Lentitud

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Nota: Estre fragmento ocurre después del episodio 23 del anime. Si no lo has visto, asegúrate de hacerlo antes de leerlo para no spoilearte.     

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 —Tenemos que averiguar el pasado del jefe cuanto antes... o perderemos. —Las palabras de Bruno son tajantes. Cierto tono de urgencia se eleva sobre el de la preocupación, y por ello el resto de la gang mira hacia delante sin atisbo de duda.

—Perdonad, me gustaría descansar un rato —dice Giorno, llevándose una mano a la cabeza—. Estoy algo mareado.

—¿Estás bien? ¿No te has curado del todo? —Bruno se preocupa de inmediato.

—No, no es eso, es solo que creo que he usado demasiada energía en esta pelea. Se me pasará en cuanto descanse un rato.

—Sí, claro. —Dejando la tortuga en el suelo, permite que el chico entre. Cuando lo hace, todas las miradas se dirigen a Mista.

—¿Qué? —pregunta, sin entender el motivo de tal inquisición.

—¿Cómo que qué? —interviene Narancia—. Si no hubieses disparado, Giorno no tendría que haber usado tanto su stand.

—¿¡Qué!? ¿¡Ahora va a ser culpa mía!? ¡¡Tú me dijiste que disparara!!

—¡Estaba bajo el efecto de un stand! ¡Tú podrías haber usado tu olfato por lo menos!

—Venga, no os peleéis —dice Bruno, sin apartar la vista del mar—. La culpa no es de nadie más que del enemigo.

Los dos dejan de pelear en el acto y se sientan mirando hacia diferentes lados, claramente molestos. Aun así, Mista no dura demasiado manteniendo esa postura.

—Voy a ver cómo está.

—¿Ves? Sabía que te sentías culpable —espeta Narancia, con una sonrisa complaciente.

—Te... agh, paso —dice finalmente, entrando en la tortuga.

Giorno está tumbado en el sofá boca arriba, con un brazo tapándose los ojos. Trish está de pie, y en cuanto el pistolero entra, le dedica una mirada.

—¿Cómo está? —pregunta, aunque sabe que preguntarle a Trish de poco servirá.

—Bien, supongo. Voy a salir a tomar un poco el aire.

A punto de decirle que fuera es peligroso, recuerda las palabras de Bruno: es probable que no haya más enemigos en Venecia. ¿Cuánto más podrá aprovechar la joven para tomar el aire en lo que les queda de viaje?

—Me parece bien —dice finalmente.

Y sin cruzar más palabras, la muchacha se marcha.

Mista se acerca hasta el sofá. Se queda de pie, mirando a Giorno sin saber cómo actuar. ¿Debería pedirle perdón después de todo? ¡Estúpido Narancia! Ahora su voz no deja de recorrer sus pensamientos.

—Estoy bien —dice Giorno de manera inesperada—. No es culpa tuya.

—¿Lo has oído?

—Habláis lo suficientemente alto —responde, incorporándose.

—No te levantes, no hace falta. —Alzando las manos, impide en vano que Giorno se siente en el sofá.

[Fanfic] Giorno & Mista - Golden Pistols [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora