XI. ¿Puedes oirme ahora?

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¿𝔓𝔲𝔢𝔡𝔢𝔰 𝔬𝔦𝔯𝔪𝔢 𝔞𝔥𝔬𝔯𝔞?

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¿𝔓𝔲𝔢𝔡𝔢𝔰 𝔬𝔦𝔯𝔪𝔢 𝔞𝔥𝔬𝔯𝔞?

La emoción era más que palpable esa mañana en el gran comedor, había fuegos artificiales de sortilegios Weasley volando por todo el comedor

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La emoción era más que palpable esa mañana en el gran comedor, había fuegos artificiales de sortilegios Weasley volando por todo el comedor. McGonagall se había rendido después de regañar a tres alumnos de quinto año para que los apagaran.
Las casas de Ravenclaw y Gryffindor eran sin ninguna duda, las más inquietas, pues ese día se jugaría el tan esperado partido de Quidditch. Luego de que los leones vencieron a Hufflepuff y Slytherin, sólo les quedaban las águilas.

―Nosotros deberíamos jugar hoy, no esos leones. ―Se quejó Blake mientras mordía una tostada con mermelada de fresa.
Albus y Socrpius rodaron los ojos simultáneamente.

―Eso ya me esta dando miedo ―Dominique dijo y señaló a los chicos― Son como siamesas.

―Dom, es normal, estamos todo el día juntos desde hace meses, supéralo... —dijo Albus— Y Blake... ―volteó a verlo con cansancio ―Ganaron limpiamente.

―¡Su bateador te tumbó de la escoba!―  gritó indignado― ¡Y ese era tu hermano, por si no te diste cuenta!

Albus volvió a rodar los ojos.

―La función del bateador es precisamente esa, compadre. ―dijo esta vez Scorpius― Impides que el otro equipo gane. Además, les ganaremos a los tejones, y venceremos a Gryffindor en la semifinal. Eso es seguro.

―Yo aún me siento indignado.

―Merlín, deja de ser un mal perdedor. ―se quejó Dominique― Cállate y come palomitas. ―tomó un puñado de las que había en la mesa y se las metió en la boca, provocando la risa de Albus y Scorpius.

La puerta del gran comedor se abrió, dejando entrar a todo el equipo de Ravenclaw y a Rose.
Esta vestía con ropa muggle ya que no era parte del equipo, Scorpius no pudo evitar observarla por un largo rato, incluso cuando se sentó en la mesa de las águilas no dejó de mirarla. Albus le pegó en las costillas con el codo.

―¿Ya aceptarías que te encanta? ―Malfoy lo fulminó con la mirada.

―Cállate, Al. ―El moreno se volvió a reír de su amigo.

VOODOO DOLL | 𝐒𝐜𝐨𝐫𝐨𝐬𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora