#Estefania P.O.V.#
Las horas pasaban en la Preparatoria y todo era absolutamente aburrido. Algunas clases me tocaba con Esteban y otras me tocaba estar sola, y cuando dejaban una actividad de trabajo en equipo me perjudicaba demasiado, ya que nadie quería estar con alguien que se cortase las venas. Aunque ellos no supieran por qué lo hacía.
En la hora del recreo nunca tenía con quien sentarme, así que agarraba la "comida" (porque a esa mierda no se le podía llamar comida) y me iba a la mesa que nadie quería, una que era especialmente para mi, estaba en el rincón de la "Cafetería". Así que hice la rutina de siempre, solo que ésta vez fue diferente, Esteban estaba sentado conmigo. Varias veces le dije que se fuera, que me gustaba estar sola, pero él sólo dijo que no tenía amigos.
Así que ahí estábamos, los dos, sentados en una misma mesa, muy lejos de los demás, no sé, se sentía raro estar acompañada cuando ya estabas acostumbrada a estar sola. Él intentaba hacer plática, supongo que se sentía incómodo, aunque está en todo su derecho, yo, en su lugar, lo estaría.
Y Bla, bla, bla*, la escuela pasó " rápido" y por fin salimos de esa cárcel llena de diferentes culturas, y todo era distinguible, los nerds, los hipster, los raros, los populares, las parejas, y luego... Bueno, luego estaba yo, la chica suicida de la escuela.
Esteban, nuevamente, se ofreció a acompañarme a casa. Me esperó, como siempre, en la salida, entre todos los chicos ahí estaba él, buscando a alguien con la mirada, hasta que por fin me encontró entre tanta gente más alta que yo, y me sonrió. Yo solo pude ir caminando hacia él; pude haberlo ignorado, pude haber seguido mi camino o pude haber pasado de él, así, sin más. Pero no, yo solamente seguí a mi instinto y fui hacia él.
En el camino, ninguno de los dos hablaba, yo iba con la cabeza mirando mis zapatos Converse negros y de vez en cuando el pavimento, y Esteban miraba al frente, a veces veía los carros que había estacionados en las calles. Hasta que escuché algo, un bebé llorando...
~Flashback~
Estaba jugando con mi hermano Jace a que él era un súper héroe y yo era una princesa que le daba los poderes telepaticamente, eso podía parecer patético, pero para nosotros no lo era, para nosotros era lo más normal del mundo. Ya que a él le gustaba mucho la idea de hacer un mundo en el que podías salvar a la gente de accidentes en los que pudieran morir, Jace siempre decía que era el hombre más fuerte del mundo y se ponía en posición y lo decía con una voz más gruesa, con intentos fallidos, ya que solo le salía una voz muy ronca que lo único que me causaba era miedo.
Cuando lloraba porque pensaba que él era un mounstro, calmaba su voz, se incaba y me decía:
-Oye, no llores. Soy tu hermano. No soy ningún mounstro. Yo te salvaré de ellos, princesa Estefanía.- Me secaba las lágrimas, sonreía y le respondía. Me gustaba que me dijera: "Yo te salvaré de ellos, princesa Estefanía", me hacía sentir protegida, era una sensación agradable.
-Por supuesto que sí, Súper Jace, héroe de la humanidad. Tu me salvaras de los mounstros que habitan abajo de mi cama.- Extraño cuando los mountros estaban debajo de mi cama.
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Diario de una Suicida [CANCELADA]
Genç KurguNunca te imaginaste como un Suicida vive su día a día. Como es capaz de seguir viviendo si es una Suicida. Las Suicidas escriben sus pensamientos o no es necesario. Estefania una chica de 16 años siente que su vida no tiene sentido, al tener muchos...