4. Training Time

64 4 2
                                    

–Ahh... – No pude evitar suspirar cansada mientras me recostaba boca arriba en una banca mientras dejaba caer una toalla que cubria mis ojos

–¿Que debería hacer?...

Han pasado dos semanas desde aquella ocasión en donde me había transformado en Sunny Ursa.

Había combatido al lado de los héroes K.Lion, Gervir y Sioux contra un monstruo gigante que de cierta manera fue invocado para hacer estragos en la ciudad. Hice uso del poder del Miraculous de la Grandeza, el poder de Koody, que me permitió aumentar mi tamaño, hasta llegar a la altura del enemigo pudiéndolo vencer con ayuda de todos. Fue una experiencia increíble.

Pero cuando me destransforme, me encontré con un muy, MUY enojado Kwami. Rompí su promesa, aunque le diría las razones de la situación, para él no fue excusa suficiente. Mencionaba lo peligroso que había sido si algo hubiera salido mal y más para mi siendo una principiante en esto de los Miraculous.

Llegue a pensar que él se iría y nunca más lo volvería a ver, pero me sentí aliviada al verlo cuando regrese a casa.

A raíz de eso no me ha vuelto a dirigir la palabra y ahora solo se pasa el tiempo con mis hermanos. Aunque le he llevado varios frascos de deliciosa miel como disculpa, solo los toma sin recibir un "gracias" a cambio. Ahora que lo pienso nunca lo ha hecho...con palabras específicamente.

–AHH! – Me levante de inmediato al sentir un escalofrió que inundo una de mis mejillas, por algo frio que se posó allí.

–Es raro verte agotada luego de un juego – Mencionaba Daniel quien traía en sus manos un par de latas de bebidas frías.

Como siempre, cada vez que nos podíamos ver teníamos nuestro juego de Básquet. Aunque últimamente ha sido más seguidos, ya que Daniel ahora había decidido vivir en Manhathan, alejado de los problemas con su familia, más bien diría que se estaba escondiendo, específicamente de su #@$%& padre. Si es que podía utilizar una mejor palabra para describir a ese hombre.

–Tienes cara de no estar bien... – Daniel se sentaba a mi lado mientras me ofrecía una de las bebidas que le había pedido. – Estuviste muy distraída mientras jugábamos, considerando que te gane por 10 puntos debe ser por algo muy grande, Espera... ¡¿Acaso voy a morir?!

Presione mi bebida en la mejilla de mi amigo - Pues morirás la próxima vez que coloques algo frio en mi cabeza. – suspiraba dejando la botella a un lado – estoy asi solo por un amigo.

Daniel se frotaba la mejilla – Un amigo, eh?... – para luego levantar ambas cejas de una manera que no me agradaba, obviamente sabiendo a que se refería esa mirada de insinuación.

–SI!. un A-MI-GO y déjame decepcionarte con lo que seas que estés imaginando. – no pude evitar soltar un suspiro cabizbajo antes de continuar – Rompí una promesa con el y ahora me odia por eso.

–Ok, un amigo-amigo, entiendo. – Dio un sorbo a su bebida – y esa promesa... ¿Es de esa clase de la cual no puedes contarme nada?

–De esa clase de como "no decirle a tu psicópata padre de que estas aquí conmigo" No, es algo simple. Me presto algo con una condición y yo rompí esa condición.

–Ouch!... golpe bajo, osa mayor. Así que... Te prestó algo, pero rompiste la condición que te pidió que no rompieras. Veamos, para empezar, ¿Por qué la rompiste?

Porque me transforme en una heroína y con los poderes que obtuve transformándome en una gigante, salve la vida de muchas personas. Obviamente no podía decirle eso!

–Porque pensé que sería lo mejor, porque eso ayudo a va-una persona que lo necesitaba.

–¿Ayudó a alguien? ¡Ah bueno!, siendo así la cosa cambia

MIRACULOUS Stories - A Bear's TaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora