XVII. Yo vi lo que vi.

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𝖄𝖔 𝖛𝖎 𝖑𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖛𝖎

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𝖄𝖔 𝖛𝖎 𝖑𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖛𝖎

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El pequeño bote amarillo salió disparado en el aire, cayendo al suelo con un ruido sordo, seguido de las pequeñas píldoras azules rebotando una y otra vez en el suelo.

Sam alzó una ceja y ahogó un gruñido, se cruzó de brazos, sintiendo la cólera subir por su garganta.

―¿Harás esto, en serio?―

Scorpius la miró desde su cama, con una expresión de superioridad en el rostro, se encogió de hombros.
Sam apretó más los brazos sobre su pecho.

― Ya lo hice, cariño

Sam soltó un fuerte chillido mientras golpeaba el suelo con su pie derecho, su cabello se movió por la brusquedad y su cara enriqueció. Scorpius soltó una carcajada.

― Vamos, Sam, no hagas rabietas, no funcionan conmigo desde que tenemos ocho.

La Slytherin se sintió ligeramente avergonzada por aquella rabieta, le había salido de la nada y no pudo evitarla. 

― Bien― Exclamó alzando los brazos, luego lo apuntó con el dedo índice. El rubio se le quedo viendo, le recordó a su madre cuando le daba un ultimátum― Avisame cuando dejes de ser un crío.

― ¿Yo soy el crío? ¿Debo recordarte quién vino a hacerme pataletas porque no quise tomar las puñeteras píldoras?

Sam no dijo nada. Se quedó parada, clavando su mirada azul en la gris de su primo.

― Sabes que no estás bien. Es por tu bien, Scorp... y el hecho de que mandes todo a la mierda por una chica...

― ¡Callate!― Bramo él, interrumpiéndola.

Sam dio un pequeño salto y un destello de miedo paso por sus ojos.
Estaba más que molesta con él por como se había portado los últimos días, pero Scorpius estaba mal, lejos de casa y necesitaba su apollo. Así que se tragó su orgullo y fue a buscarlo a su habitación en las masmorras, mas el muchacho estaba 10 veces más cabreado que ella y no daría su brazo a torcer tan facil.

VOODOO DOLL | 𝐒𝐜𝐨𝐫𝐨𝐬𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora