Capítulo 32

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Madison P.O.V.
Chris y yo salimos al inmenso jardín y nos colocamos a lado de una bonita fuente.
Eres muy celosa sweetie -riendo-
No digas nada Chris -lo mire fulminante- solo me incómoda que cada que da una vuelta me mira.
Eso es cierto no te quitaba la mirada de encima -se giró a verme- jamás ha sido bueno disimulando, es un idiota.
Hey! -golpee su hombro- ese idiota como tu lo llamas es mi amigo.
También era el mío -susurro más para el mismo pero logre escuchar-
¡¿Qué?! -mirándolo-
Sólo lo defiendes porque te gusta -evitando mi pregunta-
No es así -reí- bueno quizá sí pero ya no importa.
¿Puedo ponerme de pie? -pregunte esperanzada en que me dijera que si-
No Madi, y menos con esos tacones -negó repetidas veces con la cabeza- es peligroso.
Por favor -hice puchero- estas tu aquí, me cuidaras y no pasara nada.
Amm...-suspiro pesadamente- odio que hagas ese puchero sweetie, no puedo negarme.
Solté un grito de victoria y me apoye en las manos de Chris para ponerme de pie y después apoyar mi peso sobre la fuente, Chris cerró la silla y la recargo del lado contrario al que yo estaba.
Sentí la mirada pesada de alguien y creí que Chris también lo sintió porque ambos volteamos a un lado.
Alguien nos mira -susurrándome- iré al baño, ahora vuelvo -asentí y se alejó- o no -grito ya estando en la entrada-
Eso último me confundió pero no le di importancia.
Cada día me sorprende más el proceso tan rápido que tienes -su voz interrumpió mis pensamientos-
Y a mi sorprende la forma en la que bailas -le sonreí-
Te ves hermosa Madison Dye -me miro de arriba a abajo con un brillo en los ojos que me sorprendió muchísimo y acercándose a mi rostro-
Sabía lo que en poco segundos ocurriría y por aluna razón me quería negar, me moví un poco a la derecha evitando que Shawn me besara.
¿Qué pasa? -confundido-
Shawn no se a que estamos jugando -tranquilamente-
¿Piensas que estoy jugando? -con una mueca de sorpresa-
¡No! -exclame rápidamente- es...-la voz angelical de alguien detrás nuestro interrumpió-
Shawn, querido Holly esta esperando haya adentro -ambos nos giramos-
Ahora no madre -respondió con cierta molestia Shawn-
Que pocos modales tienes, te enseñe que siempre hay que presentar a las personas cuando uno no las conoce -mirándome-
Soy Madison Dye -estire mi mano para que la señora Medes se acercará a tomarla ya que yo no podía caminar hacia ella-
Mucho gusto Madison -caminando hacia mi para sujetar mi mano-
Ella es mi madre -indico Shawn-
Un dolor ensordecedor me ataco las piernas, mis rodillas de doblaron un poco y Shawn corrió para sujetarme y no perder el equilibrio.
¿Quieres la silla? -asentí con los ojos apretados por el dolor que estaba presenciando-
Sin soltarme estiro su brazo para jalar la silla y la abrió rápidamente, pase mis brazos alrededor de su cuello para sentarme. Su madre veía la escena atentamente sin decir nada.
¿Qué te ha pasado? -pregunto su madre con un tono de intriga-
Yo...-interrumpió Shawn-
¿Dónde esta Holly? -cambiando de tema-
Ah! En la mesa principal, ve adentro para que bailen un poco -abandonó el jardín con una gran sonrisa-
No me incomoda hablar de mi accidente Shawn, pude habérselo dicho -serenamente-
Lo se, pero mi madre es algo rara -hizo un gesto de desagrado- ¿te importa si entramos? -negué con la cabeza-
En menos de 2 segundo después de entrar Holly estaba encima de Shawn.
¿Bailamos un poco? -haciendo cara de perrito-
Ve, iré con Chris -indique alejándose de ellos-
(...)
Estoy aburrida -me queje-
Es porque no quieres bailar conmigo -lo fulmine con la mirada- ¡¿qué?!
¿Cómo quieres que bailemos si apenas de pongo de pie? -frustrada- mejor llévame a casa por favor.
No sweetie, no serás cenicienta y te irás -hizo una pausa mirando su reloj- 11:57pm, tengo una idea y se que te agradara tanto como a mi.
Se alejó acercándose al joven que controlaba la música, le susurró algo y este asintió.
Madison Dye, mi mejor amiga, sweetie -dijo de todas las formas como me llama él- hoy será tu primer baile después de un año en esa cosa -señalando la silla- y será con la mejor persona de este lugar -lo mire confundida y después sentí como sus fuertes brazos me levantaba de aquella silla-
¿Qué haces? -sujetando su cuello por miedo a caerme-
Mis piernas colgaban de uno de sus brazos y con el otro sujetaba mi espalda .
Bailaremos -sonrió ampliamente-
Me llevo así hasta la pista y comenzó una canción lenta, ahora sabía a que había ido con el joven de la música.
Me acomode sobre su pecho y deje que el se moviera con mi cuerpo encima, me sentía bien a su lado, hacia que todo lo malo desapareciera.
Sabes, no estoy bailando así que no cuenta como mi primer baile después del accidente -reí-
Lo harás -dijo caminando a una silla que se encontraba en la esquina-
Allí me coloco y comenzó a desabrochar mis zapatos delicadamente, los saco por completo y alzó la cabeza para mirarme.
Es peligroso que pongas tus pies con esos tacones sobre mi -aún no entendía que pretendía- ponte de pie -estrechando su mano para apoyarme de ella-
Me puse de pie frente a él, en seguida coloco sus manos en mi cintura y de allí me cargo para regresar a la pista.
Pon tus pies sobre los míos -indico susurrándome-
Sin los zapatos rojos tan altos que llevaba mi estatura era pequeña, apenas si alcanzaba a ver la clavícula de mi amigo.
Estas loco, nos caeremos y armaremos un circo aquí -desviando mi mirada a la mesa principal-
Confía en mi sweetie -esbozo una sonrisa que me transmitió seguridad-
Me cargo nuevamente para acercarme más a él y así mis pies quedarán sobre los de él.
Al principio Chris se movía con dificultad pero poco a poco se fue soltando, yo cada vez me aferre más a el para evitar caerme.
Pasaron 3 canciones y nunca nos despegamos, ambos nos hundimos en un silencio cómodo.
Chris, ya me canse -el asintió y nuevamente me cargo hasta mi silla de ruedas dejándome descansar-
Aquel chico que te carga de un lado a otro, que te ayuda a bailar para no aburrirte, que a pesar de tener un defecto te trata como alguien normal, que sabe tu vida completa y no la juzga, que es él el que te ayuda y te alienta para poder caminar de nuevo y que te cuida como su vida. A esa persona le puedes llamar un mejor amigo. Y el mío tiene nombre, Christian Collins.

He safe meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora