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Los meses pasaron para mí como siempre lo habían hecho. El calor abrasador del verano disminuyó hasta el invierno. Puesto que Jimin no estaba por allí ese año, fue su hermana Rosé quién me trajo el correo mientras estaba de visita a mis padres durante Navidad. Rosé me dijo que Jiminnie había estado en casa por las fiestas, pero ya se había vuelto a ir para cuando yo volví a casa.

Ese año tuve un lío superficial con un hombre casado llamado Jungkook.

Empezó en otoño y duró hasta finales de primavera. Me llamaba siempre que su esposa estaba fuera de la ciudad y pasábamos algunas horas juntos en su casa. No era nada parecido a una relación real. No es que yo hubiese tenido nunca una relación real. Aun así, me imaginé que era lo mejor que dos hombres gays podían esperar, incluso si significaba escabullirse y tener secretos. Pero en junio de 1970 su esposa le enfrentó, exigiendo saber si estaba teniendo una relación extramatrimonial. Él confesó que la tenía, aunque nunca admitió que era con otro hombre y dejaron la cuidad. Nunca volví a oír de él. Odié tener que volver a los bares para tener sexo, pero aparte de eso, no había nada en nuestra relación que echar de menos.

Una caliente tarde verano en julio me encontró en la piscina, esperando a que pasase el calor del día de modo que pudiese volver a mi apartamento. A la edad de treinta y cinco, me estaba encontrando con que era más difícil el mantenerse en forma que cuando estaba en la veintena. Ni siquiera los trabajos más duros en el garaje eran suficientes para mantener a los michelines a raya. Ahora pasaba mucho más tiempo de mi rato en la piscina haciendo largos que flotando.

Cuando terminé me sorprendí al descubrir que ya no estaba solo. Había estado tan concentrado en el ejercicio que no me había percatado de que alguien nuevo había entrado en el área vallada de la piscina.

Aunque ahora definitivamente me percaté. Era difícil de pasar por alto. El hombre me estaba dando la espalda y vestía sólo un traje de baño corto y apretado. La piscina no estaba bien iluminada, pero él estaba directamente bajo una de las farolas de manera que pude que su cuerpo estaba muy moreno y tenía músculos. Fuera quien fuese, estaba bastante seguro de que no le había visto antes por los apartamentos. Y le estaba rezando a cualquier dios, que pudiese estar escuchando, para que fuera gay.

Y entonces se giró y dijo felizmente.— ¡Hey, Yoongi! ¿Cómo has estado?

Mi sorprendido cerebro necesitó un minuto para conectar en mi cabeza esa voz con una persona.— ¿Jiminnie? —Pregunté, sorprendido.

— ¿No me habías reconocido?

— No. —Dije y rió.

— No hay muy buena luz aquí fuera.

Eso era verdad, pero la verdadera razón por la que no le había reconocido era que ahora era una persona completamente diferente. Mi recuerdo de él era un niño delgado y patoso. Definitivamente, ahora ya no lo era. Sus brazos y su pecho eran musculosos, su estómago firme.

El cabello liso oscuro que siempre había estado corto ahora le colgaba sobre los ojos. No le había visto desde el verano anterior, y en ese año definitivamente se había convertido en un hombre. Un hombre muy atractivo.

Estaba dividido entre desear mirar cada centímetro de él y sentirme como un pedófilo por pensar siquiera en mirar.

— He estado trabajando en ese rancho durante el pasado año. —Dijo mientras se deslizaba con gracia dentro de la piscina.— Pero decidí venir a casa durante un tiempo.

— Eso es genial, niño. —Dije, porque era lo único en que podía pensar en decir. Se hundió hasta la barbilla y empezó a nadar hacia donde yo estaba de pie, con el agua por el pecho.—¿Entonces te quedarás durante el verano? —Pregunté.

un soldado más ; myg + pjm [adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora