Capítulo 50

269 12 0
                                    

Los rayos del sol golpearon mi cara, jale un poco la sábana para cubrirme el rostro pero me sobresalte al sentir un brazo sobre mis cintura.

Inmediatamente recordé el día anterior y una sonrisa apareció en mi rostro.

Me gire con cuidado de no despertar a Shawn y cerré nuevamente los ojos.

Sentí que Shawn besaba todo mi rostro.

Buenos días -dije para anunciar que ya estaba despierta-

Buenos días bebé -pude sentir su sonrisa- ¿cómo amaneciste?

A tu lado siempre será perfecto todo -sonreí y sentí un beso en mis labios-

¿Quieres desayunar? -asentí sin abrir los ojos-

Bueno para eso necesitas levantarte floja -reí y poco a poco abrí los ojos-

(...)

Ya estoy lista -saliendo de mi habitación-

Vaya si que te apuraste -dijo Nash-

Saldríamos todos al club. Shawn me había traído a casa para arreglar mis cosas.

En menos de 5 minutos ya estábamos todos en la camioneta que el padre de Shawn nos había prestado.

(...)

¿No entrarás? -pregunto Nash refiriéndose a la piscina-

No...no se nadar -me encogí de hombros-

Tu novio debería ayudarte y enseñarte.

Se alejó y yo sólo me acomode en la larga silla color blanco para tomar un poco el sol. Aunque mi piel lo único que consigue es ponerse roja y a los pocos días regresa a su color normal.

Escuchaba la canción de Could you be the one? de Sammy Wilk. Amaba tanto esa canción que por un momento olvide en donde estaba.

Sentí un líquido frío sobre mi abdomen y me levanté rápido por la fea sensación.

Ay! Perdón no me di cuenta -se alejó de mi sin más-

La maldita de Mahogany había tirado su limonada sobre mi.

Me pare y seque con una toalla pero sentía mi piel pegajosa.

Amor ¿quieres entrar? -llego Shawn a mi lado-

No, yo...-hablaba sin mirarlo a los ojos y lo único que veía era mi abdomen pegajoso- tengo que ir a limpiarme -pase a un lado de él sin mirarlo-

Chris no estaba aquí pero de haber estado me hubiese defendido ante lo que Mahogany hizo. Y Shawn nunca le decía nada a su amiga, lo cual me molestaba. Podía defenderme sola pero de vez en cuando se necesita de dos personas para callarle la boca a alguien como Maho.

Shawn P.O.V.

Vi que Maho se acercó a Madison pero no hice caso a lo que hizo porque hace unos segundos me dijo que le pediría disculpas a Madison por traerla mal siempre.

Me asegure de no interrumpir a Maho y cuando vi que a alejó d Madi me acerque a ella. Sabía que no sabía nadar así que la invitaría a hacerlo conmigo.

Amor ¿quieres entrar? -me acerque a ella-

No yo...-hizo una pausa mirando su abdomen que lucía mojado- tengo que ir a limpiarme -paso a mi lado sin siquiera voltear a verme-

Me dejo confundido pero sabía que esto era obra de Maho. Me acerque a ella enojado quien reír junto a una de sus amigas.

Viste su maldita cara de idiota -comento Maho sin percatarse que yo estaba allí-

¿Qué le hiciste? -grite molesto-

Shawn...yo ¿de que hablas? -fingió no saber del tema-

No finjas Maho -grite más-

Enserio creíste que le pediría perdón -burlona-

Cameron llego a mi lado y tomo mi hombro.

Tranquilo Shawn -jalándome para alejarme de Maho-

La mire seco antes de darme la vuelta para ir donde los chicos.

Todos optaron por ir a comer algo aquí mismo en el club así que nos secamos un poco y fuimos del lado de la cocina.

Madison P.O.V.

Fui al baño y moje un pañuelo para pasarlo por mi abdomen y limpiarlo.

Una vez que termine me mire en el espejo y me hice la pregunta que mi cabeza invadía cada noche y caída fía desde que Shawn es mi novio.

¿Qué es lo que le gusta de mi? era delgada y no muy alta, piel pálida y con este bikini no lucía tan bien. Quizá Maho tenía razón y yo no debía estar con él. Sin precio aviso una lágrima salió de mi ojo.

La limpie y salí del baño. Me sorprendí al no ver a nadie conocido en la piscina, me acerque por mi móvil y mis auriculares que había dejado sobre la silla en la que estaba acostada antes de que Maho tiara su bebida sobre mi.

Iba pasando junto a la piscina cuando alguien me empujo.

No tuve tiempo de gritar y sólo sentí como mi cuerpo poco a poco se hundía sin poder pedir ayuda. De un momento a otro todo se volvió obscuro.

He safe meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora