--Lo siento. No puedo seguir contigo--mi novio de dos años me ha abandonado. A su lado se encuentra mi mejor amiga, aquella chica a la que le conté mis secretos mas profundos.
--¿Esto es una broma?--negué aquella situación. No podía ser verdad que el hombre al cual me eh entregado en cuerpo y alma, ahora este terminando conmigo.
--¡Tu eres la broma!--mi mejor o mejor dicho ex amiga se burló de una manera perversa. Su sonrisa y aquella mirada que me lanzo como si yo fuera la cosa mas insignificante del mundo.
--¡No puedes! Te amo, yo...
--¡Basta! ¿¡Acaso eres imbecil!?-- me sujeto con fuerza de los hombros para después empujarme. Tropecé al intentar mantener el equilibrio y torpemente caí al suelo. En ese momento me sentía demasiado humillado que mis ojos me traicionaron y gruesas lagrimas escurrierón de ellos.--Lo nuestro solo fue un jodido experimento para mi. ¿Pensabas que realmente me gustabas? --las palabras me herian de forma cruel. Me levanto torpemente y la risa burlona de aquella mujer que consideraba mi amiga me enfureció. Apreté los puños, me limpie el polvo y reuní lo que me quedaba de dignidad.
--No. Realmente no pero eso ya no importa. Espero que sean felices ya que los dos son tal para cual--di la media vuelta y camine dispuesto a marcharme de aquella forma.
--Largate, imbecil--la voz de mi ex amiga y después sentí que alguien me empujo hacia la calle. Sabia que armar aquella escena a la entrada de la universidad no era muy bueno pero estaba demasiado triste y dolido. Caí en el suelo, mis manos y rodillas amortiguaron mi caída.
--¡Alex!--el grito de aquel idiota que me abandonaba y después el pitido de un carro, mi vista miro como un autobús intento frenar, cerré los ojos y después un horrible dolor invadió mi cuerpo. Intente abrir los ojos pero se me dificultaba, no podía respirar y solo me arrepentí de no haberme cuidado de aquella zorra que fue la que me empujo.
Una voz a lo lejos, tenia dificultad para abrir los ojos y tenia un fuerte dolor en el pecho. Un grito casi alarido salio de mis labios. Abrí mis ojos lentamente y los cerré nuevamente. Ante mi , estaba un lugar que parecía una parte de un almacén y nieve.
--Estoy soñando--Me remuevo incomodo, intentando encontrar una posición mas placentera pero mi pecho sigue doliendo.
--¿Anthony? ¿Donde estas?--la voz de una mujer me hace abrir los ojos. Mi nombre no es ese pero por alguna razón reacciono ante él.
--¿Quien?--no hay nadie. Me siento y unas horribles nauseas me invaden.
--Jefe, ¿Esta bien?--la voz proviene cerca de mi cabeza. Llevo mis manos y me doy cuenta que tengo una especie de casco. Intento quitarme con desesperación pero después de unos segundos me rindo al darme cuenta que mis manos también están cubiertas por metal al igual que mi cuerpo.
--No. No estoy bien Jarvis--estoy demasiado alterado como para notar que me se el nombre de aquella inteligencia artificial que me habla. Me quede quieto, por mi cabeza pasaban un montón de recuerdos que estaba seguro que no me pertenecían.
Las cosas que no entendían me causaron una conmoción y luego ya no supe nada. Simplemente me desmaye.FLASH BACK.
--Anthony--Steve Rogers abrazo al dueño de industrias Stark para luego depositar un dulce beso en sus labios.
--Te extrañe--Stark murmuró cerca de los labios de su amado después de separarse de aquellos labios--¿Qué era lo que Nick quería ahora?
--Es una noticia sobre mi amigo.--una sonrisa dulce y el moreno sabia que su novio necesitaba ser reconfortado.
--¿Qué pasa con el?--Stark sujeto la mano del capitán y lo llevo con suavidad al sofá.
--Bucky esta viendo a un nuevo psicólogo. No es un tipo que me de mucha confianza pero no hay otra alternativa--Steve se dio cuenta de que su novio lo abrazo y comenzó a acariciar la piel expuesta de su cuello.
--Bucky ¿Sabe de nosotros?--Stark estaba un poquito celoso de aquel hombre. El mencionado era un buen amigo de años y aun que apenas acababa de romper la barrera del amor de Steve que tenia con su padre fallecido, ahora esto pasaba.
FIN FLASH BACK.
--¿Tony? ¿Estas bien?¡Tony!--un golpe en mi mejilla me hizo abrir los ojos. Ante mi estaba una mujer que tenia una autentica mirada en de preocupación.
--Si. Gracias Pepper. --me quede callado y miro en silencio la habitación. Aquel lugar no lo conocía pero me resultaba familiar. --¿Qué paso?
--El capitan Steve Rogers apago su traje y parte de su reactor--la voz de Jarvis me contesto. Pepper me miraba como si algo anduviera mal y realmente yo mismo me sentía demasiado asustado.
--Lo siento Stark. Sabia que algo así podía pasar. Nunca confíe en Rogers.--Pepper estaba molesta, su mirada era triste y me miraba con lastima.
--Yo estoy confundido Pepper. Aun no termino de asimilar lo que me paso--todo aquello era verdad. No sabia que estaba pasando. Por unos momentos era Alex Frent y ahora era un hombre llamado Anthony Stark.
--¿Quieres que te deje solo? --Pepper parecía resignada. Solo asenti y espere a que ella saliera para poder levantarme. Me metí al baño para poder mirarme en el espejo.
Era un hombre atractivo, ya no era aquel castaño delgado aburrido. Ahora era un hombre con un sex appel. Ademas aun llevaba aquel traje, tenia algunas heridas en mi cara y aquella luz que estaba en medio de mi corazón. Tenia una idea de lo que estaba pasando, aquel hombre en el espejo era mi yo actual. Mi antiguo yo, aquel hombre llamado Alex Frent ya no existía. Era solo un recuerdo doloroso de mi vida pasada.
--Victor--murmure el nombre de aquel hombre que tanto daño me hizo, aquel hombre que logro herirme en lo mas profundo siendo Alex Frent--Steve--aquel otro nombre me causaba también un dolor en el corazón, por que ahora mi actual yo sufría por aquel capitán que me traicionó de aquella horrible forma. Estuve a punto de morir pero afortunadamente y gracias a los recuerdos de mi vida pasada, luche para sobrevivir en mi actual yo.--Yo soy Anthony Stark y soy Iron Man
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Dolor y Amor.
FanfictionStark esta herido, después de que Steve decidió irse con Bucky y quedara herido. Una nueva oportunidad aparece en su vida de la forma mas ilógica que puede existir. Un mago que puede sanar cualquier herida pero no entender a un hombre herido.