014-"El comienzo de todo pt1."

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Los gritos y llantos se podían escuchar a través de la puerta, ambas niñas se abrazaban mientras cerraban con todas sus fuerzas sus ojos, tratando de detener las lágrimas que corrían por sus mejillas.

-¡MALDITA SEA!-grito el alfa, mientras estiraba de los pelos castaños de Jeongyeon. Había ocurrido, por fin se había presentado, pero no de la manera que esperaban-¡COMO ES POSIBLE QUE NI PARA ESTO SEAS UTIL?!!

La pequeña alfa sorbía su nariz, tratando de quitar sus cabellos de las garras de ese hombre al cual ellas deben llamar "tío", a la edad de 18 años se presentó como alfa, ya se había hecho la idea de ser una beta, nunca hubiera imaginado poder ser una alfa, el porcentaje de que una mujer sea alfa era realmente pequeño, en su mente solo cabía asco por sí misma. ¿Acaso su vida iría por peor camino?, ¿qué haría si nunca llegase a sentir completa y satisfecha como una alfa?, y por sobre todo odiaba con todo su corazón a la raza de los alfas.

Un golpe en seco le llego en la mejilla, con su vista borrosa podía observar los mechones de pelo que le había arrancado, solo podía llegar a su cabeza toda esas veces en que su madre cuidaba de su pelo para que creciera de forma saludable. Tenía que aguantar por sus hermanas, su padre falleció cuando ella tenía tan solo 10 años, su mamá ya no estaba y las dejo a cargo de su tía, lástima que esta nunca las ayudo, y nunca les creyó las atrocidades que les hacia ese hombre.

-Largo de aquí-pronuncio, mientras limpiaba sus manos, quitando todo rastro, era un hombre de la alta sociedad, no podía ensuciarse sus manos con mendigas, como ella, y para completar un fallo de la naturaleza.

La adolescente no pronuncio nada y se fue caminando lentamente, no quería levantar la mirada, no iba a darle el gusto de verla llorar más. Al salir se encontró con sus hermanas, realmente tenía miedo de que algún día acabase con la vida de una de ella, se abrazaron fuertemente, los días no tenían luz para ellas, era un infierno esa mansión, aunque muchos decían envidiar la vida que ellas llevaban.

Con el pasar del tiempo, el único hijo de su tía Doyeon vino a Corea, regresando de su viaje de Nueva Zelanda, era un chico distante, no compartía nada con la familia, solo monosílabos.

-¿Estas bien?-pregunto a Mina, ella abrió completamente sus ojos, estaba agachada debajo del lavado con la cabeza metida entre sus piernas, vio a aquel que pasaría a ser su primo, estaba cargando a Momo.

-S-si-susurro-, ahora si.

-Podrías salir de ahí, no creo que sea muy cómodo ese lugar, prefiero estar sentado en una silla.

La en ese entonces pelinegra sonrió después de tanto tiempo-¿Por qué llevas cargando a mi hermanita?

-Quería dormir-observo a la pequeña y acomodo sus mechones detrás de sus orejas-, la estoy llevando a su habitación.

-Te acompañare, las tres dormimos juntas-le sonrió.

Los tres tranquilamente fueron caminando por los pasillos, su tíos no se encontraban en la mansión, era extraño, su primo parecía una buena persona a diferencia de sus padres.

-Mucho gusto, me llamo Mina.-se presentó, esperando que él también la responda.

-Un gusto, Mina, me llamo NamJoon.

-La niña a la que cargas se llama Momo y mi hermana mayor se llama Jeongyeon.

La plática se expandió considerablemente, ambos jóvenes crearon un ambiente de seguridad, un aire de felicidad y armonía se encontraba alrededor de ellos, y a Momo parecía encantarle estar entre su primo y hermana, después de 3 años, la casa, o más bien dicho esa pequeña habitación parecía ser acogedora.

...

Las clases en el instituto no podrían ser peor, se sentía cada vez peor el mentirle a sus amigas, además de evitar el mirarle directamente a los ojos a Mark, por primera vez había química entre el alfa rubio y ella. Con pasos apresurados fue a una farmacia, las heridas que ella tenía formarían gigantes moretones si no se trataba a tiempo, la farmacia más cercana a su instituto estaba a seis cuadras, debía de correr si quería llegar temprano a casa y ver como se encontraban sus hermanas.

-Ungüentos, pomadas, curitas, y maquillaje...-miro en la siguiente sección.

Había demasiados, que acaso no debería de existir un solo tipo para ahorrar tiempo.-¿Cuál será mejor?-se preguntó a sí misma.-me llevaré esta.-señalo una mascarilla plateada.

-Si yo fuera tú, no lo compraría-una chica de largo cabello negro, con uniforme de preparatoria, se acercó a ella-, estos hacen que la piel parezcan demasiado grasientas, tengo un amigo que diariamente lo usa-suspiro-, algún día el comprenderá que lo hace ver demasiado brillante, hasta ya parece Edward de crespúsculo.-Jeongyeon sonrió, esa chica era extraña, pero agradable.

-Gracias...-dijo y volvió a poner en su lugar aquella mascarilla.

-Llévate esta, esta es la mejor, solo mírame- señalo su rostro, la alfa no pudo contener la risa-, me veo fa-bu-lo-sa.

-Muchas gracias-hizo una reverencia-, iré a pagar esto.

-Te acompaño, me agradas niña, ¿cómo te llamas?

-Jeongyeon y tú?

-Im Nayeon, mucho gusto Jeongyeon, acabas de ganarte una nueva amiga.

...

Hola gente bella, hice esta maratón para explicar mejor como comenzó esta historia, de paso es mi regalo por los 2k de vistas :3. Nos vemos pronto.

PD: estaré editando algunos de los primeros capítulos, pero no serán muchas cosas, solo algunos datos.

𝑴𝒀 𝑳𝑶𝑽𝑬𝑳𝒀 𝑨𝑳𝑭𝑨 𝑱𝑬𝑶𝑵𝑮𝒀𝑬𝑶𝑵 | JeongMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora