Diario de una Suicida [CANCELADA]

Dia: 3 Odio tu sonrisa

Entramos al despacho del director y al parecer estaba ocupado, al principio pensé que me la pasarían y me dejarían ir, pero grave error el Maestro tenía que abrir su boca.

-Lo siento Director, pero al parecer hemos tenido problemas con la Señorita Estrada.

-¡Eso es mentira! ¡Me están culpando de algo que NO hice!- Sí, lo admito explote, pero tengo mis razones, ya no soporto mi vida. Y no se cuánto más puedo aguantar.

-¡Señorita Estrada! ¡No levante la voz en mi oficina y menos por sus caprichos!

-No es ningún capricho.- suspiré para poder clamarme, no sé si podría resistir a tanta rabia que tenía.- Mire Señor Director, sí me va a poner un castigo póngame lo ya.

Creo que sí el chico que estaba con el Director no nos hubiese interrumpido tal vez estaríamos en un lugar de mucha tensión.

-Oh, Señor Antemio, usted puede acompañar a la Señorita Estrada al salón de castigos.- ¿¡Qué!?, Lo que me faltaba un chico acompañándome.

-¿Eh?... Digo, S-Sí, ¿P-Por que n-no.- Este chico enserio está... ¿Nervioso?

Creo que estoy alucinando, sí de seguro es eso. Lamentablemente, como antes ya había dicho el... no mejor me callo y solo le sigo Director, ¡Ya! Que me vuelvo loca, tengo que seguir caminando.

Me sentía muy, muy incomoda, era como sí el chico no parara de mirarme, le mire de reojo y vi qué efectivamente él no paraba de mirarme y por si fuera poco sonreía.

-¿Podrías dejar de mirarme?.- Él sólo soltó una pequeña y leve carcajada.

-¿Por qué? ¿Te molesta? ¿Te pongo nerviosa? ¿Acaso...

-Hey, una pregunta a la vez.- Era obvio que no le respondería si seguía comportando se como un idiota.- En primera, porque no me gusta que me miren suficiente tengo con los que me miran raro día a día, en segunda, Sí. Me molesta, y mucho, en tercera, claro que no, no me pones para nada nerviosa.

-Bueno, yo sólo decía.- ¿Lo único que sabe hacer este chico es sonreír o qué?

-¡Deja de sonreír! ¡Me tienes harta de tú estúpida sonrisa!

-Lo siento mucho, de verdad discúlpeme Señorita Estrada.

-¡Odio Tu Sonrisa!- Haber Estefania, respira y cálmate. Suspiré y continúe.- Sólo te pido, Muy Amablemente, que evites sonreír.

- Que diferencia. Ahora que ya te calmaste, dime tu nombre.

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Chan Chan ¿qué creen qué le diga Estefania?