Capítulo 54

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Miro mi delgado rostro frente al espejo, mis ojeras son notorias y mas aun porque he estado llorando desde hace un buen tiempo.

Recuerdo que cuando tuvimos el accidente al abrir mis ojos no pude ver el rostro del conductor contrario, ni siquiera se de donde salió cuando ocurrió todo.

•Flashback•

¿Está aquí? -susurre sollozando-

Si Madi, esta aquí -asintió la enfermera que había estado atendiéndome desde mi llegada al hospital-

Cree que...-no termine la frase y ella solo asintió entendiendo a lo que me refería-

Esta en la habitación 501 -llamare a al doctor para que te lleve-

No, quiero ir sola -con la cabeza gacha-

La enfermera no dijo mas y acercó la silla de ruedas a mi. Jamás había usado esa cosas así que la enfermera hizo todo el trabajo de ponerme en ella.

Cuando estuve en la puerta numero 501 me detuve en seco y pensé si entrar o no.

Titubee un poco al abrir la puerta, detrás de ella se encontraba él, el chico con el que habíamos chocado mis padres y yo. No le tenía ningún rencor, la culpa no había sido de él. Siempre he sido de las que se van por el lado en la que hay una persona que decide cuando nos vamos y como nos vamos. A mis padres les había tocado uno de los peores casos pero el doctor dijo que no sufrieron. En cambio aquel chico lo hacia. Me acerque sigilosamente a su cama, hice mil y una maniobras para poder sentarme en su cama a lado él, claro que hubo obstáculos y rompí un pequeño florero vacío, corte la palma de mi mano con uno de los vidrios pero no le di importancia.

Me gire y vi atentamente al chico, tenía tantos aparatos conectados a él que daba un poco de miedo pero gracias a ellos el seguí viviendo.

Toque su mejilla suavemente y de allí pase a sus largas pestañas.

Era un chico apuesto.

Mi madre una vez me contó que cuando se esta en coma puede que no despiertes pero hay una parte de ti que escucha lo que le dicen las personas. Algunos piensan que es una tontería pero yo hablaría con él.

Hola -reí despacio- supongo que no muchas personas hablan contigo porque han de pensar que no los escuchas pero mi madre una vez dijo que lo hacen así que sólo quería decirte que...-hice una pausa- lamento que estés en esta situación, no se quien eres pero enserio lo lamento y si pudiera ser yo la que esté aquí, así lo haría -escuche el ruido de la puerta abrirse y guarde silencio-

Eres la primera persona que habla con el -alegre-

Cree que sobreviva -me gire a ver al doctor con los ojos aguosos-

El me miro dulcemente y no lo negó pero tampoco lo afirmó así que ni siquiera él sabía.

Se que tu tampoco me conoces pero te haré una promesa -tome su mano fría y pálida que yacía inmóvil sobre la cama-

Prometo que si despiertas jamás te dejare solo, seré la mejor persona que pueda existir para ti pero tu tienes que prometer que despertaras, que harás lo que sea por vivir -lo ultimo fue apenas audible, solté su mano y la deje de nuevo sobre la cama-

El doctor se acercó a mi y con cuidado me coloco sobre la silla de rueda, la tomo de la parte de atrás y comenzó a empujar de ella.

Se detuvo en seco y no me sorprendió eso, lo que me sorprendió fue que aquel chico había dicho algo, había contestado lo que yo le había dicho, jamás había derramado lagrimas de felicidad como en ese momento.

Tan solo dos palabras lo hicieron, las dos palabras que quedarían grabadas en mi para siempre.

"LO PROMETO"

Me gire a ver al doctor y el tenía la misma expresión que yo.

(...)

Te quedara una gran cicatriz -la enfermera limpiaba la herida que había echo con los pedazos de vidrio del jarrón- ahora vendrá el doctor a ponerte los puntos -asentí-

Mientras el doctor hacia los suyo con mi mano me quede pensando en la promesa que había echo.

•Fin del Flashback•

Ahora las pesadillas que antes me atormentaban sobre mis padres se habían convertido en él. Aparecía en mis sueños cada noche siempre era el mismo y se repetía una y otra vez. No eran pesadillas pero me hacia sentir mal de cierta forma. Mire la palma de mi mano y allí estaba aquella cicatriz.

Después de lo ocurrido no pude conciliar nuevamente el sueño.

Pero aun así me quede recostada sobre mi cama.

Shawn no llamo en toda la mañana peo sabia que era porque tenía una entrevista y después tendría algo con el manager.

Quería quedarme sola en casa pero eso iba a ser imposible ya que tenía que empezar a empacar mis cosas para pasarlas a la nueva casa.

Por la tarde comencé a doblar y acomodar mi ropa en maletas. Bien dicen que cuando ves tu clóset se ven poco pero cuando guardas todo salen cosas que no recordabas tener.

Llevaba ya 4 maleta de ropa y aun faltaba la mitad, saque algunas cajas del armario y allí metí la ropa restante.

Maquillaje ✔️

Zapatos ✔️

Ropa ✔️

Accesorios ✔️

Todas mis cosas estaban listas, ahora faltaba la más importante, aquella caja en la que guardaba cosas importantes.

Entre al cuarto de visitas y me subí a un banquillo para bajar aquella caja. Una vez entre mis manos sacudí el polvo que tenía encima y la abrí.

•Flashback•

El día que viste a aquel chico por primera vez me dieron de alta y pude salir pero le había echo una promesa y la cumpliría. Cada día lo visitaba y así mismo le escribía una carta diferente. El doctor me dijo que le estaba sirviendo mucho que alguien hiciera lo que yo.

Durante medio año hice lo mismo.

Había veces que solo movía su dedo índice pero la única que vez que hablo fue cuando me prometio que despertaría.

Aquel día estaba dispuesta a decirle, mas bien leerle que aunque el no me hablara le había tomado cierto cariño y que de cierta forma, lo amaba.

Querido Sr.

(Le decía así porque en su registro médico solo tenía su apellido)

Desde hace tiempo que te he leído las cartas que escribo exactamente 5 mese 21 días y te digo algo, me gusta, me siento bien haciendo esto. A pesar de que no puedes contestarme se que me escuchas, quizá ya estés harto de escucharme todos los días pero no me importa lo seguiré haciendo hasta que te vea despierto -reí mientras leía la carta- quiero confesar algo, no se si tengas o no hermanos pero yo si uno, es mas grande y seguramente si tienes sabes lo que es el amor hacia un hermano. Bueno así me siento ahora, te amo como a un hermano y por eso mismo te necesito. No me dejes y has lo que sea posible por seguro viviendo.

Con amor

Madison

Doble delicadamente la carta y la metí en una caja que había echo destinada para guardar todas las anteriores. Así cuando despertara podría leer cada una de ellas.

He safe meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora