Dejando a mi amigo en buenas manos, me retiré tranquilamente del lugar de práctica, comenzando a correr lo más rápido posible. Estaba retrasada, tenía que llegar a casa, comer algo, tomar algunas cosas para luego regresar a mis clases de la tarde en la universidad.
Distraída entre mis pensamientos, cuando iba doblando una esquina choque con alguien. Rayos! Mi madre siempre me decía que debía tener cuidado cuando yo andaba con mucha prisa sin mirar, no era momento de pensar en más cosas, debía disculparme rápido con aquella persona.
-Discúlpeme, fue mi error por no mirar por donde iba... - y hasta allí llegaron mis palabras, estas quedaron interrumpidas cuando descubrí el rostro de la personas con quien choque.
Mis ojos se abrieron súbitamente, tratando de analizar de que lo que estaba viendo no se trataba de una ilusión, no, más bien debería decir, que no era una pesadilla. Algo que nunca esperaba encontrarme en esta gran ciudad. Pero la realidad es que este hecho podría ocurrir tarde o temprano, y era lo más lógico debido a las circunstancias, circunstancias en las que está envuelta mi mejor amigo. Esto no se trataba de una simple coincidencia y me refiero al encuentro con esta desagradable persona.
-Oh... Pero que tenemos aquí, quien diría que la mocosa amiga de Daniel ha crecido tan bien en todo este tiempo que no nos hemos visto.
Este hombre sonreía de forma desagradable para mi gusto y adicional, no me quitaba la mirada de encima. Alguien que no veía hace varios años y, a decir verdad, deseaba no volverlo a ver nunca más. Era de contextura fuerte y ahora una gran cicatriz se resaltaba de manera imponente en su rostro, algo nuevo que recordaba no haberle visto antes, ese nuevo elemento marcaba aún más esa aura oscura y siniestra que desprendía él, algo que comenzaba a paralizarme, causando un escalofrió en mi espalda. Esa mirada y presencia era sin duda alguna la de un asesino. William Furaha, el padre de Daniel.
Le devolví su supuesto saludo con una sonrisa sarcástica.
-Y usted sigue siendo el mismo Señor Furaha. No, me corrijo, usted podría seguir siendo el mismo, incluso mucho peor que antes.
Cuando Daniel me contó lo que había ocurrido en el tiempo que estuvimos distanciados e incomunicados, el pánico me inundo escuchando su historia. Primero que todo, me sentí la peor amiga del mundo, ¿cómo podía llamarme su amiga, cuando no pude estar con él en ese momento que más necesitaba a alguien que cubriera su espalda? Por desgracia las circunstancias se habían dado para yo no pudiera estar a su lado, estando estancada en una montaña esperando a que me rescataran. Un sentimiento fuerte de ira surgió dentro de mí, cuando conocí la causa que genero toda esta desgracia para mi amigo: el simple hecho de haber recibido la herencia de su abuelo. Gracias a eso su vida ahora corría peligro, e irónicamente a manos de su propia familia. No, solamente de un miembro de esa familia, su padre.
El hombre no pudo evitar sacar una risa que era molesta para mi gusto.
-Hahahaha! tan directa como siempre, eso siempre me agrado de ti. Pero lastimosamente esta conversación no es sobre nosotros, así que iré directo al grano... ¿DONDE ESTA DANIEL?... – Cambio su estado de humor inmediatamente, encarándome de frente. En un tono de voz sombríamente molesto que podía helar la piel de cualquiera que tuviera cerca de él.
Trague saliva con algo de dificultad, debía mantener la calma, no dejarme afectar por la presencia asesina que emanaba con su mirada este hombre. Si flaqueaba ahora, Daniel podría correr peligro y eso era algo que no iba a permitir que ocurriera nuevamente.
Reuní el valor para que mi voz fluyera con normalidad y así poder responder adecuadamente a sus exigentes palabras. Sonriendo un poco confiaba y segura en un tono satírico.
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MIRACULOUS Stories - A Bear's Tale
AçãoVarios años han pasado desde que Ladybug y Chat Noir junto con los demas heroes parisinos, logran derrotar a Hawk Month, regresando la paz de nuevo a Paris. Luego de esos sucesos descubren que su ciudad no era la unica en estar en peligro todo este...