Aún recuerdo cuando se me propuso. Fue unos de los días más felices de mi vida...
Estabamos festejando la jubilación de uno de nuestros más experimentados colegas, había una pancarta, unas mesas con algunos bocadillos y algo de ponche que Gavin como no se había asegurado de alcolisar.
Connor y yo llevábamos juntos unos diez meses, podía decir sin duda alguna que era el amor de mi vida. La relación había sido un poco torpe al inicio ya que el que no sabía como actuar con una pareja amorosa. Pero eventualmente lo resolvimos y fuimos queriendonos cada día más.
Me encontraba junto a Gavin tomando de su ponche mágico mientras Connor estaba con Hank cuidando que no se pasara de alcohol.
-No puedo creer que hayas terminado con esa lata.. - decía mi compañero. Solo sonreí - No te pongas celoso que ya vendrá alguien para ti- Y le hice un giño amistoso y el refunfuño malhumorado. Desafortunadamente mi amigo no habia tenido mucha suerte en el amor, y ha ido de relación tóxica en relación tóxica. Luego he tenido que ser su pañuelo de lágrimas cuando esos bastardos lo lastiman. Me daban ganas de ponerles una bala en el medio de la frente. Pero como soy policía y es moralmente incorrecto no puedo...
Vi a Connor discutiendo con Hank para que dejara de tomar. Me aserque a ellos.
-¿Que esta pasando? - pregunte divertida. El teniente me miro con sus profundos ojos azules - Dile a tu novio de plástico que me deje en paz -. Yo sabía que no decía lo de novio de plástico de verdad solo era por tontería - Ya estoy grandecito para que me anden cuidando, no necesito una niñera- Me reí, adoraba a estos dos tontos.
-¿Amor me acompañas afuera a tomar un poco de aire? - Connor enseguida se acerco a mi rodeando mi cintura con su brazo - Claro cariño vamos-
Salimos por el costado de la comisaría y estuvimos un rato allí. Aprovechamos para abrazarnos y darnos unos besos. Todo el departamento de policía sabía que estábamos juntos pero tratábamos de guardar nuestras demostraciones de afecto en público y claro que no se vería nada profesional que en nuestro lugar de trabajo andubieramos muy cariñosos por eso teníamos nuestras pequeñas escapadas cuando descansabamos un segundo de los casos. Por suerte se habían reducido desde la revolución, aún había odio hacia los androides pero sólo era cuestión de tiempo hasta que las personas se adaptarán un poco más a verlos como personas.
Cuando volvimos a entrar a la comisaría estaban todos aplaudiendo y festejando. Le habían dado su última placa a nuestro compañero. Todos victoreaban.
-Elena - Escuche a Connor llamarme. Me voltie para verlo y estaba arrodillado en frente de mi. Instintivamente lleve mis manos a mi boca tapandola. Esto no podía ser lo que creía que era ¿verdad?. Todo el mundo se dio cuenta de la escena y miraron lo que pasaba con cara de asombro. Me había congelado en mi lugar y Connor me miraba con esa expresión que sabía que solo era para mí. El había cambiado de ser una máquina fría y sin sentimientos a una persona que podía sentir absolutamente todo. Y que me había enamorado de una manera irremediable.
- Mi amor, mi vida - comenzó el - Se que diez meses con 12 días, 8 horas y 15 minutos es poco tiempo - no pude evitar sonreír esas cosas jamas saldrían de él y no podía importarme menos. Yo lo amaba por lo que era.
- Eres la primera persona en la que pienso al despertar y eres la última también al dormir. Te amo de aquí hasta la eternidad. - Mis ojos se empañan, yo sabía que todo lo que decía era la verdad. Y sabía que lo aria hasta la eternidad, aunque lastimosamente yo no estaría con él todo ese tiempo.
- Quiero estar contigo hasta que mi corazón electrónico deje de latir, no quiero ni necesito a nadie más- Note que sus ojos también brillaban amenazando con salir alguna lagrima. Sabía que estábamos rodeados de personas pero este momento se sentía como si solo el y yo estuviéramos aquí.
Connor sacó una pequeña caja azul de su saco y la abrió mostrando un hermoso anillo con una piedra azul en el.- Así que Elena Bell.. - tomó un largo suspiro aunque sabía que no lo necesitaba para volver a mirarme a los ojos - ¿Me arias el honor de ser mi esposa? - Me arodille frente a él para darle un beso y abrazarlo - ¡Si si quiero! ¡Te amo!.
Se escucho un gran barullo de aplausos y gritos. Recordé que aun estábamos en la comisaría. Todos nos felicitaron. Hank se acerco para darnos un fuerte abrazo. Le quería como un padre y sabía que Connor sentía lo mismo.
Gavin también se acerco reasio dándome un abrazo y mirando a Connor de soslayo - Si la llegas a lastimar quedaras irreconocible en el bertedero - y satisfecho con su amenaza siguio su camino.
A veces me daba la leve sensación de que era un poco sobreprotecror conmigo, pero lo quería igual era mi mejor amigo de la infancia y siempre nos hemos apoyado en todo incluso cuando estuve por rendirme con la academia de policía siempre estuvo hai dándome ánimos. La verdad es que le debo mucho.
Ese sería el inicio perfecto para cualquier historia de amor ¿verdad?.
Lastima que nuestra historia solo se dirija a la tragedia...