperando dentro del aula durante media hora paseándose entre los casilleros y repitiendo una y otra vez todos los nombres de sus compañeros hasta que se le quedaron grabados como si no tuviera otra cosa que hacer.

Desdobló la hoja con el bosquejo de su plan para repasarlo mientras faltaban veinte minutos para que tocaran y se aseguró de que siguiera el plan paso por paso,no debía de olvidarse de un punto si no todo se iría a la borda.

Lo volvió a doblar y guardar en su bolsillo del pantalón y se quedó en silencio,un profundo silencio para meditar ya que lo único que se escuchaba era el tic tac del reloj del aula lo cual lo ponía ansioso,jamás en su vida lo había puesto algo tan inquieto pues en los duelos de los videojuegos siempre ha tenido la manía de mover un pie de las ansias de ganar aquella partida. Por supuesto, ésta partida también debía de ganarla.

Se puso en alerta cuando al fin la campana sonó, tomó su mochila y se dirigió al pupitre que estaba cerca de la puerta,observaba cómo los alumnos pasaban eran muchos lo cual le hizo un poco difícil distinguir si pasaba el chico de las galletas oreo. Sí comenzó a frustrarse de que tal vez haya pasado desapercibido ante sus ojos y otra vez el día siguiente tendría que esperarlo una hora más,quería hacer un puchero y cruzar las manos de lo triste que le ponía ésta situación.

—¡QUIERO ABRAZARTEE ERES EL MEJOR AMIGO DE TODOS!

—Ya calla, Jimin.

Aquella voz se le hizo familiar,estaba pensando si realmente era aquel chico o sólo era su imaginación no obstante,reconoció el peinado y la manera de andar del chico azabache que juró iba a saltar de la emoción porque su plan se iba a cumplir.

Entonces observó al otro chico que venía con él, cabello rubio, de menor estatura y por supuesto se veía un bocazas, Yeonjun pensó por un momento si sería lo correcto hablar con aquel chico rubio por que temía que lo tachara de rufián y así el chico de las galletas definitivamente lo odiaría por toda la eternidad.

—KOOKIEEE ANDAAAAA SÓLO POR HOY DÉJAME RECOMPENSARTE YA QUE HICISTE MUCHO POR MI~

Chillaba para obtener la atención del azabache pero éste no quería que Jimin se le acercara ni un centímetro más.

—¡Jimin ya! No voy a aceptarte nada ya te dije que eres mi amigo y a los amigos hay que ayudarlos.

—¿AMIGOS? ¡ME HAS ROTO EL CORAZÓN!

Fingió que le dolía y que se estaba muriendo por ello más el chico con apodo Kookie comenzó a reírse haciendo que el rubio estuviera feliz por cumplir su objetivo.

—Idiota,qué haría sin ti.

Y le dio una galleta oreo,demostrando que lo quería mucho porque el azabache no le daba a cualquiera sus galletas sólo a las personas que les había tomado confianza y cariño. El rubio se detuvo para despedirse a mitad del pasillo de su mejor amigo ya que tenía que jugar tenis dentro de unos minutos. Vio como su amigo se retiraba de la escuela para después regresar al camino que ya había transcurrido puesto que, sus cosas estaban en su casillero y se había olvidado sacarlas.

Llegó a su salón y presuroso sacó su llave de su mochila para luego abrir el casillero con ésta, estaba en su mundo hasta que fue interrumpido por la puerta deslizándose con cierta violencia.

¿Tienes Oreos?  [YeonKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora